El 2006 fue otro año perdido para el bosque nativo que queda del país. Los legisladores dejaron pasar una de sus últimas esperanzas para intentar sobrevivir en la Argentina de la fiebre sojera: la ley de bosques impulsada por la Comisión de Recursos Naturales de Diputados.
Según Greenpeace, interfirieron intereses provinciales ligados a los empresarios. La historia de uno de los lugares más afectados en Santiago del Estero se publicó en Viva, mientras varias organizaciones luchan por salvar el modo de vida de los campesinos.
Foto: MOCASE (Movimiento Campesino de Santiago del Estero)
Un drama socioambiental
"En vías de extinción" es el artículo de Viva, la revista de Clarín, que relata la difícil situación que están atravesando los pobladores de El Algarrobal Viejo, en Santiago del Estero, que incluye desalojos a familias de la zona. Aunque la relación siempre está, en este caso es evidente la problemática que une lo social con lo ambiental. "[El lugar] podría sucumbir a la onda expansiva del boom sojero que ha ido corriendo hacia el norte la frontera agrícola, eufemismo que nombra el reemplazo de bosques autóctonos por tierras para la siembra y la ganedería", se sintetiza allí.
Casi como una renovación de la campaña de Roca, esta vez la clase política provincial parece legitimar otra tendiente a crear un desierto verde, un campo enorme sin biodiversidad y sin pueblo. "El campo de soja es una ecuación `mucho para pocos, por poco tiempo´. El monte es lo contrario: son recursos para muchos, por mucho tiempo", explicó Miguel Pellerano, subsecretario de Planificación de Políticas Ambientales de la Nación a Viva. Pero por ahora no se hace nada por detenerlo.
Del mismo modo, la maquinaria del capitalismo agroexportador versión siglo XXI incluye un tendido legal, tal y como lo explicó en la misma nota Pablo Muratore (Ceibal y PRADE): "El sistema judicial y la legislación son individualistas. El reclamo comunitario no tiene cabida". Además, aseguró que "los jueces no han incorporado aún el concepto de `servicios de monte´ que usan todas las universidades del país y que calcula, según cada región, el valor económico de la preservación del monte".
Antes de Navidad, integrantes del MOCASE (Movimiento Campesino de Santiago del Estero) se movilizaron junto a otras organizaciones campesinas para pedir al gobierno y a la justicia provinciales por "el derecho a la tierra".
Según Santiago al Día, exigieron la derogación del artículo 182 bis del Código de Procedimiento Criminal y Correccional que habilita los desalojos, y la atención a sus reclamos que -según protestaron- son archivados "sin resolución alguna".
En este sentido recordaron que "sigue pendiente de resolución una denuncia contra el vicepresidente de la Legislatura provincial, Juan Simón, acusado de dirigir como abogado un desalojo de campesinos", tal como lo mostró en agosto el programa Blog conducido por Daniel Tognetti.
La ley que no llegó
El Kirchnerismo desistió de tratar el Proyecto de Ley de Bosques, criticó con dureza Greenpeace:
"Cambio climático, protección del bosque nativo y control de agua tienen que ser los ejes principales de una política de Estado en materia ambiental", dijo el Presidente Néstor Kirchner al inaugurar el período de sesiones ordinarias en el Congreso Nacional en marzo de 2005. Para Greenpeace, esas expresiones y lo que sucedió hoy en la Cámara de Diputados son la muestra elocuente del nivel de hipocresía con que se manejan los temas ambientales en el Gobierno Nacional."
En realidad, como bien dice el artículo, la secretaría de Ambiente nacional apoyó el proyecto de la Comisión de Recursos Naturales presidida por el kirchnerista Miguel Bonasso, pero en la interna del poder parece que la conciencia ambiental no guía las políticas de gobierno, sino otros intereses, tal y como sucede con la minería.
Próximos a un año de elecciones, Juan Carlos Villalonga (director Político de Greenpeace) auguró con escepticismo poca actividad parlamentaria y por ende, lamentablemente, "luz verde para continuar con los desmontes".
TEMAS: Bosques; Política ambiental
Según Greenpeace, interfirieron intereses provinciales ligados a los empresarios. La historia de uno de los lugares más afectados en Santiago del Estero se publicó en Viva, mientras varias organizaciones luchan por salvar el modo de vida de los campesinos.
Foto: MOCASE (Movimiento Campesino de Santiago del Estero)
Un drama socioambiental
"En vías de extinción" es el artículo de Viva, la revista de Clarín, que relata la difícil situación que están atravesando los pobladores de El Algarrobal Viejo, en Santiago del Estero, que incluye desalojos a familias de la zona. Aunque la relación siempre está, en este caso es evidente la problemática que une lo social con lo ambiental. "[El lugar] podría sucumbir a la onda expansiva del boom sojero que ha ido corriendo hacia el norte la frontera agrícola, eufemismo que nombra el reemplazo de bosques autóctonos por tierras para la siembra y la ganedería", se sintetiza allí.
