El tema de la semana.
Las inundaciones que afectan desde hace semanas al norte salteño tuvieron los últimos días la merecida atención de la opinión pública. Tapados por el agua, los políticos se lanzan acusaciones cruzadas mientras se defienden de las denuncias de las ONGs ambientalistas. Según ellas, el cambio climático y la deforestación se vislumbran como explicaciones al "desastre natural" desde la versión del gobierno.
Mientras ya son 2.000 los evacuados en Tartagal, Yacui y Aguara, el Servicio Metereológico Nacional (SMG) informó que seguirá lloviendo hasta fines de abril. Hay comunidades aborígenes afectadas en medio del inusual desborde del Río Tartagal y la cuenca del Río Seco.
En una nota de la Nación del jueves 6, el director del departamento Cambio Global del SMN explicó que el fenómeno de la Niña relacionado al cambio climático global influyó en el incremento de las lluvias. A su vez, lo vinculó al desmonte de bosques subandinos para explicar que la tierra ya no tiene la misma capacidad de absorción hídrica.
Así lo había confirmado a LN otro especialista Vicente Barros, investigador superior del Conicet y miembro del Centro de Investigación del Mar y la Atmósfera: "Tenemos un aumento de la frecuencia de las precipitaciones, hechos que eran poco usuales y ocurrían una vez cada siete u ocho años ahora ocurren todos los años. Puede ser excepcional para cada lugar, pero no es excepcional para el país".
Sin embargo el gobernador de "Salta la linda", Juan Carlos Romero parece no pensar lo mismo y se enoja ahora frente al ambiente. "El oficialismo se defiende al sostener que no se puede hacer nada frente a la naturaleza" publicó Clarín ayer. En el mismo medio, hoy confirmó sus dichos: "no se podía preveer", dijo de la inundación.
La posición de Romero había quedado clara en una nota de Crónica del viernes 7: "culpar de esto a la explotación petrolera y a los desmontes es caer en una precisión errónea. Si lo que ha sucedido es que ha llovido el doble, por qué no le echamos la culpa al agua".
En una declaración polémica, dijo que "el tema ambiental es muy atractivo para hablar y conseguir rating. Generalmente se usa mucho la ignorancia en esto porque no hay gente calificada que explique". Dos mentiras en una sola frase. Agregó luego que "desde Tartagal y el río Seco hacia el oeste, de donde vienen las aguas, no hay una hectárea desmontada". Así, fundamentó su teoría del "desastre natural".
El artículo de Crónica se tituló con otra declaración del gobernador: "Lo que hacemos es ocuparnos y no buscar culpables". A pesar de eso, el día anterior Clarín había titulado, por su parte: "Romero acusa al intendente de Tartagal de no prevenir los desbordes del río". Fue luego del anuncio con el presidente Néstor Kirchner de obras por $40 millones. Claro, después del desastre.
Ahora, el intendente de Tartagal, Héctor Valenzuela, le declaró hoy a Perfil que no hubo inversión en la zona y agregó: "La actividad petrolera y la deforestación están relacionadas con lo que está pasando". Mientras, según Clarín tres legisladores de esa localidad de distintos partidos coincidieron en que la deforestación "no fue el factor determinante de la crecida".
Y en el medio, el ambiente. Para aclarar la situación, las principales ONGs ambientalistas pudieron, aunque sin mucho espacio, dar su punto de vista sobre el tema.
En un recuadro del último artículo citado, Greenpeace pudo denunciar, a través de su cordinadora de la Campaña de Biodiversidad en el NOA, Noemí Cruz, que "se ha sobrevolado la zona de crisis y hemos constatado que sólo el 15 por ciento de los desmontes respeta los cauces de agua, es decir, que dejan cortinas en los arroyos". Son 600 las hectáreas deforestadas río abajo que deforman el cauce y forman áreas anegadas. Además del cambio climático que genera el incremento de lluvias.
Por su parte, Javier Corcuera, director general de Vida Silvestre, expresó en diálogo con "Aunque parezca mentira" de Radio Mitre que en todos los niveles de gobierno "no hay una planificación de cómo se ordena el uso del espacio". Sobre el desmonte de "10.000 hectáreas por año" dijo que "los bosques actúan como una esponja que retienen la lluvia, la liberan lentamente y hacen como una barrera que ayuda a evitar este tipo de catástrofes".
En Salta, a pesar de que el gobernador Romero piensa que el medio ambiente trae "rating", el desarrollo sustentable parece no existir. Nadie mira al futuro respetando la armonía natural. Y encima, parece que hay que echarle la culpa al agua. Ya nos taparon las inundaciones, tal vez sea mejor taparse la boca.
SECCIÓN: Agua/Inundaciones
Tierra/Deforestación
Aire/Cambio climático
Vínculo: Alerta de dengue en Tartagal
Actualización: En el mismo sentido que sus colegas, hay declaraciones de Alejandro Brown, de la Fundación ProYungas de Salta en IPS Noticias: "Este fenómeno extremo, asociado a la deforestación y a la casi nula planificación de infraestructura, amenazan con un desastre". La deforestación se realiza para el cultivo de soja y caña de azucar, entre otros.
Las inundaciones que afectan desde hace semanas al norte salteño tuvieron los últimos días la merecida atención de la opinión pública. Tapados por el agua, los políticos se lanzan acusaciones cruzadas mientras se defienden de las denuncias de las ONGs ambientalistas. Según ellas, el cambio climático y la deforestación se vislumbran como explicaciones al "desastre natural" desde la versión del gobierno.
