Las expectativas terminaron rápido: ni bien se despertaba Argentina todos conocieron el fallo de la Corte de Haya desfavorable a la demanda de detener de inmediato las obras de construcción de las plantas de celulosa en Fray Bentos. Sin embargo, sigue en pie la posibilidad de hasta desmantelar las obras si se demuestra que se están cometiendo daños al ambiente.
El gobierno le restó carga negativa a la noticia pero para los asambleístas los ánimos no son los mejores. Entre las ONGs ambientalistas, Greenpeace dijo que se perdió tiempo mientras que la Fundación Ambiente y Recursos Naturales (FARN) sigue apostando a la vía judicial. Aquí los principales testimonios que dejó el hecho del lado argentino:
- Greenpeace: "Para todos a los que nos preocupan los riegos que entrañan las plantas de celulosa en Fray Bentos la situación es muy mala, hoy estamos peor que meses atrás", expresó Paula Brufman, coordinadora de la Campaña contra la Contaminación, en un comunicado de la página web de la organización, donde se destaca que el diálogo bilateral es el único camino para solucionar la controversia al tiempo que continúa reclamando por un plan de producción limpia.
- Romina Picolotti: "Quien invierta en Botnia o ENCE está invirtiendo en algo que más adelante no va a poder operar, porque el daño se va a consumar", advirtió la actual secretaria de Medio Ambiente, quien participó en la delegación argentina como abogada de Entre Ríos y mantuvo así la estrategia de frenar las inversiones que utilizó desde el Centro de Derechos Humanos y Ambientales, en según se lee en un artículo de Clarín tomado por la Secretaría.
- FARN: "(El fallo) importa un desconocimiento del fenómeno ambiental y por lo tanto una visión desacertada", reflexionó Daniel Sabsay, director de esta ONG, sobre la decisión de la Corte Internacional de Justicia que, según él, se acogió al derecho tradicional y no al ambiental, que exige medidas precautorias, en un documento que puede consultarse en la página web. No obstante, destacó como positivas las advertencias que se realiza al Uruguay, responsable de posibles daños ambientales, sociales y económicos.
- Asamblea Ciudadana Ambiental de Gualeguaychú: "Es un paso más que podía salir a favor o en contra, pero vamos a seguir luchando por el no a las papeleras". En forma predicible los asambleístas se mostraron firmes en su propósito mientras esperan hasta las ocho de la noche donde se decidirán los pasos a seguir, aunque se descuenta que tendrán presencia en la Cumbre del Mercosur a realizarse en Córdoba, se informa en su página web.
Ante el hecho consumado, queda volver a enfocarse en la problemática socioambiental en toda su magnitud, desde la política forestal en Uruguay y Argentina, pasando por el desarrollo de las economías regionales, el modo de vida de los pueblos del litoral, el impacto de las industrias en la naturaleza y los daños de la contaminación en la salud hasta la relación entre los ciudadanos de Gualeguaychú y Fray Bentos.
Toda esta compleja problemática exige que no solo se tenga en cuenta la vía judicial, que se sigue en la Haya, o la técnica, que piden algunos, sino que hay que fomentar un diálogo serio y responsable, principalmente entre los pueblos más afectados. A decir verdad, esta posición es más cercana a la que está tomando el gobierno uruguayo, que no quiere hablar de un triunfo sobre Argentina.
Sería favorable, entonces, que las medidas que vaya a tomar la Asamblea, el gobierno y las ONGs vayan en el mismo camino del diálogo y el respeto mutuos.
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