¿Existen propuestas de gestión creativa para el medioambiente? Esta pregunta se encargó de responder el seminario "La cultura de la sostenibilidad", organizado por el Centro Cultural de España en Buenos Aires (CCEBA) la semana pasada. En ella participaron numerosos expositores organizados en tres jornadas: Bases teóricas y metodológicas, enfoques temáticos y propuestas creativas.
"La creatividad se tiene que fundar en los aspectos teóricos", sostuvo Marina Mantini, coordinadora científica del Programa de Excelencia en Gestión Cultural del CCEBA. En este artículo, algunos de los pensamientos que circularon en tres días donde se pudo trabajar las ideas de la sustentabilidad, aún con las dificultades de que la dimensión cultural que puede ser minimizada a lo artístico o fragmentada de la gestión integral.
Pensamiento crítico. "Hay que analizar las contradicciones de los mensajes y de las acciones", expresó durante la primera jornada Héctor Sejenovich, economista ambiental. Para la bióloga Dina Foguelman: "Es muy difícil tener una postura equilibrada" y por ello explica que ha prevalecido un "discurso catastrofista" porque "si sos ecologista no podés tener un discurso tibio, te vas al extremo para generar un consenso sobre la existencia del problema".
A esta visión, el investigador español Ignacio Santos contrapuso la postura expresada en el libro "Cómo vivir bien sin cargarnos el planeta" y fundamentó que "el 75 por ciento de la huella ambiental se basa en elecciones individuales". Por su parte, el escritor Antonio Elio Brailovsky se encargó de diferenciar estas cuestiones prácticas de las cuestiones críticas: "son temas de derechos humanos y tienen soluciones sociales, requieren que nos arremanguemos como ciudadanos".
La periodista ambiental Silvana Buján se encargó a su turno de destacar que tenemos anteojos que no nos permiten observar la realidad problemática en la que estamos sumergidos: "Veamos que estamos viendo mal". Y agregó: "Me preocupa la patita de los anteojos que dice ¨soy un simple ciudadano, no puedo hacer nada¨. Un militante con argumentos tiene mucho poder. Debemos aprovechar que estamos en una democracia que permite hacer muchas cosas".
Cultura, Arte, Diseño. "El artista tiene el rol de ser perturbador, puede serlo a través de la responsabilidad o también de la belleza". Esta fue la declaración de principios de Fernando Farina, uno de los impulsores de la "Bienal del Fin del Mundo", en donde uno de los artistas, luego de proponer con ironía "dinamitar el glaciar para que los turistas se lleven la foto que buscan" terminó por "rendirse ante la imponencia del glaciar".
Una de las charlas que dejó un pasivo bastante importante fue la de Eduardo Araújo, que presentó la Ciudad del Saber de Panamá. Aunque el título de la charla era la "gestión cultural del medioambiente", la planificación ambiental fue por un lado y la estrategia cultural por otro, en la cual a su vez no quedó plasmada la frase "hay muchos más productores culturales que artistas".
Por su parte, una de las presentaciones más sugerentes fue la que ofrecieron los integrantes de Diseño Sustentable. En ella Rodrigo Valdivieso explicó que en el proceso de diseño se juega buena parte del impacto que puede generar un producto y enfatizó que se trata de pensar todo el ciclo, incluido el transporte y el uso, no solo el momento del reciclado, que es lo único que se suele tener en cuenta.
Cultura y Ambiente. Mantini se encargó de hacer un balance provisorio del seminario, que se entrelazó con su proyecto de investigación "La dimensión cultural en los problemas ambientales como herramienta de cooperación al desarrollo". "La nueva cultura de la sostenibilidad debe caracterizarse por un entendimiento común (...) que ofrezca los criterios mínimos posibles para hacer converger las elecciones en la dirección de sostenibilidad ambiental y dejar abierto el máximo espacio posible a las diferencias entre las ideas y sus interacciones", destaca uno de los párrafos principales.
En definitiva, se trata de reflexionar en la importancia de lo cultural en la definición de los conflictos socioambientales, como quedó plasmado en un documento de la Carta Cultural Iberoamericana. Y a su vez incorporar esta dimensión en la planificación para la resolución de estas problemáticas, en donde también "el proceso es un fin" donde la gestión cultural, para Mantini, debe abarcar conocimiento, experiencia y goce.