Mientras ya son 2.000 los evacuados en Tartagal, Yacui y Aguara, el Servicio Metereológico Nacional (SMG) informó que seguirá lloviendo hasta fines de abril. Hay comunidades aborígenes afectadas en medio del inusual desborde del Río Tartagal y la cuenca del Río Seco.
En una nota de la Nación del jueves 6, el director del departamento Cambio Global del SMN explicó que el fenómeno de la Niña relacionado al cambio climático global influyó en el incremento de las lluvias. A su vez, lo vinculó al desmonte de bosques subandinos para explicar que la tierra ya no tiene la misma capacidad de absorción hídrica.
Así lo había confirmado a LN otro especialista Vicente Barros, investigador superior del Conicet y miembro del Centro de Investigación del Mar y la Atmósfera: "Tenemos un aumento de la frecuencia de las precipitaciones, hechos que eran poco usuales y ocurrían una vez cada siete u ocho años ahora ocurren todos los años. Puede ser excepcional para cada lugar, pero no es excepcional para el país".
Sin embargo el gobernador de "Salta la linda", Juan Carlos Romero parece no pensar lo mismo y se enoja ahora frente al ambiente. "El oficialismo se defiende al sostener que no se puede hacer nada frente a la naturaleza" publicó Clarín ayer. En el mismo medio, hoy confirmó sus dichos: "no se podía preveer", dijo de la inundación.
La posición de Romero había quedado clara en una nota de Crónica del viernes 7: "culpar de esto a la explotación petrolera y a los desmontes es caer en una precisión errónea. Si lo que ha sucedido es que ha llovido el doble, por qué no le echamos la culpa al agua".
En una declaración polémica, dijo que "el tema ambiental es muy atractivo para hablar y conseguir rating. Generalmente se usa mucho la ignorancia en esto porque no hay gente calificada que explique". Dos mentiras en una sola frase. Agregó luego que "desde Tartagal y el río Seco hacia el oeste, de donde vienen las aguas, no hay una hectárea desmontada". Así, fundamentó su teoría del "desastre natural".
El artículo de Crónica se tituló con otra declaración del gobernador: "Lo que hacemos es ocuparnos y no buscar culpables". A pesar de eso, el día anterior Clarín había titulado, por su parte: "Romero acusa al intendente de Tartagal de no prevenir los desbordes del río". Fue luego del anuncio con el presidente Néstor Kirchner de obras por $40 millones. Claro, después del desastre.
Ahora, el intendente de Tartagal, Héctor Valenzuela, le declaró hoy a Perfil que no hubo inversión en la zona y agregó: "La actividad petrolera y la deforestación están relacionadas con lo que está pasando". Mientras, según Clarín tres legisladores de esa localidad de distintos partidos coincidieron en que la deforestación "no fue el factor determinante de la crecida".
Y en el medio, el ambiente. Para aclarar la situación, las principales ONGs ambientalistas pudieron, aunque sin mucho espacio, dar su punto de vista sobre el tema.
En un recuadro del último artículo citado, Greenpeace pudo denunciar, a través de su cordinadora de la Campaña de Biodiversidad en el NOA, Noemí Cruz, que "se ha sobrevolado la zona de crisis y hemos constatado que sólo el 15 por ciento de los desmontes respeta los cauces de agua, es decir, que dejan cortinas en los arroyos". Son 600 las hectáreas deforestadas río abajo que deforman el cauce y forman áreas anegadas. Además del cambio climático que genera el incremento de lluvias.
Por su parte, Javier Corcuera, director general de Vida Silvestre, expresó en diálogo con "Aunque parezca mentira" de Radio Mitre que en todos los niveles de gobierno "no hay una planificación de cómo se ordena el uso del espacio". Sobre el desmonte de "10.000 hectáreas por año" dijo que "los bosques actúan como una esponja que retienen la lluvia, la liberan lentamente y hacen como una barrera que ayuda a evitar este tipo de catástrofes".
En Salta, a pesar de que el gobernador Romero piensa que el medio ambiente trae "rating", el desarrollo sustentable parece no existir. Nadie mira al futuro respetando la armonía natural. Y encima, parece que hay que echarle la culpa al agua. Ya nos taparon las inundaciones, tal vez sea mejor taparse la boca.
SECCIÓN: Agua/Inundaciones
Tierra/Deforestación
Aire/Cambio climático
Vínculo: Alerta de dengue en Tartagal
Actualización: En el mismo sentido que sus colegas, hay declaraciones de Alejandro Brown, de la Fundación ProYungas de Salta en IPS Noticias: "Este fenómeno extremo, asociado a la deforestación y a la casi nula planificación de infraestructura, amenazan con un desastre". La deforestación se realiza para el cultivo de soja y caña de azucar, entre otros.
Comentarios
Ver al respecto: http://comambiental.blogspot.com/2006/04/un-maana-ambiental.html
Ahora el título destaca "El desmonte, posible detonante de la inundación en Salta". Lo más interesante es el testimonio de un trabajador que admite que se taló donde estaba prohibido para plantar soja. Aunque no se dice que, seguramente, se trata de soja transgénica.
Ver nota en LNO:
http://www.lanacion.com.ar/796323
Creo que si una persona "tiene un incendio en su casa,deberiamos ayudar a apagarlo y no a tirar mas leña" ono? Repito..no estoy a favor ni en contra de las autoridades,simplemente eso..creo que deberiamos pensar como personas adultas y priorizar las cosas..