La Fundación Ambiente y Recursos Naturales (FARN) convocó a funcionarios destacados en el ambiente, para debatir en la Facultad de Derecho de la UBA en el marco de la presentación del Informe Ambiental Anual 2011 elaborado conjuntamente por académicos, científicos y representantes de organizaciones ambientalistas.
Así expuso “una herramienta indispensable” en este año electoral, según prologó el Defensor del Pueblo de la Nación, Anselmo Sella. A su vez dejó expuesta la necesidad de promover mayor compromiso de la dirigencia política y mayor participación ciudadana informada para temas clave como la matriz energética, el cambio climático, los presupuestos mínimos de conservación y el ordenamiento territorial para las actividades productivas.
El compromiso de la juventud. El encuentro comenzó con la entrega del Premio de Monografía Adriana Schiffrin, abocado esta vez al cambio climático. La ganadora fue la joven abogada Belén Aliciardi quien analizó los mecanismos internacionales y del Mercosur, al tiempo que presentó recomendaciones y casos nacionales ejemplares sobre adaptación y mitigación. Su meta es contribuir a lo que propuso Al Gore: “ser la generación que hizo lo que debía”, según dijo a ComAmbiental.
El investigador Pablo Canziani (UCA-CONICET) resaltó la importancia del tema y de que muchos jóvenes participaron en el concurso. “Hablar de cambio climático es hablar de la crisis de la sociedad del siglo XXI”. Explicó que replantea “cómo nos manejamos como parte de la biosfera”, lo que implica también atender los impactos ambientales en la pobreza, “la falta de participación ciudadana y la falta de sistemas científicos fuertes que provean información para la gestión”.
¿Por qué el ambiente no está al tope de la agenda en el año electoral? Con esa pregunta abrió el debate el periodista que ofició de moderador, Sergio Elguezabal. La diputada nacional Fernanda Reyes (Coalición Cívica) alegó que “tenemos un modelo extractivista y cortoplacista, y de esa manera se perjudica al país ya que se trabaja pensando sólo en los próximos cuatro años”. No obstante, reconoció que hay un cambio en la sociedad “sobre todo en la concepción del agua donde la Ley de Glaciares marcó un antes y un después”.
El diputado nacional Miguel Bonasso (Diálogo por Buenos Aires) fue más duro: “No puede ser que la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación sea casi inexistente, nos hemos convertido en un país dedicado exclusivamente al monocultivo, cuando en realidad la diversificación es la clave para lograr el desarrollo sustentable”.
En cambio, la senadora nacional Norma Morandini (Alianza Frente Cívico), agradeció que el tema ambiental no sea un tema electoral, “si no sería sólo propaganda en épocas de elecciones”. Y explicó que “la agenda ambiental exige participación” y “diálogo profundo” entre los distintos sectores sociales.
En ese sentido el presidente de la Agencia de Protección Ambiental de la Ciudad de Buenos Aires, Javier Corcuera arremetió: “existe una enorme incapacidad por parte del Estado Nacional para generar diálogos más abiertos, con controles cruzados y que incluya a las organizaciones civiles”, sin “miedo a los intereses que existen”.
Por su parte, el diputado provincial de Entre Ríos Jorge Kerz (Peronismo Federal), se refirió a una experiencia positiva. El reciente Código Ambiental de Entre Ríos con media sanción en el Congreso provincial, se trató de manera participada, con herramientas como el Ordenamiento Ambiental del Territorio, la Evaluación Ambiental Estratégica y la Evaluación de Impacto Ambiental “que son indispensables para analizar proyectos de diversa índole como por ejemplo agropecuarios y manejo de agroquímicos”, destacó el legislador.
En el tintero. La crisis nuclear de Japón se coló entre las preguntas del público. Bonasso anunció entonces que “durante este año se realizará en el ámbito de la Comisión de Recursos Naturales de la Cámara de Diputados un debate profundo y abierto sobre la energía nuclear en Argentina, para el que se convocará a diferentes científicos y especialistas en la materia.”
Otros temas que propuso la audiencia fueron ahondar en la participación y concientización para la gestión integral de residuos sólidos urbanos, visibilizar el saqueo silencioso del Mar Argentino (es decir fuera de la agenda pública o mediática) y comprometer a todos los actores sociales por el simple hecho de ser humanos.
Desafíos culturales. La directora ejecutiva de FARN, María Eugenia Di Paola, reveló “las falsas antinomias y dicotomías reales” que hay que modificar para fomentar una interdependencia en la institucionalidad y que las decisiones tengan un carácter –al igual que el ambiente- circular e integral.
Así instó a trabajar desde la educación y la prevención en lugar de la reacción, y comprender que la participación ciudadana no es obstáculo para la toma de decisiones eficientes. También desmitificó las falaces oposiciones de “ambiente vs economía o desarrollo”, “desarrollo interno vs comunidad internacional”, “Provincia vs Nación”, “rol de las autoridades vs rol de la ciudadanía”. Para ello, el Informe Ambiental 2011 ofrece investigaciones sobre los principales temas ambientales que empoderan la decisión política.
A su vez incorporó un sistema de indicadores y observatorio de medios para seguir a lo largo de los años la evolución del ambiente en la agenda pública y mediática. Las expectativas están puestas en este año que define el rumbo de los próximos cuatro, y también la mirada está en el 2012 que será Río+20, es decir el momento para evaluar si 20 años no es nada después del hito que marcó la conferencia internacional Eco '92 en Río de Janeiro para la historia del ambientalismo global.
