Periodismo comunitario frente a los medios masivos

Hoy se celebra el Día del Periodista en recuerdo de la fundación en 1810 de "La gazeta de Buenos Aires" por parte de Mariano Moreno. Mucha agua pasó bajo el puente desde entonces. A raíz de la presentación de una ponencia en las 1° Jornadas ECI en la Facultad de Ciencias Sociales (UBA), ComAmbiental reflexiona acerca del vínculo entre la comunicación periodísitica y la problemática ambiental en la actual coyuntura mediática argentina. Un caso testigo: el pueblo Qom.

Los días 3 y 4 de junio se realizaron las Jornadas ECI de Comunicación e Intervención Social y Política. Las Jornadas sirvieron de reflexión hacia fuera y dentro de la carrera de Ciencias de la Comunicación sobre la "intervención" de la disciplina. ComAmbiental participó de la mesa "Gestión de medios de comunicación comuntiarios, alternativos y populares en el marco de la nueva Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual". Allí presentamos: El diagnóstico sobre los efectos de la Ley de Medios, la cobertura sesgada de los dos complejos de medios masivos y la necesidad de sostener el periodismo comunitario para el fortalecimiento de la conciencia ambiental.

La comunicación ambiental, campo en disputa. Partimos de nuestro diagnóstico: existen dos efectos generados a partir de la sanción de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual, que van más allá de su aplicación directa. Uno es sin dudas favorable, la discusión del rol del periodismo y de los propios medios. El otro es polémico, la “partidización” de la comunicación política. Llevado al campo ambiental, esto último significa que la inclusión de determinados temas en la agenda pública depende de intereses antagónicos entre dos conglomerados de medios masivos: los "opositores" (liderados por el multimedios privado) y los "oficialistas" (con eje en los medios estatales).

Esta coyuntura de comunicación política condiciona el tratamiento de conflictos socioambientales en los dos conglomerados. Principalmente, esto pudo observarse con las coberturas de dos temas. Por un lado, la megaminería, que tuvo mucha presencia en los medios opositores, sobre todo para visualizar el veto presidencial a la primera Ley de Glaciares. Por el otro, el agronegocios, que es objeto de cobertura de los medios oficialistas, sobre todo luego del llamado "conflicto del campo" (en el que operaron los intereses del complejo ExpoAgro), y en particular en el caso "Ayuí", emprendimiento productivo donde tiene intereses el Grupo Clarín .

Este diagnóstico a nivel discursivo, fue bien parodiado por la revista Barcelona en su famosa tapa: "Cianuro o Glifosato", cuya imagen abre este artículo. Y, aún cuando pueda discutirse en qué medida la “oposición” o “el gobierno” están involucrados en cada caso -porque de hecho existen intereses cruzados-  la operación de la disyuntiva a nivel discursivo ya nos plantea una reflexión crítica. Para un medio comunitario, es claro que no se trata de una "elección" entre los dos males, sino que la cobertura crítica de ambos temas resulta imprescindible. La "cuestión ambiental" se torna, así, en un campo de conflicto y debate estratégico.

Nuestro posicionamiento. ComAmbiental podría autodefinirse como un medio comunitario que intenta dar una visión más profunda y diferente del trato de los grandes medios a las noticias ambientales. Por supuesto, esto quita que no existan excepciones, y justamente casos de periodistas que escapan esta lógica, aún trabajando en estos dos medios. Es la lógica mediática actual, lo que se cuestiona. El desafío de superarla, por supuesto, no se logra encerrándose en un falso supuesto periodístico de superioridad u objetividad. Por el contrario, ya desde nuestra fundación, hace ya cinco años atrás, declarábamos:
“El aporte de las ONGs es fundamental para representar intereses de la sociedad civil que muchas veces son desconocidos por los poderes económico y político. (…) Las empresas y el estado ya tienen suficiente difusión en los grandes medios masivos, por lo que ComAmbiental transmitirá prioritariamente el mensaje de las organizaciones sociales”.
Asumir el rol de medio comunitario no es ubicarse en las márgenes y, si así lo es, no es caprichoso. En el caso de la cobertura del conflicto del pueblo Qom con el gobierno nacional, la decisión es clara:  hablar con sus protagonistas en el campamento. Si bien la noticia fue difundida y pasó a ser un tema de debate nacional, el artículo "Construcción de una nación: los Qom y los medios" destaca que los dos complejos mediáticos realizaron una cobertura sesgada. Diferente, por ejemplo, a la realizada por un medio como PlazadeMayo. Así lo había escrito ya el periodista Darío Aranda, quien en su columna "Periodistas, campesinos y pueblos originarios" reflexiona:
"La represión al pueblo qom de Formosa dejó en evidencia, una vez más, cómo funciona el periodismo en los grandes medios de comunicación.
Las radios, canales de televisión y diarios cercanos (o acríticos) al Gobierno enfocaron inicialmente la represión como un enfrentamiento. Luego, cuando la realidad ya no se podía esconder, apuntaron como único responsable político al gobierno provincial. Ese fue el límite. En estos cinco meses, rara vez esos medios apuntaron a la complicidad del gobierno nacional en los días que siguieron a la represión.

