Seis leyes ambientales importantes están "cajoneadas". ¿Burocracia, falta de conocimiento técnico o desidia política? ¿Cuál es el rol del periodismo? ¿Qué puede y debe hacer la ciudadanía?
"La base está"
Después de que los derechos ambientales adquirieron oportunamente rango constitucional, entre el 2002 y el 2004 el Congreso sancionó seis leyes fundantes para construir una Argentina sustentable: la Ley General del Ambiente, la de Gestión Ambiental del Agua, la de Gestión y Eliminación de PCBs, la de Libre Acceso a la Información Ambiental, la de Residuos Domiciliarios, y la de Gestión Integral de Residuos Industriales y Actividades de Servicios.
La mala noticia es que todavía no están reglamentadas. Es decir que no están determinados ni los mecanismos ni las autoridades para llevar adelante su implementación. Y ¿por qué no se reglamentan?
"Burocracia" en el título de Clarín quedó mezquina para lo que en el cuerpo de la nota fue "hay interés en que eso no cambie" en palabras de la senadora Mabel Muller, promotora de las leyes en cuestión.
Por otro lado, dos legisladores nacionales consultados por ComAmbiental admitieron que en general carecen del asesoramiento técnico necesario y que muchas veces son las empresas las que brindan sus investigaciones y sus consejos, claro, orientados hacia sus propios intereses individuales.
El camino
Entonces ¿de qué sirven las leyes sin reglamentación? Para sentar precedentes en la jurisprudencia "y para frenar muchos disparates", según declaró ante Clarín el constitucionalista Daniel Sabsay, presidente de la Fundación Ambiente y Recursos Naturales.
Apenas es el primer paso de un largo recorrido en el que toda la sociedad debe participar. ¿Cómo? Universidades, ONGs, funcionarios, ciudadanos, empresas y medios de comunicación pueden y deben aportar sus conocimientos y ejercer el control social para que las leyes garanticen concretamente los derechos que todos tenemos para desarrollarnos en un ambiente sano.
SECCIÓN: Derecho Ambiental
"La base está"
Después de que los derechos ambientales adquirieron oportunamente rango constitucional, entre el 2002 y el 2004 el Congreso sancionó seis leyes fundantes para construir una Argentina sustentable: la Ley General del Ambiente, la de Gestión Ambiental del Agua, la de Gestión y Eliminación de PCBs, la de Libre Acceso a la Información Ambiental, la de Residuos Domiciliarios, y la de Gestión Integral de Residuos Industriales y Actividades de Servicios.
La mala noticia es que todavía no están reglamentadas. Es decir que no están determinados ni los mecanismos ni las autoridades para llevar adelante su implementación. Y ¿por qué no se reglamentan?
"Burocracia" en el título de Clarín quedó mezquina para lo que en el cuerpo de la nota fue "hay interés en que eso no cambie" en palabras de la senadora Mabel Muller, promotora de las leyes en cuestión.
Por otro lado, dos legisladores nacionales consultados por ComAmbiental admitieron que en general carecen del asesoramiento técnico necesario y que muchas veces son las empresas las que brindan sus investigaciones y sus consejos, claro, orientados hacia sus propios intereses individuales.
El camino
Entonces ¿de qué sirven las leyes sin reglamentación? Para sentar precedentes en la jurisprudencia "y para frenar muchos disparates", según declaró ante Clarín el constitucionalista Daniel Sabsay, presidente de la Fundación Ambiente y Recursos Naturales.
Apenas es el primer paso de un largo recorrido en el que toda la sociedad debe participar. ¿Cómo? Universidades, ONGs, funcionarios, ciudadanos, empresas y medios de comunicación pueden y deben aportar sus conocimientos y ejercer el control social para que las leyes garanticen concretamente los derechos que todos tenemos para desarrollarnos en un ambiente sano.
SECCIÓN: Derecho Ambiental
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saludos ;)