Sergio Elguezabal de pie, luego Jorge Kerz, Javier Corcuera, Fernanda Reyes, Norma Morandini y Miguel Bonasso. Foto: ComAmbiental. |
Así expuso “una herramienta indispensable” en este año electoral, según prologó el Defensor del Pueblo de la Nación, Anselmo Sella. A su vez dejó expuesta la necesidad de promover mayor compromiso de la dirigencia política y mayor participación ciudadana informada para temas clave como la matriz energética, el cambio climático, los presupuestos mínimos de conservación y el ordenamiento territorial para las actividades productivas.
El compromiso de la juventud. El encuentro comenzó con la entrega del Premio de Monografía Adriana Schiffrin, abocado esta vez al cambio climático. La ganadora fue la joven abogada Belén Aliciardi quien analizó los mecanismos internacionales y del Mercosur, al tiempo que presentó recomendaciones y casos nacionales ejemplares sobre adaptación y mitigación. Su meta es contribuir a lo que propuso Al Gore: “ser la generación que hizo lo que debía”, según dijo a ComAmbiental.
El investigador Pablo Canziani (UCA-CONICET) resaltó la importancia del tema y de que muchos jóvenes participaron en el concurso. “Hablar de cambio climático es hablar de la crisis de la sociedad del siglo XXI”. Explicó que replantea “cómo nos manejamos como parte de la biosfera”, lo que implica también atender los impactos ambientales en la pobreza, “la falta de participación ciudadana y la falta de sistemas científicos fuertes que provean información para la gestión”.
¿Por qué el ambiente no está al tope de la agenda en el año electoral? Con esa pregunta abrió el debate el periodista que ofició de moderador, Sergio Elguezabal. La diputada nacional Fernanda Reyes (Coalición Cívica) alegó que “tenemos un modelo extractivista y cortoplacista, y de esa manera se perjudica al país ya que se trabaja pensando sólo en los próximos cuatro años”. No obstante, reconoció que hay un cambio en la sociedad “sobre todo en la concepción del agua donde la Ley de Glaciares marcó un antes y un después”.
El diputado nacional Miguel Bonasso (Diálogo por Buenos Aires) fue más duro: “No puede ser que la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación sea casi inexistente, nos hemos convertido en un país dedicado exclusivamente al monocultivo, cuando en realidad la diversificación es la clave para lograr el desarrollo sustentable”.
En cambio, la senadora nacional Norma Morandini (Alianza Frente Cívico), agradeció que el tema ambiental no sea un tema electoral, “si no sería sólo propaganda en épocas de elecciones”. Y explicó que “la agenda ambiental exige participación” y “diálogo profundo” entre los distintos sectores sociales.
En ese sentido el presidente de la Agencia de Protección Ambiental de la Ciudad de Buenos Aires, Javier Corcuera arremetió: “existe una enorme incapacidad por parte del Estado Nacional para generar diálogos más abiertos, con controles cruzados y que incluya a las organizaciones civiles”, sin “miedo a los intereses que existen”.

En el tintero. La crisis nuclear de Japón se coló entre las preguntas del público. Bonasso anunció entonces que “durante este año se realizará en el ámbito de la Comisión de Recursos Naturales de la Cámara de Diputados un debate profundo y abierto sobre la energía nuclear en Argentina, para el que se convocará a diferentes científicos y especialistas en la materia.”
Otros temas que propuso la audiencia fueron ahondar en la participación y concientización para la gestión integral de residuos sólidos urbanos, visibilizar el saqueo silencioso del Mar Argentino (es decir fuera de la agenda pública o mediática) y comprometer a todos los actores sociales por el simple hecho de ser humanos.
Desafíos culturales. La directora ejecutiva de FARN, María Eugenia Di Paola, reveló “las falsas antinomias y dicotomías reales” que hay que modificar para fomentar una interdependencia en la institucionalidad y que las decisiones tengan un carácter –al igual que el ambiente- circular e integral.
Así instó a trabajar desde la educación y la prevención en lugar de la reacción, y comprender que la participación ciudadana no es obstáculo para la toma de decisiones eficientes. También desmitificó las falaces oposiciones de “ambiente vs economía o desarrollo”, “desarrollo interno vs comunidad internacional”, “Provincia vs Nación”, “rol de las autoridades vs rol de la ciudadanía”. Para ello, el Informe Ambiental 2011 ofrece investigaciones sobre los principales temas ambientales que empoderan la decisión política.
A su vez incorporó un sistema de indicadores y observatorio de medios para seguir a lo largo de los años la evolución del ambiente en la agenda pública y mediática. Las expectativas están puestas en este año que define el rumbo de los próximos cuatro, y también la mirada está en el 2012 que será Río+20, es decir el momento para evaluar si 20 años no es nada después del hito que marcó la conferencia internacional Eco '92 en Río de Janeiro para la historia del ambientalismo global.
En Agenda. La propuesta de FARN es saludable y se inscribe en la misma línea que propone ComAmbiental desde el 2006 a través de las consultas ambientales. También es bienvenido su aporte en el seguimiento de la cobertura mediática y sus relaciones con la agenda pública. Una iniciativa interesante, para relanzar este objetivo compartido.
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