¿Un cambio de tiempo en la energía?, ¿y el petróleo?

Año nuevo, presidenta nueva, ¿nueva política ambiental en Argentina? La decisión de adelantar una hora los relojes para ahorrar energía que se implementa desde hoy es una débil señal para ser el primer paso en la planificación de una estrategia para el desarrollo sustentable del país. Sin embargo, episodios como el derrame de petróleo ocurrido en la provincia de Chubut no deja más que un sabor amargo ante la percepción del atraso de la política energética.

¿Energía renovada? Si bien el anuncio del cambio de las viejas lamparitas incandescentes por otras de bajo consumo puede ser considerada una buena noticia, para Greenpeace la medida adoptada no fue suficiente. La organización reclamó remplazar la totalidad de la iluminación de los edificios públicos en el plazo de un mes, así como estimó que el cambio de uso horario es "poco efectivo".


En este mismo sentido, según LaTierraSinMal, para el investigador del CONICET Federido Norte la medida “es una aberración porque la hora argentina ya está adelantada” y además pronosticó problemas psicológicos por la alteración del reloj biológico. El cambio, que regirá hasta el 16 de marzo, fue defendido por el bloque kirchnerista, que no descartó que haya dos usos horarios en el país porque el adelantamiento solo ahorra energía en la zona este, especialmente en Buenos Aires.

De todos modos, este es solo uno de los aspectos del Plan Nacional de Uso Racional y Eficiente de la Energía (PRONUDE), que podría ahorrar un 20 por ciento de energía, también establece que los edificioso públicos apaguen los equipos electrónicos al final del día. También se busca incrementar la el Programa de Calidad de Artefactos Energéticos para que haya una mayor oferta que cumpla con las medidas de eficiencia necesarias, tal y como ya se hace con las heladeras.

La Fundación Vida Silvestre (FVSA), por su parte, que viene trabajando para implementar medidas de ahorro energético, como las normas de etiquetado, respaldó el plan como política de estado. "Estamos frente a una de las mejores noticias ambientales del año. Que el Gobierno impulse un plan para el uso racional de la energía es auspicioso", manifestó Carlos Tanides, del Programa Cambio Climático y Energía mediante un comunicado.

Energía del pasado. Mientras tanto, de lo que nadie tiene dudas es que el derrame de petróleo ocurrido en Caleta Cordova, al sudeste de Chubut, es la peor noticia ambiental para despedir el año. Para la ministra de Ambiente provincial, Mónica Raimundo, es obvio en este caso que la empresa no asumió la responsabilidad social necesaria, ya que no hubo un aviso del derrame a partir del monitoreo satelital que debería realiarse de los barcos que transportan el combustible contaminante. Esta demora no hizo más que extender el problema.

Siguiendo esta perspectiva, el coordinador del Programa Marino de la FVSA, Guillermo Cañete, afirmó en un comunicado que “existen protocolos y procedimientos que permiten detectar y proceder en forma inmediata ante un accidente de estas características, lo que permite actuar tempranamente y aumentar las oportunidades para controlar mejor el problema. Esto no es lo que ha ocurrido en esta ocasión, probablemente por negligencia de los responsables del hecho”.

De todos modos, el gobierno de Chubut no está excento de las críticas, ya que el plan de contingencia que se está amplicando adolece, paradójicamente, de ser una improvisación. Aunque la responsabilidad primaria se aplica a las empresas, es el Estado quien debe controlar que existan medidas para este tipo de accidentes, que no es extraño a esta fuente de energía sucia como es la de los hidrocarburos.

En este sentido, desde la Fundación Patagonia Natural se destacó como alarmante que, en la principal región petrolera argentina, no exista un plan articulado y eficiente para evitar este tipo de desastres ambientales, que afecta sobre todo a las aves marinas, y del que el ambiente tardará años en recuperarse. La organización está haciendo lo posible: tratar de mitigar los impactos y de salvar a los animales empetrolados, entre ellos los pingüinos.

De todos modos, el gobernador Mario Das Neves anunció una demanda de 50 millones de dólares y una pena de prisión de 3 a 10 años para el operador culpable, que deberá ser encontrado mediante una investigación. Ante esta circunstancia, habrá que esperar si se cumple la ley frente a la posibilidad cierta de que sea una empresa multinacional petrolera la responsable del hecho.

¿Cambio?. Oscar Ocariz, de la FPN, señaló a Página 12 que “no hubo ni hay un plan de contingencia, tampoco elementos para contener el petróleo, sistemas de dispersión, ni equipos tecnológicos disponibles para controlar el derrame o disminuir su impacto, que la Prefectura tiene pero no Comodoro Rivadavia”. Seguramente, no es cuestión de llorar sobre el petróleo derramado, sí de aplicar las sanciones correspondientes y de aprender, esta vez sí, la lección: el hidrocarburno es una energía sucia, no solo por estas tragedias, sino por ser el principal causante del calentamiento global.

Entonces, una verdadera política energética, que sea el corazón del país, incluye el fomento de energías limpias y renovables, como la solar y la eólica, que tiene un potencial desaprovechado, en la misma zona donde se produjo el accidente. La eficiencia energética es una buena medida, pero hace falta aplicarla a fondo, no solo en el sector público, sino a toda la sociedad, e implica en su razón fundamental no caer en el consumismo y vivir responsablemente.

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