La población y el medio ambiente

Ayer se conmemoró en todo el mundo, aunque sin demasiadas repercusiones en Argentina, el Día de la Población, que en realidad no debería ser motivo de celebración sino de preocupación, por la alta peligrosidad que conlleva ser tantos en un mundo que tiene recursos limitados.

El Día surgió a partir de 1989 como creación del Consejo de Administración del Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) para recordar el Día de los Cinco Mil Millones de habitantes, hecho que sucedió, según cálculos, el 11 de julio de 1987.


Hoy se busca dirigir la atención sobre la urgencia e importancia de los temas relacionados con población y el crecimiento demográfico. Este año los discursos se enfocaron en la juventud y la planificación familiar, teniendo en cuenta que la mitad de los habitantes del mundo tienen menos de 25 años de edad.

En la actualidad se calcula que ya superamos los seis mil millones y si se estima que la población crece a un ritmo de 80 millones por año. Las Naciones Unidas estiman que habrá entre siete mil y once mil millones de personas en el mundo en el año 2050.

Desde el inicio de la Modernidad, mediante la Revolución Industrial y la generación de políticas tendientes a cuidar y generar la vida humana el crecimiento demográfico fue cada vez mayor.

Esta situación contribuye a que muchas veces se reproduzcan situaciones de pobreza por falta de recursos vitales como el agua potable o los alimentos. Esto, sin contar que las mismas industrias consumen cada vez más energía y que no hay seguridad sobre si se podrá continuar con este nivel de producción.

Una cultura y una sociedad sostentables se entienden solo con una forma diferente de entender las familias y la aparición de la vida humana sobre la tierra. Antes de tener un hijo, es imprescindible estar seguro qué lugar le estamos dejando para que pueda crecer.

Lejos de pensar que solo las familias con buenos ingresos pueden tener hijos porque tienen recursos para criarlos pero sí cercanos a la idea de tener conciencia sobre lo que significa traer un niño al mundo, los esfuerzos deberían invocarse en pensar cómo hacer para que el ser humano no consuma al planeta tierra.

Desde la blogosfera reflexionaron sobre el tema, como en el caso de El blog de una pequeñita hada y Vlogespañol, ambos rescataron un poema de Mario Benedetti. Desde aquí rescatamos un fragmento de Úselo y Tírelo de Eduardo Galeano: "El norte del mundo genera basura en cantidades asombrosas. El sur del mundo genera marginados. ¿Qué destino tienen los sobrantes humanos? El sistema los invita a desaparecer, les dice: `Ustedes no existen´".

No se trata de que las naciones y los pueblos pobres se reproduzcan menos sino que todos (o al menos, los que tenemos la suerte de poder hacerlo) reflexionemos sobre la responsabilidad que como seres humanos tenemos sobre la vida en la tierra. Esto es parte de la educación ambiental: no creernos los únicos con derecho a vivir en el planeta.


SECCIÓN: Comunicación / Educación Ambiental

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