"La ley de Basura Cero es la utopía que guía nuestra política pública de gestión de Residuos Sólidos Urbanos (RSU)", explicó el ministro de Medio Ambiente porteño Juan Manuel Velasco en el Congreso Iberoamericano de Recuperación y Reciclado de RSU. Durante la apertura de la actividad, realizada ayer en el hotel Lafayette de la Ciudad de Buenos Aires, el director de Gestión Ambiental, Pablo Mesa, agregó que la norma, reglamentada hace unos días, "es el eje estructurante de nuestra gestión".
En un gobierno en que la cuenta regresiva ya empezó después de la derrota de Jorge Telerman, Velasco se plantea como objetivo principal dejar encaminada la aplicación de la ley de Basura Cero, aunque enfatizó que "el medio ambiente se va a seguir desarrollando sea quién sea que gane". En su disertación, explicó que estamos ante un cambio de paradigma: "Antes el problema era simplemente la limpieza de las calles, ahora es la disposición final de residuos", y mencionó también que la perspectiva anterior sufrió una gran crisis política cuando la Ciudad no encontró dónde seguir acumulando la basura generada.
Según Juan Carlos Villalonga, director político de Greenpeace, también el proceso de sanción de la ley tuvo que ver con la oposición de los vecinos del Conurbano cuando la CEAMSE iniciaba los diálogos con algún municipio para instalar un relleno sanitario en esa localidad, y ante las denuncias de que era la organización quien alentaba las protestas, expresó que "nos enterábamos de las puebladas un día después". El líder ambientalista remarcó además el desafío que enfrenta Buenos Aires: "Es la ciudad más grande del mundo que tiene un programa de Basura Cero", que permite al mismo tiempo evitar la contaminación y el desperdicio de recursos.
En este reto que significa cumplir las metas de que en el 2010 debe haberse reducido el 30% de la basura con disposición a los rellenos sanitarios, Velasco argumentó que lo más difícil es la discusión de intereses económicos que implica una política pública. Así, si bien los cartoneros devenidos recuperadores urbanos podrían asociarse en cooperativas y aumentar sus ingresos, con los cambios propuestos se eliminaría un actor, el de los intermediarios, y a la vez las empresas tendrían que negociar directamente con los trabajadores.
Por su parte, Petro Pereira, director de políticas de Reciclado Urbano de la Ciudad, explicó que la cooperativización es importante porque supone la superación de una lógica individual para tomar conciencia de "la importancia del trabajo colectivo". Luego hizo un detalle de las acciones realizadas hasta ahora, que para Villalonga son insuficientes, y prometió seguir trabajando en la creación de los centros verdes, que permitirán el reciclaje de los materiales, y en el cambio de mentalidad para crear "una cultura ciudadana en la clasificación de residuos".
La comunicación y la educación ambiental son fundamentales para lograr la participación social que permitirá tanto lograr el consenso del interés general contra el particular como concienciar a los ciudadanos de la importancia de la separación en origen de los residuos entre húmedos y sólidos. Para Juan Luis Peri ( Asociación de Periodistas Ambientales) hay que aprovechar que la normativa indica que se debe gastar un 5 por ciento de la campaña de comunicación en la difusión de esta temática que implica "cambiar algo de la costumbre, lo cual no es poca cosa porque implica esfuerzo y dinero".
En este sentido, en palabras de Silvia Révora, del área de Educación Ambiental: "Debemos cuestionar este estilo de vida en su cuestión medular, la sociedad de consumo" y para ello, se necesita también cambiar el paradima de conocimiento. En este marco, la "articulación entre escuela y comunidad, generando conciencia y sensibilidad" es una herramienta fundamental para la funcionaria. Así lo demostró en acciones concretas Carlos Levinton, director del Centro de Investigación de Arquitectura, Diseño y Urbanismo de la UBA, quien mencionó que con la "culturización de las casas, se puede ir a basura cero muy rápido".
