Carbono: por una huella que disminuya de diez en diez

Ayer se lanzó "10:10", una campaña mundial contra el cambio climático que busca reducir las emisiones de carbono un 10% por año, comenzando por el 10 del 10 del 2010. En la Argentina, dos organizaciones encabezaron actividades de concientización en Buenos Aires, Córdoba, Rosario y Mar del Plata.

Ambientate, anfitrión de 10:10 en Buenos Aires, recibía buenos deseos para colgar en el árbol reciclado a partir de desechos. Imagen: ComAmbiental.
Para ello se trató el por qué, para qué y principalmente cómo achicar la huella de carbono desde el campo individual. Aunque cada sociedad tiene responsabilidades diferenciadas, quedó de manifiesto que el poder de cambio está en todas y cada una de las personas por el solo hecho de ser cohabitantes de esta Tierra.
Eficiencia energética. La idea nació en Gran Bretaña a partir del documental "The age of stupid" de Franny Armstrong (2009) que justamente predice lo que sucederá en 2055 si en el presente no se toman cartas en el asunto. El objetivo es alentar al ciudadano común, a las empresas y las organizaciones a virar hacia hábitos de consumo más responsables.

"Nadie habla de dejar de bañarse o dejar de utilizar petróleo o minerales porque es imposible", aclaró Laura Martínez Quijano, encargada de la gestión ambiental de la Embajada Británica que además presentó la campaña en una feria organizada por Ambientate en Buenos Aires. Por el contrario, convocó a tomar conciencia sobre el derroche de energía provocado tanto para la iluminación o calefacción propia, como para la producción, el transporte y la disposición final de los productos, servicios o alimentos consumidos.

Dado que el calculador de la huella de carbono para la Argentina todavía no está online, se puede estimar las emisiones con la planilla que la Secretaría de Ambiente de la Nación presentó en 2008. Entonces, la dependencia nacional adujo que un habitante promedio deja una huella de carbono de 5.71 toneladas por año y para reducirla también propuso una serie de acciones que se pueden implementar en la vida cotidiana.

Revolución en las fuentes. En el marco de 10:10, Greenpeace aprovechó el fin de semana largo para repartir molinillos de viento entre quienes disfrutaban en los parques de las principales ciudades turísticas. Así promovió la energía eólica y rechazó la usina de carbón de Río Turbio que expresa, según la ONG ambientalista, los planes del gobierno nacional de instalar entre 12 y 21 plantas carboníferas.

Greenpeace recordó que la campaña busca “mostrar al mundo entero que nosotros, el pueblo, podemos hacerlo, pero necesitamos políticas energéticas decisivas provenientes de los líderes para combatir el cambio climático a una escala en la que realmente importe”.

En ese sentido, Martínez Quijano -consultada por ComAmbiental- explicó que "el gobierno británico está adherido a las metas de la Unión Europea de reducir un 80% sus emisiones de carbono para el año 2050 en relación a los parámetros de 1999". Para ello, busca diversificar su matriz con un "20% de energías renovables para 2020" -sobre todo la eólica- e impulsar fuertemente el uso eficiente de la energía tanto en particulares como en empresas y oficinas estatales.

Frente a la exploración petrolera en las Islas Malvinas que suscitó un conflicto diplomático entre Argentina y el Reino Unido, Martínez Quijano dijo que era terreno de las autoridades pertinentes y lo que demostraba era justamente la necesidad de ahondar en el uso responsable de la energía.


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