A 25 años de Chernobyl, a 46 días de Fukushima

Un cuarto de siglo pasó desde aquella explosión en la planta nuclear en Ucrania que contaminó la salud y el ambiente de toda Europa. Cuando el fantasma de la nube radiactiva parecía sepultado con la implementación de nuevas medidas de seguridad, la crisis en la central de Fukushima-I en Japón, volvió a poner a la energía nuclear en el ojo del debate, incluso en la Argentina.

Protesta en la Central Atucha I en Lima, provincia de Buenos Aires. Foto: Greenpeace.

Aún hoy, miles de personas padecen cáncer o malformaciones como consecuencia de Chernobyl, además de los que debieron mudarse sin más explicación y los que ya murieron enfermos. En el epicentro, a pesar de que hay una veda en 30 kilómetros a la redonda, más de 3.000 operarios siguen trabajando diariamente para controlar la radiactividad y desmantelar la planta.


Por otro lado, 24 gobiernos nacionales y la Comisión Europea financian un proyecto para construir un gran sarcófago de 105 metros de alto y 257 de ancho que pueda contener el problema hasta que se invente la solución. Esto no sucederá en Japón, según sostienen los defensores de la energía nuclear porque las circunstancias son distintas, a pesar de que Fukushima-I haya alcanzado la máxima escala INES como Chernobyl.

El economista ambiental Antonio Brailovsky citó al periodista científico Leonardo Moledo que afirmó en El Argentino que "lo que deja como enseñanza lo ocurrido en Japón no es que la generación de energía mediante centrales nucleares sea intrínsecamente peligrosa, sino que nunca se reforzarán bastante los sistemas de seguridad", a lo que se preguntó: "si ningún sistema de seguridad va a dejarnos tranquilos, ¿para qué queremos ese tipo de energía?".

¿Por casa cómo andamos? Greenpeace y la consultora MBC Mori realizaron una encuesta a 600 personas de la que dedujeron que “7 de cada 10 argentinos rechaza la energía nuclear por considerarla sumamente peligrosa, contaminante y costosa”.

Las respuestas mostraron mayor conocimiento del tema, en relación con relevamientos anteriores, debido a la mediatización del problema en Japón. En ese contexto, “el 64% de los entrevistados considera que la central nuclear de Atucha II no debería terminar de construirse y que el financiamiento previsto para este proyecto debería ser destinado a programas de energía eólica”, informó la organización.

Por su parte, Roque Pedace de Amigos de la Tierra disparó un interrogante: “¿por qué el Plan de Residuos Radiactivos no se ha discutido en las dos cámaras como debía hacerse de acuerdo con una ley que fue aprobada hace más de 15 años? y ¿por qué en cambio las futuras centrales nucleares fueron aprobadas casi con consenso absoluto y sin la menor discusión pública hace dos años?”. A lo que la diputada Fernanda Reyes enfatizó la necesidad de que la ciudadanía participe activamente y se movilice como sucedió con la Ley de Glaciares.

ComAmbiental lo había planteado en 2006. Ahora, frente a la inminente inauguración de Atucha II y la construcción de una cuarta central en Formosa, los habitantes de la Argentina tienen un debate necesario y todavía pendiente sobre qué energía queremos, para qué la queremos y, sobre todo, a qué costo.
Actividades de interés en la Ciudad de Buenos Aires:
Martes 26/4. 10hs "Para recordar a quienes sufrieron esta tragedia e informar al público sobre los riesgos actuales de la energía nuclear", Greenpeace instala una muestra del fotógrafo holandés Robert Knoth con imágenes de las víctimas de Chernobyl en la Plaza San Martín.
Jueves 28/4. 18hs Ñ - Clarín invita al panel: “Explosiones nucleares, epidemias y calentamiento global: cuando la ciencia se mete en las noticias” junto a integrantes de la Red Argentina de Periodismo Científico, en la Feria Internacional del Libro, en el predio de La Rural.
Ver también:
Día de la Tierra: La crisis nuclear japonesa y el proyecto atómico de Gioja (22/4/2011)
ComAmbiental: Sección de Energía Nuclear.

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