La arquitectura, el arte de la construcción, tiene mucho que hacer por el medio ambiente. En realidad, ella hace al ambiente humano, literamente, y de esta forma es un elemento fundamental en su interrelación con el ambiente natural. Teniendo en cuenta un artículo de EcoPortal, los pilares de la arquitectura ecológica pueden resumirse en dos: usar y reciclar materiales locales, ahorrar y generar energía.
Hoy La Nación publicó un artículo de Carlos Libedinsky, ex profesor de Ecología de la Arquitectura de la UBA en el que confiaba en que el papel cada vez mayor de lo ambiental dentro de la política pudiera trasladarse a la educación y la arquitectura. En él se lamenta por ciertos edificios que creen ser ambiental por tener un jardín dentro o ser inteligentes cuando solo derrochan energía.
Libedinsky critica también el economicismo de una nota que publicó hace un tiempo en Clarín Fernández Galiano en el suplemento Arquitectura. "El arquitecto tiene un pacto fáustico con el despilfarro y el exceso, de manera que sólo sucumbe al síndrome verde cuando la economía entra en recesión", dice el autor en esta nota polémica, en la que atribuye la ecología verde al precio del petróleo.
Es cierto que la arquitectura tiembla ante la fuerza del "precio" de lo económico pero es también cierto que debería reconsiderarse el "valor" de lo ambiental porque sino ya no quedará nada más por lo que -y con que- construir.
SECCIÓN: Comunicación/ Planificación Urbana
Hoy La Nación publicó un artículo de Carlos Libedinsky, ex profesor de Ecología de la Arquitectura de la UBA en el que confiaba en que el papel cada vez mayor de lo ambiental dentro de la política pudiera trasladarse a la educación y la arquitectura. En él se lamenta por ciertos edificios que creen ser ambiental por tener un jardín dentro o ser inteligentes cuando solo derrochan energía.
Libedinsky critica también el economicismo de una nota que publicó hace un tiempo en Clarín Fernández Galiano en el suplemento Arquitectura. "El arquitecto tiene un pacto fáustico con el despilfarro y el exceso, de manera que sólo sucumbe al síndrome verde cuando la economía entra en recesión", dice el autor en esta nota polémica, en la que atribuye la ecología verde al precio del petróleo.
Es cierto que la arquitectura tiembla ante la fuerza del "precio" de lo económico pero es también cierto que debería reconsiderarse el "valor" de lo ambiental porque sino ya no quedará nada más por lo que -y con que- construir.
SECCIÓN: Comunicación/ Planificación Urbana
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