¿Quieren podar la Ley de Bosques?

El Congreso de la Nación aprobó en general el proyecto de ley Presupuestos Mínimos de Protección Ambiental para los Bosques Nativos. Pero, según Greenpeace, quieren modificar "artículos que representan el espíritu de la ley".


La necesidad de proteger los bosques existentes se ha instalado en la agenda política y mediática débilmente, a pesar del aporte de organizaciones de la sociedad civil y algunos funcionarios y comunicadores que lograron mostrar la relación entre:
-Desmonte
-Desalojo de campesinos y pueblos originarios
-Inequidad entre grandes empresas agrícolo-industriales y agricultores de subsistencia
-Degradación ambiental (erosión de suelos, inundaciones más agresivas, sequías más prolongadas, disminución de la biodiversidad, etc.)

Por ejemplo, Página 12 publicó hoy una columna de la Secretaria de Ambiente de la Nación, Romina Picolotti. Aunque reconoce la importancia de que esta ley se sancione para consolidar "actividades de aprovechamiento sustentable de su patrimonio forestal nativo, en las que ya estamos trabajando", no hay notas que brinden un contexto o la complementen.

La Nación hizo lo propio con la opinión de Alieto Aldo Guadagni, ex delegado argentino ante el Banco Mundial. Tras un recorrido histórico el autor propone algunas medidas para alentar el desarrollo sustentable, aclarando los costos económicos derivados del cambio climático -aquí, los bosques son mencionados por su rol como estabilizadores de emisiones de gases de efecto invernadero.

Objeciones explícitas
Otra vez, como si ambiente fuese antónimo de progreso.

El sector maderero denunció que la "ley Bonasso" -promovida por el diputado de ese apellido- perjudica sus intereses. En La Nación del lunes, el presidente de la Federación Argentina de la Industria Maderera y Afines (Faima), Pedro Reyna defendió su rubro: "No somos depredadores de bosques. Depredadores de bosques son los que van con una topadora y después plantan soja".

Molesto porque su federación no fue convocada, Reyna aseguró que "La norma en trámite directamente clausura la actividad industrial en esos lugares ("donde haya masa forestal nativa") y establece una consideración nacional en el manejo de los bosques, quitándoles a las provincias esa posibilidad".

A cambio, "Reyna subrayó que Faima lanzó recientemente el Plan de Desarrollo Integral para la Industria de la Madera y el Mueble, que aspira a lograr, por medio de la ejecución de programas especiales, 'un crecimiento sostenible de la industria de la madera y el mueble para los próximos diez años'". Empero, crecimiento sostenible no implica indefectiblemente desarrollo sustentable.

Para que la ley se apruebe sin cambios, Greenpeace convoca a la gente a escribir o llamar a los diputados Agustín Rossi, Mariano West, Rafael Bielsa, Oscar Massei y Patricia Vaca Narvaja. Ellos serían algunos de los que podrían incidir en que la ley sea un hecho.

TEMAS: Bosques, Política ambiental

Comentarios

Marcos Bauzá dijo…
Esto me llegó por mail.
La verdad uno no sabe que creer de todo esto.
¿Qué intereses llevan a Miguel Bonasso a promover recortes esenciales de la ley de bosques?

Es todo tan extraño y poco difundido, como sucede cada vez más a menudo en esta administración K.
Unknown dijo…
Hola Marcos: por el momento entendemos que Bonasso quiere que la ley SI se apruebe tal cual fue propuesta, sin modificaciones. Los que se oponen, según Greenpeace, serían los gobiernos de Misiones, Formosa y Salta donde el sector maderero-forestal vio trabas a su negocio. Estaremos atentos para ver qué pasa la próxima semana, cuando la ley sea tratada artículo por artículo, sin que se postergue otra vez el debate.