En Catamarca, la muerte de un conductor ajeno al espectáculo se suma a la lista de víctimas del Dakar, calificado por el Vaticano -según The Wall Street Journal- como la “sangrienta carrera de la irresponsabilidad” con riesgos para los participantes, los espectadores y el ambiente. En esta columna, la comunicadora social Martina Rivas analiza el espíritu de un evento que para 2012 se especula abarcará también Perú y Brasil.
Los daños colaterales del Rally Dakar
Una realidad que nos venden como inmodificable
Bajo el título: “Fatal accidente en Tinogasta. Colisionaron un vehículo del Dakar y un particular”, algunos periódicos de la provincia de Catamarca informaron de la embestida por parte de un vehículo participante en la competencia Rally Dakar 2011 a un particular que transitaba por la ruta 60, en el departamento de Tinogasta, el pasado 13 de enero, causando la muerte de su conductor, Marcelo Reales, de 42 años.
Si bien las marcas en el asfalto dan cuenta que claramente el vehículo del Dakar se cruzó de carril chocando frontalmente al particular que venía transitando por la ruta, los periódicos justificaron el hecho como "producto del inhumano esfuerzo que tuvieron que soportar los participantes" que venían retrasados en la carrera.
Es muy triste leer cómo los propios habitantes del lugar siguen poniendo en el plano de grandes proezas y hazañas dignas de loas la competencia del Dakar aunque ellos no compitan, aunque no participen ni cerca del negocio que implica para las grandes empresas que lo mueven, aunque sea algo totalmente pasajero, que seguramente en unos años ya no exista y deje lo poco que se levantó en torno a esto inutilizable, aunque provoque un gran daño ambiental o todos los servicios que nunca se ponen a disposición de los habitantes de la zonas por donde pasa el Rally Dakar (centros de salud, acceso a agua potable, transporte, etc.) aparezcan en y para la competencia exclusivamente y con ella desaparezcan.
Así y todo, los periodistas locales muestran su embelesamiento con el espectáculo y cuentan la pérdida de la vida humana, la de un vecino, como un punto más a favor de esta "terrible odisea que tienen que soportar los pilotos", cual niños jugando en esos juegos virtuales que suman puntos matando a otros sean de su equipo o no, estén en la competencia o sean simples espectadores. Lo que vale es avanzar, no importa a costa de qué o quiénes.
Cada año, el Rally Dakar se cobra vidas humanas de participantes y espectadores, pero ajenos a estos hechos, una vez finalizados los festejos en los podios, los medios de comunicación y los gobiernos provinciales (que sueñan con recibir unos pesos más no importa a costa de qué y quienes) ya están difundiendo el nuevo circuito para el año siguiente. ¿Cuántas muertes más? ¿Cuántas injusticias más habrá que soportar hasta no permitir esta competencia en nuestro país?
Año a año las voces de reclamo se suman para impedir el desarrollo de la competencia en nuestro país. Distintas organizaciones de Argentina trabajan denunciando el impacto que el Rally Dakar ocasiona en el ambiente, en las localidades y sobre la gente. Aún parece que no son suficientes banderas las que hemos levantado en este sentido, para el 2012 volveremos a ver la de cuadros blanca y negra, agitada por fervorosas manos ávidas de espectáculo.
Ver más:
ComAmbiental: "Al pueblo pan y Dakar" (11/1/2009)
Página/12: "Es el medio ambiente, estúpidos" (17/1/2009)
Notio: "Dakar 2011: ¿Una carrera responsable?" (6/1/2011)
Observatorio: La TV Pública destacó la participación del gobernador de San Juan, José Luis Gioja, en la cobertura del Rally Dakar.
En Córdoba, se denunciaron graves infracciones (ver recuadro). Fuente: FUNAM |
Los daños colaterales del Rally Dakar
Una realidad que nos venden como inmodificable
Por Martina Rivas
Comunicadora Social
Para ComAmbiental
Bajo el título: “Fatal accidente en Tinogasta. Colisionaron un vehículo del Dakar y un particular”, algunos periódicos de la provincia de Catamarca informaron de la embestida por parte de un vehículo participante en la competencia Rally Dakar 2011 a un particular que transitaba por la ruta 60, en el departamento de Tinogasta, el pasado 13 de enero, causando la muerte de su conductor, Marcelo Reales, de 42 años.
Si bien las marcas en el asfalto dan cuenta que claramente el vehículo del Dakar se cruzó de carril chocando frontalmente al particular que venía transitando por la ruta, los periódicos justificaron el hecho como "producto del inhumano esfuerzo que tuvieron que soportar los participantes" que venían retrasados en la carrera.
Es muy triste leer cómo los propios habitantes del lugar siguen poniendo en el plano de grandes proezas y hazañas dignas de loas la competencia del Dakar aunque ellos no compitan, aunque no participen ni cerca del negocio que implica para las grandes empresas que lo mueven, aunque sea algo totalmente pasajero, que seguramente en unos años ya no exista y deje lo poco que se levantó en torno a esto inutilizable, aunque provoque un gran daño ambiental o todos los servicios que nunca se ponen a disposición de los habitantes de la zonas por donde pasa el Rally Dakar (centros de salud, acceso a agua potable, transporte, etc.) aparezcan en y para la competencia exclusivamente y con ella desaparezcan.
Así y todo, los periodistas locales muestran su embelesamiento con el espectáculo y cuentan la pérdida de la vida humana, la de un vecino, como un punto más a favor de esta "terrible odisea que tienen que soportar los pilotos", cual niños jugando en esos juegos virtuales que suman puntos matando a otros sean de su equipo o no, estén en la competencia o sean simples espectadores. Lo que vale es avanzar, no importa a costa de qué o quiénes.
Cada año, el Rally Dakar se cobra vidas humanas de participantes y espectadores, pero ajenos a estos hechos, una vez finalizados los festejos en los podios, los medios de comunicación y los gobiernos provinciales (que sueñan con recibir unos pesos más no importa a costa de qué y quienes) ya están difundiendo el nuevo circuito para el año siguiente. ¿Cuántas muertes más? ¿Cuántas injusticias más habrá que soportar hasta no permitir esta competencia en nuestro país?
Año a año las voces de reclamo se suman para impedir el desarrollo de la competencia en nuestro país. Distintas organizaciones de Argentina trabajan denunciando el impacto que el Rally Dakar ocasiona en el ambiente, en las localidades y sobre la gente. Aún parece que no son suficientes banderas las que hemos levantado en este sentido, para el 2012 volveremos a ver la de cuadros blanca y negra, agitada por fervorosas manos ávidas de espectáculo.
El Rally Dakar sigue pero en la justicia
"La carrera terminó este fin de semana pero los delitos que se cometieron siguen vigentes y no caducan”, expresó Raúl Montenegro, presidente de la Fundación para la defensa del Ambiente (FUNAM). Su organización querelló penalmente a funcionarios de la provincia de Córdoba y organizadores y competidores del Rally Dakar por “graves infracciones” al Código de Tránsito.
Ver más:
ComAmbiental: "Al pueblo pan y Dakar" (11/1/2009)
Página/12: "Es el medio ambiente, estúpidos" (17/1/2009)
Notio: "Dakar 2011: ¿Una carrera responsable?" (6/1/2011)
Observatorio: La TV Pública destacó la participación del gobernador de San Juan, José Luis Gioja, en la cobertura del Rally Dakar.
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