Preocupa la radiación de las antenas de celulares

Radiación electromagnética: ¿el lado oscuro del confort? Esto es lo que pide investigar la Defensoría del Pueblo de la Ciudad de Buenos Aires ya que las antenas, muchas de ellas de celulares, producen radiaciones no ionizantes que, aunque no modifican la estructura celular, podrían tener efectos nocivos en la salud. Ante el desconocimiento científico, es un caso en que puede aplicarse el derecho ambiental precautorio.

Esta es la nueva y creciente preocupación de los ciudadanos porteños, que realizaron 33 denuncias sobre la proliferación de antenas en sus barrios. La noticia, difundida por DyN y recogida por los principales matutinos, menciona en un párrafo central que "la emisión de radiación puede producir cambios eléctricos en la membrana de las células del cuerpo, alterando los flujos de iones, sobre todo el calcio, lo que puede tener efectos biológicos importantes".


Ante esta situación, lo que se reclama un estudio epidemiológico que releve casos de enfermedades que se podrían relacionar con la exposición a la radiación de las antenas. Aún así, otro reclamo es que no se cumple con las medidas sugeridas por la Organización Mundial de la Salud de que no puede haber una antena a menos de 500 metros de un hospital o una escuela.

En un interesante artículo de hace tiempo de EcoPortal se cuenta cómo las compañías intentan tentar a los consorcios con jugosos contratos para instalar una antena en las terrezas de los edificios. También se habla de síntomas que ya perciben algunos vecinos que viven cerca de una antena.

En La Nación agregan estadísticas sobre el mercado de los teléfonos celulares, una serie de recomendaciones (al igual que en la página de RENACE) y la lista completa de antenas denunciadas, que
La Prensa recorre por la ciudad. Es una tarea que se encomendó a la Comisión Nacional de Comunicaciones, tener un control, un censo.

Aunque Página 12 publica hoy que no se trata solo de las antenas que sirven para los servicio de telefonía movil, lo cierto es que son las que más se expanden, y eso por algo es. Si bien la Defensoría pide un reorganización del tema en el código de planeamiento urbano de la ciudad, la problemática es compleja y requiere la reflexión de los mismos consumidores: ¿Cambiamos la comodidad de tener más "señal" aún arriesgando nuestra propia salud?

SECCIÓN: Contaminación atmosférica , Planificación Urbana , Salud Ambiental

Comentarios

Anónimo dijo…
che sabía algo, pero no le daba mayor importancia. De ser así me parece que un gran número de argentinos estamos cargando con una potencial amenaza en nuestras cinturas, exponiendonos y exponiendo a nuestros seres queridos. Me gustaría conocer más detalles.
Gracias por la noticia