Artículo editorial - A una semana de las elecciones
Hasta que no se demuestre lo contrario, la propuesta ambiental del Frente para la Victoria (FpV) es la de Romina Picolotti, actual secretaria de Ambiente de la Nación, con sus virtudes y defectos. Consultada en una de sus últimas apariciones públicas sobre si seguirá ocupando el cargo en el próximo mandato presidencial, la funcionaria se limitó a contestar que "eso lo decidirá la futura presidenta", en alusión obvia a Cristina Fernández de Kirchner, quien no basó su discurso en lo que el actual presidente considera una "política de Estado".
Lo que Picolotti no contestó, obediente a la rápida intervención de uno de sus asesores, fue a la pregunta sobre la evolución de las causas judiciales en su contra, una realizada por un diputado del ARI, iniciadas todas por la publicación de Clarín. Si hablamos de virtud, puede decirse que la política ambiental por primera vez en la historia tiene una presencia considerable en la agenda; si hablamos de defectos, podemos observar que las intenciones todavía no se traducen en avances concretos para el país. Hecho que tal vez se explica por una interna en el gobierno nacional, manifestada en el caso paradigmático de la minería.
Deforestación. Tal vez en este sentido el tratamiento de la ley de Bosques nativos sea otro caso ejemplar del razonamiento mencionado: a pesar de que el proyecto presentado por el diputado Miguel bonasso tiene el auspicio del poder ejecutivo, la norma recién será tratada luego de las elecciones. Claro, podrá pensarse, queda este último acto político para juzgar la gestión de Picolotti, pero lo cierto es que entonces será tarde para basar nuestra elección electoral en el tratamiento de esta problemática, considerada como primera prioridad por las organizaciones ambientalistas.
Contaminación hídrica. En cuanto al siguiente tema en importancia, la contaminación hídrica, este fue el de mayor repercusión tuvo en la Secretaría, pero siempre llevada por influencias externas sin que se asuma un protagonismo necesario. Es el caso obvio de los reclamos de la Asamblea de Gualeguaychú contra las pasteras, pero lo es también el fallo de la Corte Suprema de Justicia que obligó a los estados involucrados a terminar con la contaminación de la cuenca Matanza - Riachuelo, que derivó en la creación de una Autoridad única en manos de Picolotti cuyo plan de saneamiento fue altamente cuestionado.
Minería e interna. La problemática de la minería es el desafío pendiente de la política ambiental, y por cierto que en este punto las perspectivas no parecen favorables, sobre todo por la denuncia de que la minera Barrick Gold es una de las financistas de la campaña de Cristina. Aún más, en un nivel estructural, como siempre apuntamos, este proceso parece ser el punto más conflictivo de la interna entre el grupo del jefe de Gabinete, Alberto Fernández, de quien depende la Secretaría de Ambiente, y el ministro de Planificación Julio De Vido, con jurisdicción sobre la Secretaría de Minería, Jorge Mayoral, que decide sin interferencias la política del sector.
En una entrevista reciente, el candidato a presidente por Proyecto Sur Fernando "Pino" Solanas, afirmó que Mayoral es el alumno político de José Luis Gioja, gobernador de San Juan, promotor del código minero durante el gobierno menemista, quien le dejó la guardia a su hermano César Gioja al frente de la comisión de minería del Senado. No hay que olvidar, tampoco, que el candidato a vicepresidente por el FpV, Julio Cobos, rechazó en su momento como gobernador de Mendoza una ley que impedía la minería a cielo abierto hasta que no se sancionara un Plan Ambiental basándose en la mencionada legislación de los 90.
Quien lo criticaba en su momento, Enrique Viale de la Asociación Argentina de Abogados Ambientalistas, es hoy uno de los referentes de la Mesa Ambiental de la Coalición Cívica, que busca derogar este mismo código minero menemista. La candidata a presidente Elisa Carrió había mencionado por su parte que habrá una autoridad ambiental que "interactúe y pueda vetar y controlar antes de la toma de decisión política en casos en los que pueda haber daño ambiental", al contrario de lo que sucedería hoy con la interna ya mencionada.
