La pampa tiene el pastizal, y el pastizal venados y vacas

¿Hay algo mejor que poder producir carne de primera calidad preservando el ecosistema natural? Vacas sanas conviviendo con venados de las pampas, esto es lo que proponen la Fundación Vida Silvestre y Aves Argentinas como estrategia para desarrollar una ganadería sustentable que pueda utilizar y conservar los servicios ambientales de los pastizales de la pampa inundable, en el este de la provincia de Buenos Aires.

"Los pastizales son ignorados por la opinión pública, mucho más sensible con lo que ocurre en los bosques", expresó el doctor en ciencias agropecuarias Gustavo Marino, asesor de las organizaciones en la confección de la Guía de buenas prácticas ganaderas que se publicará en los próximos meses. Las noticias solo cuentan de aquellos en situaciones extremas, como los incendios descontrolados en el Delta, oportunidad en la que FVSA había mostrado su preocupación porque fuera una cortina de humo ante la ausencia de la dimensión ambiental en la política agropecuaria.


La problemática actual tiene dos caras. Una es el crecimiento de la superficie dedicada a cultivos, lo que se conoce como agriculturización, que reemplaza a los pastizales nativos y expulsa a la fauna silvestre. Del mismo modo, el ganado se desplaza y aumenta la carga en parcelas pequeñas, alimentada con granos como maíz y soja, en el sistema conocido como feed - lot, es decir, fábricas intensivas de carne que tienen mayor impacto en el calentamiento global y con menor valor nutricional.

Vacas sanas, carne rica. Por ello, lo que debe destacarse es que existe una oportunidad para cumplir con un verdadero desarrollo sustentable, que abarque las tres dimensiones importantes: la social, la económica y la ambiental. Las vacas que se alimentan con forraje de pastizales nativos tienen un alto valor, que se verifica en las tendencias a la producción orgánica desde que europa tomó conciencia del mal que causa el proceso de industrialización del campo en la enfermedad de la vaca loca, pero que fue siempre lo que distinguió a la carne argentina.

"Estos pastizales sostienen a una especie en peligro de extinción, como el venado de las pampas o las avaces de pastizal amenazadas", por lo que "el sello ambiental podría tener alto impacto en el mercado y traducirse en buenos negocios" como ya lo hacen productores brasileños, según menciona un informe de FVSA y Aves Argentinas que integra Alianzas del Pastizal. En la conservación de este ecosistema, no existe tampoco la vieja excusa del peligro de que los predadores naturales se coman a las vacas, porque animales como el puma han lamentablemente desaparecido de la zona.

La Guía de buenas prácticas reseñará una serie de técnicas para el mejoramiento productivo y biológico del pastizal en la pampa inundable. Entre ellas se encuentran: control de pastoreo y ajuste de la carga ganadera, enriquecimiento y fertilización, manejo del fuego controlado, y el manejo de excedentes hídricos. Contrariamente a lo que se cree las inundaciones pueden ser beneficiosas para el ecosistema porque a través de una infraestructura adecuada "puede controlar las malezas y promover los canutillos" que sirven para el pastoreo.

Del dicho al hecho. Aunque para Marino la coyuntura actual es "una oportunidad para el sector conservacionista", puede pensarse que la atención de la opinión pública no está centrada en el análisis de la planificación territorial para la ganadería. Puede pensarse que la buena señal que desde el Estado se da sobre los bosques nativos fue conseguida a través de una intensa campaña de comunicación coordinada por Greenpeace, y tal vez sea necesario repetir la experiencia para todos los ecosistemas nativos.

En un estudio que realizó el Programa Pastizales de la FVSA en el año 2004 se identificó que las áreas que aún se encontraban en buen estado de conservación pertenecían en un 50 por ciento a propiedades privados, especialmente en la zona de la bahía Samborombón. Por ello, el informe destaca que "es preciso trabajar en conjunto con los productores ganaderos mediante la difusión de estrategias que favorezcan la preservación de pastizales naturales sin afectar la rentabilidad económica del sector".

Además, Aves Argentinas realizó un estudio del inventario de 273 áreas importantes para la conservación, que representan el 12 por ciento del estudio del país, y de las cuales 161 corresponden a pastizales. Al tiempo que se conserva la biodiversidad y son indicadores del bienestar del ecosistema, las aves puede ser un nuevo recurso económico mediante el ecoturismo, que se puede potenciar por la "inminente creación de un parque nacional" donde hoy se localiza la Reserva de Vida Silvestre Campos del Tuyú de la FVSA.

Comentarios

Fab dijo…
Es un gusto conocer su blog!!! Saludos cordiales de otro ambientalista desde Bolivia.