El ministro de Ambiente y Espacio Público de la Ciudad de Buenos Aires, Diego Santilli, inauguró dos contenedores de basura "bajo tierra", frente a un local de comida rápida en el barrio de Caballito. El objetivo es disminuir el impacto visual, es decir que no se vea la suciedad, pero nada indica que contribuya a reducir, recuperar o reciclar los residuos tal como lo exige la Ley de Basura Cero.
El Ministro de Ambiente expresó a los medios que la inversión realizada fue público-privada de 150.000 pesos, de manera conjunta entre el gobierno de la Ciudad y las empresas Mc Donald's y Urbasur -en este caso la primera es generadora y la segunda es recolectora de residuos. Se prevé que el prototipo será replicado en otras zonas de consumo como Recoleta y Palermo.
Las autoridades destacaron que estos contenedores tienen una capacidad para 1.100 litros y "permiten que no se acumulen las bolsas de residuos en la vereda". Al estar en el subsuelo "ofrecen una mejor circulación a los peatones y mantienen libre al Espacio Público". En este sentido, Santilli fue coherente con sus palabras: “Siempre buscamos implementar nuevas alternativas para que las calles y veredas se vean más ordenadas y sin basura. Esta medida innovadora es una de ellas”.
Ojos que no ven. Los recursos podrían haberse destinado en función de las "3R", conforme a la ley 1.854 de la Ciudad de Buenos Aires. La mejora hacia una sociedad más sustentable hubiese sido real si por ejemplo Mc Donald's implementase un packaging con menos envoltorios descartables o promoviese la separación en origen -es decir dentro del local y por parte de cada comensal- de los papeles, cartones y plásticos usados, para su posterior reciclaje.
Por otro lado, el hecho de que los contenedores soterrados ni siquiera están discriminados para residuos secos ó húmedos puede fundamentarse en la escasa concientización ciudadana. No obstante, evidencia una falta de voluntad política para implementar una campaña educativa que revierta la situación y para que Urbasur realice la recolección diferenciada o al menos la facilite para las cooperativas de cartoneros.
Desde este punto de vista integral, el nuevo sistema aporta una solución de corto plazo, como globos de colores, que deja al descubierto una acción de "greenwashing" o lavado de imagen verde de las empresas involucradas.
Ver también:
El debate por Basura Cero: convocatoria de Greenpeace y Congreso de ARS (23/06/2011)
Nuevo capítulo de Basura Cero en Buenos Aires (30/03/2011)
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Posan el ministro Santilli y representantes de Mc Donald's y Urbasur. Foto: Gobierno de la Ciudad. |
El Ministro de Ambiente expresó a los medios que la inversión realizada fue público-privada de 150.000 pesos, de manera conjunta entre el gobierno de la Ciudad y las empresas Mc Donald's y Urbasur -en este caso la primera es generadora y la segunda es recolectora de residuos. Se prevé que el prototipo será replicado en otras zonas de consumo como Recoleta y Palermo.
Las autoridades destacaron que estos contenedores tienen una capacidad para 1.100 litros y "permiten que no se acumulen las bolsas de residuos en la vereda". Al estar en el subsuelo "ofrecen una mejor circulación a los peatones y mantienen libre al Espacio Público". En este sentido, Santilli fue coherente con sus palabras: “Siempre buscamos implementar nuevas alternativas para que las calles y veredas se vean más ordenadas y sin basura. Esta medida innovadora es una de ellas”.
Ojos que no ven. Los recursos podrían haberse destinado en función de las "3R", conforme a la ley 1.854 de la Ciudad de Buenos Aires. La mejora hacia una sociedad más sustentable hubiese sido real si por ejemplo Mc Donald's implementase un packaging con menos envoltorios descartables o promoviese la separación en origen -es decir dentro del local y por parte de cada comensal- de los papeles, cartones y plásticos usados, para su posterior reciclaje.
Por otro lado, el hecho de que los contenedores soterrados ni siquiera están discriminados para residuos secos ó húmedos puede fundamentarse en la escasa concientización ciudadana. No obstante, evidencia una falta de voluntad política para implementar una campaña educativa que revierta la situación y para que Urbasur realice la recolección diferenciada o al menos la facilite para las cooperativas de cartoneros.
Desde este punto de vista integral, el nuevo sistema aporta una solución de corto plazo, como globos de colores, que deja al descubierto una acción de "greenwashing" o lavado de imagen verde de las empresas involucradas.
Ver también:
El debate por Basura Cero: convocatoria de Greenpeace y Congreso de ARS (23/06/2011)
Nuevo capítulo de Basura Cero en Buenos Aires (30/03/2011)
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