Hoy, más de un millón de tucumanos y tucumanas votan quién gobernará la provincia los próximos cuatro años. Entre quince candidatos, el gobernador actual José Alperovich del Frente para la Victoria, podría lograr su tercer mandato consecutivo. Entre los desafíos ambientales del próximo gobierno están los desmontes, como los denunciados en ComAmbiental y que vinculan a un allegado al mandatario.
Se elegirán también 49 legisladores provinciales, 19 intendentes, 93 comisionados rurales y 184 concejales. Si bien Tucumán es una provincia territorialmente pequeña, hay expectativas en estos comicios para echar luz en miras hacia octubre, después del amplio triunfo del kirchnerismo en las internas obligatorias nacionales.
ACTUALIZACIÓN: Triunfó Alperovich con casi el 70 por ciento de los votos. Mientras que la diputada Córdoba llegó al 3 por ciento, obteniendo el cuarto lugar.
Se estima que Alperovich sería reelecto por segunda vez, sobre la base de que en las elecciones primarias nacionales realizadas hace dos semanas, la fórmula Fernández de Kirchner-Boudou obtuvo más del 65% de los votos, superando a la segunda posición por más de 50 puntos.
No obstante, parte de ese apoyo podría dividirse con otros candidatos como la diputada kirchnerista Stella Maris Córdoba que rompió con el oficialismo provincial y se presenta por Proyecto Popular. Su propuesta constituye una denuncia de las falencias de estos ocho años de gobierno de Alperovich, entre ellas las relativas al desarrollo ligado con la protección del ambiente.
En este sentido, la próxima gestión arrastra una deuda ambiental que deberá afrontar para cuidar el buen nombre de “El Jardín de la República”. El territorio tucumano cuenta con una rica biodiversidad, sobre todo en la zona de Yungas y Pedemonte, que en los últimos años se ha degradado por el avance de la frontera agrícola.
La Ley de protección de Bosques Nativos es clave y en Tucumán fue reglamentada de manera innovadora tal como destacó el secretario de Medio Ambiente provincial Alfredo Montalván. "Entendemos que Tucumán es agua y destruir los bosques de Pedemonte y zonas de altura es casi un suicidio porque nuestra recarga de agua se da en ese sector, con lo cual esta ley nos permitió ordenar el territorio y seguir trabajando", destacó el funcionario.
Sin embargo, ComAmbiental, junto a Primera Fuente, reveló un caso de desmonte ilegal -entre otros- cuyo responsable era Antonio Jalil que fue secretario de gobierno de Alperovich durante el primer mandato. La sanción fue solo una multa.
Ante la sospecha de que hubiese tráfico de influencias, el diputado nacional Miguel Bonasso, presidente de la Comisión de Recursos Naturales y Conservación del Ambiente Humano, presentó un proyecto de resolución para solicitar informes al Poder Ejecutivo Nacional.
No en vano la candidata Córdoba promete: “vamos a declarar la Emergencia Medioambiental de Tucumán e implementar un Programa de Lucha contra la Deforestación Irracional, castigando efectivamente a los responsables de la tala de nuestro pedemonte que tienen cooptadas las dependencias provinciales en la materia”.
Otro desafío estratégico es la contaminación de la Cuenca Salí-Dulce que atraviesa la provincia de norte a sur, es considerada la más grave después del Matanza-Riachuelo. En 2007, cuando se estableció un nuevo estatuto para el Comité interjurisdiccional, numerosas organizaciones sociales exigían decisiones concretas con participación y control social en torno a los factores contaminantes que tenían claramente identificados: las agroindustrias azucareras, alcoholeras, citrícolas y papeleras, sumado a los residuos sólidos urbanos, los líquidos cloacales, la tala indiscriminada y el mineraloducto proveniente de Catamarca.
Links de interés:
Desmontes en Tucumán: ¿Con el guiño del poder político? (14/6/2011)
Desmontes: de Tucumán al Congreso Nacional (22/7/2011)
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Perspectiva ambiental para Tucumán. Imagen: ComAmbiental. |
ACTUALIZACIÓN: Triunfó Alperovich con casi el 70 por ciento de los votos. Mientras que la diputada Córdoba llegó al 3 por ciento, obteniendo el cuarto lugar.
Se estima que Alperovich sería reelecto por segunda vez, sobre la base de que en las elecciones primarias nacionales realizadas hace dos semanas, la fórmula Fernández de Kirchner-Boudou obtuvo más del 65% de los votos, superando a la segunda posición por más de 50 puntos.
No obstante, parte de ese apoyo podría dividirse con otros candidatos como la diputada kirchnerista Stella Maris Córdoba que rompió con el oficialismo provincial y se presenta por Proyecto Popular. Su propuesta constituye una denuncia de las falencias de estos ocho años de gobierno de Alperovich, entre ellas las relativas al desarrollo ligado con la protección del ambiente.
En este sentido, la próxima gestión arrastra una deuda ambiental que deberá afrontar para cuidar el buen nombre de “El Jardín de la República”. El territorio tucumano cuenta con una rica biodiversidad, sobre todo en la zona de Yungas y Pedemonte, que en los últimos años se ha degradado por el avance de la frontera agrícola.
La Ley de protección de Bosques Nativos es clave y en Tucumán fue reglamentada de manera innovadora tal como destacó el secretario de Medio Ambiente provincial Alfredo Montalván. "Entendemos que Tucumán es agua y destruir los bosques de Pedemonte y zonas de altura es casi un suicidio porque nuestra recarga de agua se da en ese sector, con lo cual esta ley nos permitió ordenar el territorio y seguir trabajando", destacó el funcionario.
Sin embargo, ComAmbiental, junto a Primera Fuente, reveló un caso de desmonte ilegal -entre otros- cuyo responsable era Antonio Jalil que fue secretario de gobierno de Alperovich durante el primer mandato. La sanción fue solo una multa.
Ante la sospecha de que hubiese tráfico de influencias, el diputado nacional Miguel Bonasso, presidente de la Comisión de Recursos Naturales y Conservación del Ambiente Humano, presentó un proyecto de resolución para solicitar informes al Poder Ejecutivo Nacional.
No en vano la candidata Córdoba promete: “vamos a declarar la Emergencia Medioambiental de Tucumán e implementar un Programa de Lucha contra la Deforestación Irracional, castigando efectivamente a los responsables de la tala de nuestro pedemonte que tienen cooptadas las dependencias provinciales en la materia”.
Otro desafío estratégico es la contaminación de la Cuenca Salí-Dulce que atraviesa la provincia de norte a sur, es considerada la más grave después del Matanza-Riachuelo. En 2007, cuando se estableció un nuevo estatuto para el Comité interjurisdiccional, numerosas organizaciones sociales exigían decisiones concretas con participación y control social en torno a los factores contaminantes que tenían claramente identificados: las agroindustrias azucareras, alcoholeras, citrícolas y papeleras, sumado a los residuos sólidos urbanos, los líquidos cloacales, la tala indiscriminada y el mineraloducto proveniente de Catamarca.
Links de interés:
Desmontes en Tucumán: ¿Con el guiño del poder político? (14/6/2011)
Desmontes: de Tucumán al Congreso Nacional (22/7/2011)
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