Agua para reflexionar

¿Qué es el agua? ¿La valoramos, la cuidamos? En el Día mundial del Agua, entremezclado con tiempos de Pascua, proponemos mirar en el agua, bucear en su reflejo, para dejar que confluyan sentimientos, recuerdos, autocríticas y propuestas sinceras.


Viaje hacia el interior
Si con un cerrar de ojos pudiésemos percibirnos como gotas de agua, viajando por todo el país en forma de lluvia, río, napa, glaciar, vapor, nieve, granizo, nube y mar... ¿Qué veríamos? ¿Con cuántas y con cuán diversas gotas nos encontraríamos?

 En el norte argentino conoceríamos miles de ellas, en prepotente abundancia, algunas cansadas de tanto arrasar desde Bolivia y otras obligadas a devorar viviendas y actividades humanas dispuestas en su camino.

Sin embargo, tanta desgracia y tanta indiferencia nublan de tal modo los ojos, que artistas y manos solidarias tuvieron que hacer una réplica en los lagos de Palermo para que la sociedad tome conciencia y ayude.

Foto: La Nación

En el litoral, veríamos las magníficas cataratas del Iguazú que atraen numerosos turistas. Pero también seríamos testigos de las represas en asecho, que en nombre de la electricidad y el comercio quieren ahogar tradiciones, salud y naturaleza viva. Y no olvidemos las papeleras que intoxican su entorno, caso que Gualeguaychú quiere evitar con Botnia.

Hacia la cordillera de los Andes, de las pequeñas gotas que hay, muchas están contaminadas producto del cocktail químico utilizado por las empresas mineras que no reciben control.

En la región centro, la urbanización sin tratamiento de los efluentes cloacales e industriales se suma al exceso de fertilizantes y pesticidas que tornan la parte más fértil del país en un caldo de cultivo incierto.

Los máximos exponentes son las cuencas Matanza-Riachuelo y Reconquista. La primera se encuentra en una instancia judicial histórica mientras que la segunda espera encontrar mejoras antes de llegar al nivel de insalubridad del Matanza-Riachuelo. Lo peligroso es que ambos desembocan en el Río de la Plata, fuente de agua potable para casi 10 millones de habitantes.

En la Patagonia, todavía quedan huellas de la mancha de petróleo que se abalanzó sobre playas de Caleta Córdova en Chubut a fines del año pasado, afectando las arenas, los peces y las aves del lugar. Hacia las montañas, la privatización de cursos de agua y la instalación de minas y represas amenazan latentes. Y la mayoría de los glaciares se contrae en presencia del calentamiento global.

Afortunadamente, en cada una de estas regiones todavía quedan lágrimas que se conmueven y gotas de sudor incansables que -cada una a su manera- defienden el derecho a un ambiente sano para el presente y para las generaciones futuras.

"El agua nunca es el agua", repite Ramón Vargas coautor de El hidroscopio. El uso que hagamos del agua (vital, económico, espiritual, social, político, etc.) es lo que la define. Que ese uso sea conciente, respetuoso y sustentable depende de nuestra forma de pensar y de actuar.

Comentarios

A simple vista, el panorama es aterrador. Sin embargo, afortunadamente, todavía se puede hacer algo para degradar al mínimo el ambiente y atenuar las consecuencias de estos desastres. Primero viene la concientización, y luego, todo lo demás.
Por suerte hay personas que hoy luchan por un presente y futuro mejor, y entre ellas ustedes están incluidos.

Una y mil veces: ¡¡¡¡ GRACIAS COMAMBIENTAL!!!!

Saludos;

Anahí M. Llanes.
Anónimo dijo…
Muchas gracias por el comentario...
enlazo tu post y bueno, sí, es hora de tomar conciencia sobre la adminsitración del agua, como digo en mi blog.

Se debe basar esto en principios de solidaridad y no en la arbitrariedad de quien paga más...