Para Maristella Svampa, vivimos en la era del antropoceno sin que el Estado argentino adopte ninguna política al respecto. Durante la presentación del noveno Informe Ambiental de FARN, contrastó su posición con el diputado del PRO, Juan Carlos Villalonga. Para la socióloga, se habla mucho del cambio climático pero se lo desvincula del modelo extractivo que el gobierno promueve.
Por Graciela Carrizo
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Bruno Fornillo, Maristella Svampa y Juan Carlos Villaonga. Foto. G. C. |
El miércoles 26 de abril
la Fundación Ambiente y Recursos Naturales (FARN) presentó el Informe Ambiental 2017.
El calentamiento global, los combustibles fósiles, los agronegocios, el
extractivismo y la falta de políticas estatales serias en temas de ambiente
fueron los ejes del debate.
La Trastienda fue nuevamente el
escenario elegido para la novena presentación del Informe. El evento contó con
la participación de voces tan disímiles como las de Juan Carlos Villalonga,
Maristella Svampa y Bruno Fornillo en un debate que se centró en la necesidad
de transformar el modelo de desarrollo actual anclado en la ganancia económica.
Andrés Napoli, Director Ejecutivo
de FARN, advirtió sobre la incertidumbre y la contradicción que
actualmente atraviesan los temas ambientales en la dinámica política del país.
“Los temas económicos tienden a gobernarlo todo. No sólo hace falta incentivar
a los inversores sino también controlarlos. En el caso de la minería se han
quitado las retenciones; pero por otro lado vemos que esas retenciones no han
mejorado ni han servido para mejorar las prácticas. Basta ver lo que sucedió en
San Juan, en Veladero” dijo Napoli.
FARN destacó en un comunicado "la relevancia de contar con el informe público ambiental por
parte del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sustentable, establecido
por la Ley 25675, art 18, que nunca se cumplió excepto en el año 2012". Y del mismo modo alertó "sobre las contradicciones en los procesos estratégicos y decisiones políticas que lleva a cabo el gobierno nacional".
La minería, la deforestación, la
construcción de las represas sobre el
río Santa Cruz, la problemática del Riachuelo. Todos ellos son proyectos que
requieren analizar y efectuar una evaluación de impacto ambiental genuina y abierta.
Mirando hacia afuera
El discurso del diputado nacional
por Cambiemos, Juan Carlos Villalonga, se
centró en el calentamiento global a nivel mundial. En ese sentido, especificó
que los compromisos asumidos por los distintos países en el Acuerdo de París no
alcanzan para frenar las consecuencias catastróficas del calentamiento global.
En este punto, si no se disminuyen las emisiones de carbono a nivel mundial inexorablemente el
contexto climático será terrible. “Es necesario que países como China, India,
Sudáfrica y Brasil disminuyan las emisiones de carbono que a la actualidad
emiten” enfatizó el diputado.
Villalonga presentó esta semana el documento Escenarios Energéticos en el Senado de la Nación, junto a funcionarios del Ministerio de Energía y Minería así como representantes de la Plataforma de Escenarios Energéticos.
En un comunicado, el diputado y referente de Los Verdes informa que análisis contempla un escenario convencional en el cual "el gobierno
plantea un crecimiento de la oferta eléctrica a instalar conformado por un mix
de energía térmica fósil, nuclear, renovables y grandes represas
hidroeléctricas". Y señala: "En cambio en el escenario eficiente, se estima que las medidas
de eficiencia contribuirían a reducir la
demanda y por tanto la potencia a instalarse en 7 GW".
Modelos de maldesarrollo
Maristella Svampa, socióloga,
investigadora principal del CONICET y escritora, analizó la situación ambiental
actual a partir del concepto de antropoceno. Un concepto crítico acuñado
recientemente por el químico Paul Crutzen, que señala el ingreso de la
humanidad a una nueva era geológica en la cual el ser humano se ha convertido
en una fuerza global de alcance geológico.
