Greenpeace va por la revolución energética

"Para el 2050, el 79,2% de la demanda de energía primaria será cubierta por fuentes de energía renovables", así es la propuesta presentada ayer por la ONG. El escenario futuro considera un crecimiento de la población, un fuerte incremento en la eficiencia y el ahorro energéticos, transporte público y eléctrico, y el aprovechamiento del "gran potencial eólico y solar".

¿Vientos de cambio para la política energética?
La organización trajo a uno de sus coordinadores internacionales y expuso un informe sobre el panorama energético global y nacional en torno a las energías renovables y limpias. Aseguró que con una inversión de “3.300 millones de dólares cada año”, la Argentina podría ahorrar más del triple en relación a las fuentes convencionales, generar fuentes de trabajo y disminuir drásticamente las emisiones de CO2 que contribuyen al cambio climático. Es la tercera versión del informe que propone "un futuro energético sustentable" para el país.

El ingeniero alemán Sven Teske, director de la Campaña de Energías Renovables de Greenpeace Internacional, y Ernesto Boerio, su par de la filial local, destacaron los datos principales del nuevo informe [r]evolución energética. A diferencia de las dos ediciones anteriores, a la propuesta le agregaron un escenario avanzado que contempla un crecimiento de la industria de las energías renovables más rápido y la caída de los combustibles fósiles a partir de 2015, entre otros criterios favorables.

El trabajo apunta a mostrar que en el contexto global, la Argentina “logrará reducir el 80% de los gases de efecto invernadero al año 2050” si se cumple con el desarrollo de “las fuentes de energías renovables como principales protagonistas”, recordaron en la ONG. Los ejes del plan abarcan eficiencia energética, generación descentralizada de fuentes renovables y consumo inteligente de los recursos disponibles.

Desde el gobierno nacional pueden argumentar que este cambio empezó en 2009 con la reglamentación del programa GENREN y la reciente inauguración del parque eólico de La Rioja y el parque solar de San Juan. Sin embargo, la propuesta apunta justamente a la idea de "revolución", entendido como un cambio más intenso y definido. De hecho, esta semana la Presidente se reunió con los CEO de ExxonMobil y AES que reafirmaron inversiones sobre el hallazgo de petróleo y gas en Neuquén, en lo que es una nueva apuesta a esta energía sucia y que tiene más costos porque se trata de un yacimiento "no convencional".

A su vez, Greenpeace sostiene que falta financiamiento porque no hay reglas claras. “En la Argentina no hay una política energética consistente”, señaló Teske apoyándose en un gráfico donde mostraba que no hubo inversión coherente en una matriz energética diversificada y renovable. Por otro lado, proponen “retirar los subsidios a los combustibles fósiles y nucleares y fijar un precio de la energía eólica para el consumo y la venta a la red”, que pueda apoyar al generador.

 Hoy a las 19 el debate seguirá en  la Universidad Tecnológica Nacional (Medrano 951), con la presencia de especialistas de esa casa de estudios. También para este sábado en Buenos Aires hay actividades por el día para moverse sin combustible fósil o "bicicleteada contra el cambio climático". (Ver agenda de actividades ambientales).

¿Argentina, líder en energías sustentables?
Hace unos meses, algunos medios publicaron que la Argentina se había convertido en líder en crecimiento de energías limpias. La fuente era un informe elaborado en Estados Unidos, por la organización The Pew Charitable Trusts. El estudio denominado "¿Quién gana la carrera de las energías limpias?" se centra en los países que forman parte del G-20. Allí, efectivamente, se menciona que es nuestro país donde se produjo mayor crecimiento en la inversión privada en un año, del 2009 al 2010: 743 millones, un 568 por ciento. En este caso, el 62 por ciento correspondió a la energía eólica. No obstante, el país no llegó a estar entre los 10 países que más inversión tuvo respecto a su producto bruto.
Si tomamos un periodo más extenso, Argentina se posicionó segunda en crecimiento de inversiones privadas en el periodo del 2005 al 2010, con 115 por ciento. Aún así, este dato podría no ser positivo desde el punto de vista ambiental. Sucede que el 48 por ciento de los fondos fueron para el sector de los biocombustibles, producidos en su gran mayoría con aceite de soja. Esto tiene que ver con la Ley 26.093 sancionada en el año 2005, que estableció un corte obligatorio de 5 por ciento de biodiesel en el gasoil, justamente para el año 2010. En este sentido, esta política energética está en clara sintonía con la política agropecuaria que acompaña el crecimiento del cultivo de soja transgénica, en muchos casos a través del desmonte, y siempre con uso de agroquímicos.

Ver también:
"Hacia un futuro renovable para Argentina" (Extracto del Informe presentado por Greenpeace).

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