COP 10 Biodiversidad: decidieron sobre la vida en la Tierra por los próximos 10 años

La semana pasada, en la décima Conferencia de las Partes de la Convención de Diversidad Biológica celebrada en Nagoya, Japón, representantes de 193 países y organismos internacionales consensuaron medidas inferiores a las recomendadas por científicos, ambientalistas y agrupaciones indígenas.

Imagen: Página oficial del Convenio sobre la Diversidad Biológica
En el año de la Biodiversidad, el plan estratégico 2011-2020 propone proteger menos de lo sugerido y la definición del financiamiento quedó aplazada para la reunión de 2012. Con aplausos y críticas se incluyeron temas como el cambio climático, los biocombustibles, los conocimientos tradicionales y nuevos protocolos para el uso de los recursos genéticos.

El Servicio de Información y Noticias de España (SINC) difundió que el plan acordado fue "poco ambicioso" ya que se decidió conservar el 17% de la superficie terrestre y el 10% de la marina, cuando "los ecologistas pedían el 20%" para ambos casos, considerando que "en la actualidad, la superficie terrestre protegida es del 13% y los océanos sólo lo están en menos del 1%".

En tanto, la aprobación de nuevos protocolos ABS (Access and Benefits Sharing) para el acceso y la distribución de los beneficios derivados de los recursos genéticos fue un logro tras diez años de conversaciones. Sin embargo, para algunos sectores fue "una obra maestra de la ambigüedad", según publicó el Instituto Internacional para el Desarrollo Sustentable (IISD).

A pesar de que se defendió el principio precautorio, no se tomó la recomendación científica de establecer moratorias concretas sobre la liberación al ambiente de organismos genéticamente modificados. Diferentes voces indígenas entrevistadas por la Agencia Pulsar interpretaron que de este modo "los países industrializados consiguieron impedir mecanismos de control", al tiempo que "el comercio y patentes de recursos biológicos todavía cuentan con más prioridad que la protección ambiental".

La importancia de los ecosistemas en el sector privado. La novedad en esta cumbre, según resaltaron organizaciones como Fundación Vida Silvestre Argentina, es que por primera vez participaron representantes de las empresas privadas que tienen gran peso en el desenvolvimiento mundial.

Para ello fueron contundentes los informes "Directores Ejecutivos de las Empresas (CEO)" y "La Economía de los Ecosistemas y Biodiversidad (TEEB)" lanzados por el Programa de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA). Allí se visualizó que la disminución de la biodiversidad puede representar pérdidas de entre 10 mil millones y 50 mil millones de dolares para las compañías.

PNUMA aclaró en un comunicado que las pérdidas abarcan distintos factores:
- Las empresas dependen estrechamente de los recursos naturales
- La sobreexplotación que las empresas hagan sobre los recursos naturales representa un riesgo para su reputación, lo que repercute en su nivel de ventas, disminuye el valor de sus acciones y perjudica la posibilidad de obtener crédito
- Es probable que se incrementen las demandas legales contra las empresas por daños directos o indirectos a especies y hábitats naturales
- La pérdida de los servicios ambientales -como el agua segura, el clima templado o la fertilidad de los suelos- aumenta los riesgos de inversión.

Asimismo, la ministra de Medio Ambiente de Francia, Chantal Jouanno, expresó ante la BBC: "pensar en resolver el problema de la pérdida de biodiversidad sólo con fondos públicos es una ilusión". En coincidencia, el Fondo para el Medio Ambiente Mundial (FMAM), el Banco Mundial y IUCN crearon la iniciativa "Salvemos Nuestras Especies (Save Our Species- SOS)" para que las empresas contribuyan a formar "para 2015, el mayor fondo mundial para la conservación de las especies".

Los ecosistemas en la contabilidad nacional. ComunicaRSE resaltó en un artículo que "los servicios de los ecosistemas y otros bienes naturales no-comercializados representan, en algunos países en desarrollo grandes, entre el 47 y el 89% del conocido como PBI de los pobres".

En este contexto, el Banco Mundial lanzó un programa de "contabilización ecológica" dirigido a los estados nacionales, que comenzará a modo de prueba en India y Colombia. En la Argentina, se está gestionando una acción similar desde el ámbito científico y legislativo, conforme informó ComAmbiental el mes pasado.

Para comprenderlo mejor, Janet Ranganathan del Instituto de Recursos Mundiales (World Resources Institute (WRI) explica: “Un país puede talar sus bosques, drenar sus humedales y contaminar sus fuentes de agua y nada de eso aparecerá en el sistema contable nacional. Si en cambio le damos valor a estos activos, la esperanza es que lo que se mide será administrado y tendrá mayor apoyo público para decisiones de interés social y ambiental”.

Ranganathan advierte que en la mentalidad actual "proteger el ambiente es un impedimento para el desarrollo". La propuesta entonces implica que “al incluir los ecosistemas a la par del capital, el trabajo y otras unidades que comúnmente constituyen las cuentas nacionales, los gobiernos alentarán el crecimiento económico sosteniendo o incluso aumentando sus bienes naturales”.

Tiempos decisivos. Los organizadores de la COP 10 coincidieron en que la próxima década podría ser testigo de una pérdida de biodiversidad “irreversible”.

La próxima Conferencia será en 2012, en Nueva Delhi, India. Hasta entonces Jane Smart, directora del Grupo de Conservación de la Biodiversidad de IUCN, convocó a continuar fortaleciendo las acciones de conservación en todos los ámbitos de decisiones -sean públicas o privadas-, dado que sin esos esfuerzos realizados la Lista Roja -que ya es alarmante- hubiese tenido al menos 20% más de especies amenazadas, con los riesgos que eso implica para la humanidad.

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