“Estamos no sólo en tiempos de incertidumbre, sino que la humanidad ha
transpuesto un umbral a partir del cual la naturaleza no tiene más reacciones
lineales. Más bien nos encontramos frente a reacciones o respuestas complejas e
incontrolables”, enfatizó Svampa.
La socióloga explicó que la
noción de antropoceno cuestiona las lógicas actuales de desarrollo ligadas al
capitalismo global de las visiones hegemónicas. Estas visiones están vinculadas
al paradigma del desarrollo sustentable, al paradigma de la economia verde y al
de la modernización ecológica.
Además, para Svampa, la noción de
antropoceno plantea la necesidad de adoptar una perspectiva holística e
integral, es decir no pensar al ambiente como una cuenta más de las grandes
empresas. Desde este enfoque existe un cuestionamiento nodal a las lógicas de
desarrollo.
En ese sentido, la investigadora
planteó que “en los últimos 15 o 20 años en Latinoamérica se han consolidado
modelos de maldesarrollo caracterizados por la insustentabilidad a corto y
mediano plazo”. Argentina es un ejemplo paradigmatico ya que eventos extremos
como la sequía, las inundaciones, los incendios llevan a hablar mucho de cambio
climático pero se lo desvincula del modelo de desarrollo estructural.
Para Svampa, la pregunta que
deberíamos hacernos es “¿Cómo hablar en Argentina de cambio climático cuando
las políticas públicas y las medidas de gobierno fomentan la consolidación de
los monocultivos a través de la expansión de la soja, de la mineria a cielo abierto y de la
explotación de los combustibles fósiles?
Así, la lógica del actual gobierno, a diferencia del kirchnerismo que negaba el
carácter estructural del modelo, instala un discurso engañoso en el que
persiste un lenguaje que esconde lo que verdaderamente está sucediendo. Por un
lado se habla sobre el cambio climático, pero por otro se desvinculan las
decisiones políticas que profundizan un modelo extractivo que provoca
consecuencias nefastas en lo ambiental y en la dimensión social.
“En la actualidad hay una
política que apunta a la flexibilización
de la normativa ambiental lograda contra viento y marea en los últimos
20 años” apuntó Svampa.
Para la investigadora, es
necesario discutir el posdesarrollo, pero ello solo se podrá hacer en un marco
diferente en el que se desmercantilicen los bienes comunes y se adopte una
relación diferente entre la naturaleza y la sociedad, que coloque en el centro
la interdependencia y el cuidado del ambiente.
El litio como oportunidad
Bruno Fornillo, Doctor en
Ciencias Sociales de la Universidad de Buenos Aires, planteó el desafío de abordar
la cuestión energética para pensar el medioambiente. “El 56 por ciento de los gases de
invernadero provienen de la quema de combustibles fósiles”, declaró.
Además, expuso que Argentina es
uno de los mayores reservorios de litio del mundo. Este mineral, clave en la
actualidad, cumple una función fundamental ya que permite el funcionamiento de
las baterías de artefactos electrónicos como los celulares.
El noreste del país cuenta con el
15 por ciento de las reservas de litio del mundo. Sin embargo, frente a la riqueza
estratégica que propone este mineral, son las empresas extranjeras las que se
benefician de la extracción del mismo. Las condiciones para estas empresas son
más que favorables, sin retenciones a la explotación.
“En Argentina hay un mercado
potencial del litio, hay una industria incipiente pero posible pero no existe
una política pública de estado que coordine y que apueste por generar ese
salto” , enfatizó.
Por otro lado, explicó la
situación actual de las las energías renovables, es decir de la movilidad
eléctrica del futuro cercano. En este punto, tampoco existe una política
estratégica vinculada al control de una industria local para sustentar una
industria local verde.
Contexto
Mientras en Buenos Aires se efectuaba un debate que ponía sobre la
mira las políticas públicas en relación al ambiente, el Presidente
Macri, en Estados Unidos, firmaba la explotación de Vaca Muerta, uno
de los mayores reservorios de combustibles fósiles del mundo.
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