Por su parte, Cristina Maiztegui, presentada como alma mater de la materia, manifestó que el rol del curso es mostrar cuál es la situación de la problemática ambiental actualmente. Por un lado, "seguimos demostrando la mayor capacidad de transformación del ambiente" pero a su vez "estamos en un proceso de desarrollo de una gran conciencia ambiental". Para lograr la sustantentabilidad, hay que pensar en que los conflictos ambientales son también sociales, así como trabajar en temas como la fragilidad del medio y la irreversibilidad de la degradación si se continúan con "los mismos patrones de producción y consumo". Maieztegui destacó además el trabajo de la Defensoría del Pueblo de la Nación, donde ella es jefa del área de Medio Ambiente, y explicó que desde esa institución "se trata de poner en agenda algunos de los efectos visibles del sistema como la contaminación" pero que la tarea no debería acabar allí y uno de los objetivos es formar funcionarios y diplomáticos capacitados en la temática ambiental. A su vez, resaltó el desarrollo del derecho ambiental en el país, como una vanguardia en América Latina para la resolución de conflictos, y mencionó el rol de un nuevo Estado, con la articulación de las ONGs y las universidades. Entre los otros panelistas que concurrieron a la mesa, Octavio Pérez Pardo, director de conservación del Suelo y Lucha contra la Desertificación de la Secretaría de Ambiente de la Nación, ejemplificó como en su área debe darse una política de Estado en diálogo con el sector privado, ya que los propietarios de las tierras son en gran parte productores agropecuarios. Graciela Tapia, directora de la Fundación Cambio Democrático, agregó que en la resolución de conflictos amtbientales es también importante construir verdaderas instancias de diálogo en la que participen todos los actores involucrados. La materia: Comenzará a dictarse en el segundo cuatrimestre e incluye los siguientes módulos: Política y sustentabilidad ambiental, Desarrollo Sustentable, Conflictos ambientales a nivel global: el cambio climático, Conflictos en torno al uso de los recursos naturales, Instrumentos de la política ambiental y Resolución de conflictos. "El foco gira en torno a la necesidad de contar con herramientas teóricas para analizar correctamente determinados conflictos socioambientales y herramientas prácticas para su resolución de manera sustentable", argumenta el programa, además de "generar conciencia en los futuros decisores acerca de la importancia de una política medioambiental a largo plazo. La Facultad de Ciencias Sociales de la UBA incorporó así una materia en una currícula en que la educación ambiental es escasa, casi ausente en el dictado de los contenidos obligatorios. Para aquellos alumnos que quieran interesarse en la temática, se agrega entonces una alternativa más donde no hay todavía demasiadas alternativas: "Ciencias Sociales y Medio Ambiente" de Héctor Sejenovich en Sociología es la que proporciona un conocimiento más integral, mientras que la oferta incluye a veces seminarios temáticos como "Ecología política y soberanía alimentaria" de Adolfo Boy en Ciencia Política. Es de esperarse que esta iniciativa continúe y se sigan abriendo espacios de discusión sobre la temática, además de proyectos de investigación relacionados, para que el medio ambiente también sea pensado en mayor medida desde la perspectiva social. Así, puede suceder que la conciencia ecológica crezca lo suficiente para entender que lo ambiental y lo humano no pueden separarse.
Mediante una charla en el auditorio de la sede de Parque Centenario de la Facultad de Ciencias Sociales (FSOC) de la UBA, se presentó el martes 29 de mayo la materia optativa "Políticas medioambientales para el desarrollo sustentable" para la carrera de Ciencia Política. Durante la charla, el titular de la asignatura, Eduardo Rodríguez Vergéz, expresó que "es auspicioso que la Carrera incluya lo ambiental dentro de la formación de los alumnos, porque serán los diplomáticos y funcionarios del mañana".
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