También el senador Miguel Ángel Pichetto, quien presentó con Picolotti el compromiso oficial de tratar la ley de bosques en noviembre, es un hombre que se muestra favorable a la minería con utilización de cianuro, en vistas a sus declaraciones en la campaña a gobernador. Así se manifestó en su momento la Asociación Ecologista Piuke, quien consideró que el presidente de la bancada kirchnerista "defiende a ultranzas el marco legal que rige a la minería nacional, que fue creado durante el gobierno de Carlos Saúl Menem".
Energía. Por último, la misma interna puede observarse en el caso de la política energética, controlada a sola voz por la Secretaría de Energía que pasó de la órbita del Ministerio de Economía al de Planificación. Solanas denunció también que se está realizando "la segunda privatización del petróleo", con beneficios a las empresas que atentan contra los intereses nacionales que no asegura la poseción de este recurso estratégico.
Más allá de esto, puede pensarse que Argentina sufre una crisis energética estructural, basada en una matriz concentrada en hidrocarburos, elementos que desde la perspectiva del desarrollo sustentable solo son concebibles para financiar energías limpias y renovables. El gobierno, y en esto coincide en gran medida la oposición, sigue empeñado en seguir con el modelo del carbón, al que le agrega la energía nuclear, criticada desde el ambientalismo por ser contaminante. Además informes de Perfil revelan que la anunciada construcción de Atucha II conlleva grandes peligros contra la seguridad.
¿Sabemos lo que nos falta? La pregunta es entonces si desde la perspectiva de la política ambiental puede considerarse buena la continuidad del proyecto kirchnerista. A pesar de que la temática se instaló en la agenda desde lo discursivo, pueden observarse pocos avances en la materia, luego de que se postergó la promulgación de la ley de bosques. Este artículo intentó hacer un ensayo para difundor parte de lo que falta en política ambiental, el gran interrogante sigue siendo qué fuerza política tiene la verdadera convicción para hacer realidad el desarrollo sustentable.
Artículos relacionados.
ComAmbiental, 26 de marzo de 2007: Se suman las críticas a Picolotti
Perfil, 21 de octubre 2007: Qué proponen los candidatos en ciencia, salud y medio ambiente
Hasta que no se demuestre lo contrario, la propuesta ambiental del Frente para la Victoria (FpV) es la de Romina Picolotti, actual secretaria de Ambiente de la Nación, con sus virtudes y defectos. Consultada en una de sus últimas apariciones públicas sobre si seguirá ocupando el cargo en el próximo mandato presidencial, la funcionaria se limitó a contestar que "eso lo decidirá la futura presidenta", en alusión obvia a Cristina Fernández de Kirchner, quien no basó su discurso en lo que el actual presidente considera una "política de Estado".
Lo que Picolotti no contestó, obediente a la rápida intervención de uno de sus asesores, fue a la pregunta sobre la evolución de las causas judiciales en su contra, una realizada por un diputado del ARI, iniciadas todas por la publicación de Clarín. Si hablamos de virtud, puede decirse que la política ambiental por primera vez en la historia tiene una presencia considerable en la agenda; si hablamos de defectos, podemos observar que las intenciones todavía no se traducen en avances concretos para el país. Hecho que tal vez se explica por una interna en el gobierno nacional, manifestada en el caso paradigmático de la minería.
Deforestación. Tal vez en este sentido el tratamiento de la ley de Bosques nativos sea otro caso ejemplar del razonamiento mencionado: a pesar de que el proyecto presentado por el diputado Miguel bonasso tiene el auspicio del poder ejecutivo, la norma recién será tratada luego de las elecciones. Claro, podrá pensarse, queda este último acto político para juzgar la gestión de Picolotti, pero lo cierto es que entonces será tarde para basar nuestra elección electoral en el tratamiento de esta problemática, considerada como primera prioridad por las organizaciones ambientalistas.
Contaminación hídrica. En cuanto al siguiente tema en importancia, la contaminación hídrica, este fue el de mayor repercusión tuvo en la Secretaría, pero siempre llevada por influencias externas sin que se asuma un protagonismo necesario. Es el caso obvio de los reclamos de la Asamblea de Gualeguaychú contra las pasteras, pero lo es también el fallo de la Corte Suprema de Justicia que obligó a los estados involucrados a terminar con la contaminación de la cuenca Matanza - Riachuelo, que derivó en la creación de una Autoridad única en manos de Picolotti cuyo plan de saneamiento fue altamente cuestionado.