En contraposición, los medios que actúan como partidos de oposición (sobre todo luego de la 125) apuntaron desde un primer momento a la alianza Insfrán-Cristina Fernández. Mostraron cómo todos los ámbitos del Estado nacional jugaron la gran mayoría de las veces contra la comunidad qom. Pero esos medios nunca citaron el fondo de la represión que se da contra campesinos e indígenas: el modelo agropecuario actual, que avanza con soja, desmontes, contaminación, desalojos, y obliga también al corrimiento de la frontera sojera y ganadera. Esos medios son un engranaje fundamental en el desarrollo, consolidación y avance de ese modelo. 
El periodismo ya no es importante por lo que dice, sino por lo que oculta” .

Este "ocultamiento", por supuesto, se refiere a ciertos intereses. El investigador Héctor Borrat menciona que los medios modernos o "independientes" se deben a dos fines permanentes: el lucro y la influencia. Si en el caso del conglomerado privado casi siempre el fin privilegiado es el lucro, bajo el cual la influencia es un medio para lo primero, seguramente en el caso del conglomerado estatal, entendido como gubernamental, el fin privilegiado es la influencia o, dicho de otra forma, el prestigio político. Un informe audiovisual de "Interferencia IUNA" también da cuenta de la manipulación de la información en el caso Qom:



Medios Comunitarios. En las Jornadas ECI, donde participaron varios comunicadores que estudiaron en la década de 1990 y hoy participan en la gestión estatal, se planteó una consigna para la Carrera: "De la resistencia a la institucionalización". Si bien la Ley de Medios generó un horizonte posible de intervenciones favorables desde el estado, desde nuestro diagnóstico no deben olvidarse ciertas cuestiones. Por un lado, como planteó una integrante de AMARC (Asociación de Radios Comunitarias), el lugar de la comunicación pública es aún un espacio de disputa, cuando no termina de distinguirse de lo estatal y, peor aún, de lo gubernamental.

Por otra parte, y como fue dicho a lo largo del artículo, también en los medios estatales existen condicionamientos hacia la tarea periodística. La reflexión crítica, el observatorio de medios, son herramientas de ComAmbiental para cumplir con su objetivo principal, que no sólo es la generación de conciencia sobre el cuidado del medio ambiente. Es hacerlo mediante la denuncia del accionar de diferentes actores (sean gubernamentales o privados) en detrimento de un bien común, como es el ambiente. Se trata de un posicionamiento como medio comunitario, de traspasar la eventualidad y los intereses de uno u otro sector, de profundizar los temas y darles cobertura desde las voces de los protagonistas.

Por lo tanto, el vínculo con organizaciones socioambientales es fundamental y, por supuesto, con los lectores comprometidos en brindar un debate constructivo, aprovechando las redes sociales que permiten también una constante renovación de la forma de ejercer el periodismo. No consideramos, como algunos dicen, que esto sea una "amenaza" para los medios, sino que su rol se actualiza, sobre todo en ofrecer cierta interpretación de la información, e intentar articular posiciones diversas cuando defienden propósitos compartidos. En definitiva, se reafirma la necesidad de construir medios comunitarios, que puedan articular la voz de todos los afectados e involucrados en conflictos ambientales y colaborar en su visualización como primer paso de la resolución favorable. Ese es el compromiso.

Ver también:
Sección de Periodismo en ComAmbiental.

EDITADO: 7 de junio.

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