"No solo hay un cambio de hábitos, sino de privilegio de los actores", cerró Velasco, que prometió la creación de, al menos, cinco Centros de Selección antes de fin de año, que serán el paso anterior a los Centros de Reciclado, sobre los cuales también hay que trabajar. Cuando el mecanismo esté definitivamente puesto en marcha, se crearán 1.800 puestos de trabajo, y el ministro consideró que los subsidios y la compra del Estado a los materiales recuperados serían una política seria de inversión y promoción social, además de cuidado del ambiente.
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En un gobierno en que la cuenta regresiva ya empezó después de la derrota de Jorge Telerman, Velasco se plantea como objetivo principal dejar encaminada la aplicación de la ley de Basura Cero, aunque enfatizó que "el medio ambiente se va a seguir desarrollando sea quién sea que gane". En su disertación, explicó que estamos ante un cambio de paradigma: "Antes el problema era simplemente la limpieza de las calles, ahora es la disposición final de residuos", y mencionó también que la perspectiva anterior sufrió una gran crisis política cuando la Ciudad no encontró dónde seguir acumulando la basura generada.
Según Juan Carlos Villalonga, director político de Greenpeace, también el proceso de sanción de la ley tuvo que ver con la oposición de los vecinos del Conurbano cuando la CEAMSE iniciaba los diálogos con algún municipio para instalar un relleno sanitario en esa localidad, y ante las denuncias de que era la organización quien alentaba las protestas, expresó que "nos enterábamos de las puebladas un día después". El líder ambientalista remarcó además el desafío que enfrenta Buenos Aires: "Es la ciudad más grande del mundo que tiene un programa de Basura Cero", que permite al mismo tiempo evitar la contaminación y el desperdicio de recursos.
En este reto que significa cumplir las metas de que en el 2010 debe haberse reducido el 30% de la basura con disposición a los rellenos sanitarios, Velasco argumentó que lo más difícil es la discusión de intereses económicos que implica una política pública. Así, si bien los cartoneros devenidos recuperadores urbanos podrían asociarse en cooperativas y aumentar sus ingresos, con los cambios propuestos se eliminaría un actor, el de los intermediarios, y a la vez las empresas tendrían que negociar directamente con los trabajadores.
Por su parte, Petro Pereira, director de políticas de Reciclado Urbano de la Ciudad, explicó que la cooperativización es importante porque supone la superación de una lógica individual para tomar conciencia de "la importancia del trabajo colectivo". Luego hizo un detalle de las acciones realizadas hasta ahora, que para Villalonga son insuficientes, y prometió seguir trabajando en la creación de los centros verdes, que permitirán el reciclaje de los materiales, y en el cambio de mentalidad para crear "una cultura ciudadana en la clasificación de residuos".
La comunicación y la educación ambiental son fundamentales para lograr la participación social que permitirá tanto lograr el consenso del interés general contra el particular como concienciar a los ciudadanos de la importancia de la separación en origen de los residuos entre húmedos y sólidos. Para Juan Luis Peri ( Asociación de Periodistas Ambientales) hay que aprovechar que la normativa indica que se debe gastar un 5 por ciento de la campaña de comunicación en la difusión de esta temática que implica "cambiar algo de la costumbre, lo cual no es poca cosa porque implica esfuerzo y dinero".
En este sentido, en palabras de Silvia Révora, del área de Educación Ambiental: "Debemos cuestionar este estilo de vida en su cuestión medular, la sociedad de consumo" y para ello, se necesita también cambiar el paradima de conocimiento. En este marco, la "articulación entre escuela y comunidad, generando conciencia y sensibilidad" es una herramienta fundamental para la funcionaria. Así lo demostró en acciones concretas Carlos Levinton, director del Centro de Investigación de Arquitectura, Diseño y Urbanismo de la UBA, quien mencionó que con la "culturización de las casas, se puede ir a basura cero muy rápido".
"No solo hay un cambio de hábitos, sino de privilegio de los actores", cerró Velasco, que prometió la creación de, al menos, cinco Centros de Selección antes de fin de año, que serán el paso anterior a los Centros de Reciclado, sobre los cuales también hay que trabajar. Cuando el mecanismo esté definitivamente puesto en marcha, se crearán 1.800 puestos de trabajo, y el ministro consideró que los subsidios y la compra del Estado a los materiales recuperados serían una política seria de inversión y promoción social, además de cuidado del ambiente.
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