Minería e interna. La problemática de la minería es el desafío pendiente de la política ambiental, y por cierto que en este punto las perspectivas no parecen favorables, sobre todo por la denuncia de que la minera Barrick Gold es una de las financistas de la campaña de Cristina. Aún más, en un nivel estructural, como siempre apuntamos, este proceso parece ser el punto más conflictivo de la interna entre el grupo del jefe de Gabinete, Alberto Fernández, de quien depende la Secretaría de Ambiente, y el ministro de Planificación Julio De Vido, con jurisdicción sobre la Secretaría de Minería, Jorge Mayoral, que decide sin interferencias la política del sector.
En una entrevista reciente, el candidato a presidente por Proyecto Sur Fernando "Pino" Solanas, afirmó que Mayoral es el alumno político de José Luis Gioja, gobernador de San Juan, promotor del código minero durante el gobierno menemista, quien le dejó la guardia a su hermano César Gioja al frente de la comisión de minería del Senado. No hay que olvidar, tampoco, que el candidato a vicepresidente por el FpV, Julio Cobos, rechazó en su momento como gobernador de Mendoza una ley que impedía la minería a cielo abierto hasta que no se sancionara un Plan Ambiental basándose en la mencionada legislación de los 90.
Quien lo criticaba en su momento, Enrique Viale de la Asociación Argentina de Abogados Ambientalistas, es hoy uno de los referentes de la Mesa Ambiental de la Coalición Cívica, que busca derogar este mismo código minero menemista. La candidata a presidente Elisa Carrió había mencionado por su parte que habrá una autoridad ambiental que "interactúe y pueda vetar y controlar antes de la toma de decisión política en casos en los que pueda haber daño ambiental", al contrario de lo que sucedería hoy con la interna ya mencionada.
También el senador Miguel Ángel Pichetto, quien presentó con Picolotti el compromiso oficial de tratar la ley de bosques en noviembre, es un hombre que se muestra favorable a la minería con utilización de cianuro, en vistas a sus declaraciones en la campaña a gobernador. Así se manifestó en su momento la Asociación Ecologista Piuke, quien consideró que el presidente de la bancada kirchnerista "defiende a ultranzas el marco legal que rige a la minería nacional, que fue creado durante el gobierno de Carlos Saúl Menem".
Energía. Por último, la misma interna puede observarse en el caso de la política energética, controlada a sola voz por la Secretaría de Energía que pasó de la órbita del Ministerio de Economía al de Planificación. Solanas denunció también que se está realizando "la segunda privatización del petróleo", con beneficios a las empresas que atentan contra los intereses nacionales que no asegura la poseción de este recurso estratégico.
Más allá de esto, puede pensarse que Argentina sufre una crisis energética estructural, basada en una matriz concentrada en hidrocarburos, elementos que desde la perspectiva del desarrollo sustentable solo son concebibles para financiar energías limpias y renovables. El gobierno, y en esto coincide en gran medida la oposición, sigue empeñado en seguir con el modelo del carbón, al que le agrega la energía nuclear, criticada desde el ambientalismo por ser contaminante. Además informes de Perfil revelan que la anunciada construcción de Atucha II conlleva grandes peligros contra la seguridad.
¿Sabemos lo que nos falta? La pregunta es entonces si desde la perspectiva de la política ambiental puede considerarse buena la continuidad del proyecto kirchnerista. A pesar de que la temática se instaló en la agenda desde lo discursivo, pueden observarse pocos avances en la materia, luego de que se postergó la promulgación de la ley de bosques. Este artículo intentó hacer un ensayo para difundor parte de lo que falta en política ambiental, el gran interrogante sigue siendo qué fuerza política tiene la verdadera convicción para hacer realidad el desarrollo sustentable.
Artículos relacionados.
ComAmbiental, 26 de marzo de 2007: Se suman las críticas a Picolotti
Perfil, 21 de octubre 2007: Qué proponen los candidatos en ciencia, salud y medio ambiente
Comentarios