Fuente de la imagen: Centro Cultural de España en Buenos Aires.
"La creatividad se tiene que fundar en los aspectos teóricos", sostuvo Marina Mantini, coordinadora científica del Programa de Excelencia en Gestión Cultural del CCEBA. En este artículo, algunos de los pensamientos que circularon en tres días donde se pudo trabajar las ideas de la sustentabilidad, aún con las dificultades de que la dimensión cultural que puede ser minimizada a lo artístico o fragmentada de la gestión integral.
Pensamiento crítico. "Hay que analizar las contradicciones de los mensajes y de las acciones", expresó durante la primera jornada Héctor Sejenovich, economista ambiental. Para la bióloga Dina Foguelman: "Es muy difícil tener una postura equilibrada" y por ello explica que ha prevalecido un "discurso catastrofista" porque "si sos ecologista no podés tener un discurso tibio, te vas al extremo para generar un consenso sobre la existencia del problema".
A esta visión, el investigador español Ignacio Santos contrapuso la postura expresada en el libro "Cómo vivir bien sin cargarnos el planeta" y fundamentó que "el 75 por ciento de la huella ambiental se basa en elecciones individuales". Por su parte, el escritor Antonio Elio Brailovsky se encargó de diferenciar estas cuestiones prácticas de las cuestiones críticas: "son temas de derechos humanos y tienen soluciones sociales, requieren que nos arremanguemos como ciudadanos".
La periodista ambiental Silvana Buján se encargó a su turno de destacar que tenemos anteojos que no nos permiten observar la realidad problemática en la que estamos sumergidos: "Veamos que estamos viendo mal". Y agregó: "Me preocupa la patita de los anteojos que dice ¨soy un simple ciudadano, no puedo hacer nada¨. Un militante con argumentos tiene mucho poder. Debemos aprovechar que estamos en una democracia que permite hacer muchas cosas".
Cultura, Arte, Diseño. "El artista tiene el rol de ser perturbador, puede serlo a través de la responsabilidad o también de la belleza". Esta fue la declaración de principios de Fernando Farina, uno de los impulsores de la "Bienal del Fin del Mundo", en donde uno de los artistas, luego de proponer con ironía "dinamitar el glaciar para que los turistas se lleven la foto que buscan" terminó por "rendirse ante la imponencia del glaciar".
Una de las charlas que dejó un pasivo bastante importante fue la de Eduardo Araújo, que presentó la Ciudad del Saber de Panamá. Aunque el título de la charla era la "gestión cultural del medioambiente", la planificación ambiental fue por un lado y la estrategia cultural por otro, en la cual a su vez no quedó plasmada la frase "hay muchos más productores culturales que artistas".
Por su parte, una de las presentaciones más sugerentes fue la que ofrecieron los integrantes de Diseño Sustentable. En ella Rodrigo Valdivieso explicó que en el proceso de diseño se juega buena parte del impacto que puede generar un producto y enfatizó que se trata de pensar todo el ciclo, incluido el transporte y el uso, no solo el momento del reciclado, que es lo único que se suele tener en cuenta.
Cultura y Ambiente. Mantini se encargó de hacer un balance provisorio del seminario, que se entrelazó con su proyecto de investigación "La dimensión cultural en los problemas ambientales como herramienta de cooperación al desarrollo". "La nueva cultura de la sostenibilidad debe caracterizarse por un entendimiento común (...) que ofrezca los criterios mínimos posibles para hacer converger las elecciones en la dirección de sostenibilidad ambiental y dejar abierto el máximo espacio posible a las diferencias entre las ideas y sus interacciones", destaca uno de los párrafos principales.
En definitiva, se trata de reflexionar en la importancia de lo cultural en la definición de los conflictos socioambientales, como quedó plasmado en un documento de la Carta Cultural Iberoamericana. Y a su vez incorporar esta dimensión en la planificación para la resolución de estas problemáticas, en donde también "el proceso es un fin" donde la gestión cultural, para Mantini, debe abarcar conocimiento, experiencia y goce.
Fuente de la imagen: Centro Cultural de España en Buenos Aires.
Comentarios