Casi como una renovación de la campaña de Roca, esta vez la clase política provincial parece legitimar otra tendiente a crear un desierto verde, un campo enorme sin biodiversidad y sin pueblo. "El campo de soja es una ecuación `mucho para pocos, por poco tiempo´. El monte es lo contrario: son recursos para muchos, por mucho tiempo", explicó Miguel Pellerano, subsecretario de Planificación de Políticas Ambientales de la Nación a Viva. Pero por ahora no se hace nada por detenerlo.
Del mismo modo, la maquinaria del capitalismo agroexportador versión siglo XXI incluye un tendido legal, tal y como lo explicó en la misma nota Pablo Muratore (Ceibal y PRADE): "El sistema judicial y la legislación son individualistas. El reclamo comunitario no tiene cabida". Además, aseguró que "los jueces no han incorporado aún el concepto de `servicios de monte´ que usan todas las universidades del país y que calcula, según cada región, el valor económico de la preservación del monte".
Antes de Navidad, integrantes del MOCASE (Movimiento Campesino de Santiago del Estero) se movilizaron junto a otras organizaciones campesinas para pedir al gobierno y a la justicia provinciales por "el derecho a la tierra".
Según Santiago al Día, exigieron la derogación del artículo 182 bis del Código de Procedimiento Criminal y Correccional que habilita los desalojos, y la atención a sus reclamos que -según protestaron- son archivados "sin resolución alguna".
En este sentido recordaron que "sigue pendiente de resolución una denuncia contra el vicepresidente de la Legislatura provincial, Juan Simón, acusado de dirigir como abogado un desalojo de campesinos", tal como lo mostró en agosto el programa Blog conducido por Daniel Tognetti.
La ley que no llegó
El Kirchnerismo desistió de tratar el Proyecto de Ley de Bosques, criticó con dureza Greenpeace:
"Cambio climático, protección del bosque nativo y control de agua tienen que ser los ejes principales de una política de Estado en materia ambiental", dijo el Presidente Néstor Kirchner al inaugurar el período de sesiones ordinarias en el Congreso Nacional en marzo de 2005. Para Greenpeace, esas expresiones y lo que sucedió hoy en la Cámara de Diputados son la muestra elocuente del nivel de hipocresía con que se manejan los temas ambientales en el Gobierno Nacional."
En realidad, como bien dice el artículo, la secretaría de Ambiente nacional apoyó el proyecto de la Comisión de Recursos Naturales presidida por el kirchnerista Miguel Bonasso, pero en la interna del poder parece que la conciencia ambiental no guía las políticas de gobierno, sino otros intereses, tal y como sucede con la minería.
Próximos a un año de elecciones, Juan Carlos Villalonga (director Político de Greenpeace) auguró con escepticismo poca actividad parlamentaria y por ende, lamentablemente, "luz verde para continuar con los desmontes".
TEMAS: Bosques; Política ambiental
Comentarios
Muchas felicidades y éxito para el próximo año !!
y gracias por todo el aporte que realizas por tener un planeta con más conciencia ambiental.
Un saludo desde Valparaíso
:)
BOSQUE . . . JAS
“Grave ecocidio forestal, la vida en peligro mortal.”
Los árboles sufren de pie,
por sus raíces, asidas a la fe,
enferman, lloran, fenecen,
tan cruel suerte no merecen.
El más humilde follaje
es víctima del ultraje,
¿quién resarcirá su orgullo,
quién les dará tierno arrullo?
Soy el alma de los bosques
que, por culpa de unos torpes,
“vegetan” con flora inerte
o han encontrado la muerte.
Soy la entraña de los montes,
de colinas, horizontes,
que han quedado desolados,
por algunos desalmados.
Soy la esencia de natura,
víctima de la incultura,
de intereses de unos cuantos,
por los que sufro de espantos.
Florestas de oyamel y pino,
¿porqué tan brutal destino?,
son taladas, son quemadas,
en lugar de ser amadas.
Robles, caobas maderas,
tropicales arboledas,
de la vida son las vetas,
hay que imponer serias vedas.
Contingencias ambientales,
algunas monumentales,
destruyen su ecosistema,
por imperio, por sistema.
¡A impedir que eso suceda,
que su grandeza no muera!,
son los pulmones del orbe,
oxígeno que se absorbe.
Soy la conciencia de todos
los seres humanos probos
que, a toda ciencia y paciencia,
cuidarán de la existencia.
De las frondas, de su fauna,
dejando atrás todo trauma,
remediando el ecocidio,
la sociedad en concilio.
Soy principio de justicia
que, a los pueblos, acaricia,
soy la condena del mundo
que clama, en lo más profundo:
“Talamontes infelices,
que no siguen directrices,
incendiarios despiadados
que, del diablo, son aliados.
Dejen en paz nuestros bosques,
ya somos sus guardabosques,
¡muy pronto tendremos fiesta,
nuestro amor los reforesta!”
Autor: Lic. Gonzalo Ramos Aranda
Pátzcuaro, Michoacán, México, a 06 de junio del 2013
Reg. SEP Indautor No. 03-2013-111212464200-14
A la memoria de la Reserva Ecológica “Estribo Grande”, pulmón de la región de Pátzcuaro, devastada en un 90% (noventa por ciento), debido al incendio ocurrido los días 12 y 13 de abril del 2013.