Para los megamineros: Educación no, publicidad sí

La misma coalición que ejerció un fuerte lobby para impedir la distribución de los manuales de educación ambiental, lanza ahora un costoso aviso publicitario destinado a defender sus intereses corporativos. La estrategia ya viene siendo utilizada: la simplificación y la generalización. En primer lugar, porque solo se muestran los beneficios de la actividad. Segundo, y más importante, porque se habla sin distinciones entre minería y mega-minería. ¿Por qué es necesario discutir la insustentabilidad de una sociedad consumista y promover las prácticas responsables?

El oro es un emblema; la mayoría tiene fines especulativos. Foto: "Educación minera" CAEM.


La mirada ambiental debe ser integral. Desde ComAmbiental siempre expresamos nuestra clara posición: no a la mega-minería y sí a las 3Rs (reducción, reutilización, reciclaje) de los minerales. No puede existir, como dice el aviso, una "minería sustentable", porque se trata justamente de un "recurso" no renovable. Sí puede apelarse al uso sustentable, ya que nadie niega su aporte para la economía y la vida cotidiana. El problema es que educar en pos de una sociedad no consumista, como pretende el manual censurado, toca los intereses de las corporaciones económicas que perderían grandes ganancias.

El oro, en este punto, es un caso paradigmático. Enrique Martínez, quien hasta hace meses se desempeñaba como presidente del INTI (Instituto Nacional de Tecnología Industrial) lo explicó en su página: "Si los países aceptaran que ha perdido sentido tener oro como reserva de moneda y liberaran el material que tienen, para otros usos, quedaría satisfecha cualquier demanda por muchos años." Es decir, que no necesitamos extraer más oro, por ejemplo para los usos de la informática, o incluso los anillos (ver el recuadro) sino que basta con el que tenemos.

¿Para qué entonces seguir extrayendo? Ahí están los intereses de las corporaciones, a las que no les importan los pasivos ambientales que dejan en territorios que no son suyos. Se trata de una cuestión básicamente económica, que responde a intereses muy concretos: la rentabilidad de las propias empresas. Como ya explicamos, la mega-minería, a diferencia de la minería tradicional, se desarrolla recién en los últimos años, cuando ya nos encontramos solamente con los yacimientos de "baja ley". Esto significa, que los minerales ya se encuentran muy esparcidos, en bajas concentraciones, en el medio natural.



Estos intereses, claro está, corresponden a un sistema económico consumista, que Eduardo Galeano definió como el "úselo y tírelo". Frente a ello, una de las respuestas sería consumir menos. Esto no significa en modo alguno no consumir, sino usar lo necesario. Y esta, por lo tanto, es una de las grandes falacias que intenta instalar la publicidad emitida desde hace algunas semanas en la televisión, producida por la Cámara Argentina de Empresarios Mineros (CAEM). Se trata de una serie de "efectos de sentido" basado en la desinformación, lo contrario de una propuesta educativa.

Nadie piensa en "un mundo sin minerales". Sí pensamos en mundo sin saqueo y contaminación de gran impacto ambiental, como provoca la mega-minería. Y para eso debiera existir un mundo sin corporaciones que se llevan grandes rentas a costas de pasivos que no pagan. Porque, ya se dijo: la sociedad extrajo el oro necesario para las aplicaciones útiles, seguir explotando cerros para obtener el oro restante solamente sirve a los intereses empresariales. Un razonamiento similar puede aplicarse a otros minerales. Además que entre los minerales no metalíferos la mayoría se extrae con métodos de bajo impacto.

Reducir es la primera de las 3Rs. Luego vienen Reutilizar y Reciclar. En este sentido, Argentina todavía no cuenta con una Ley de Gestión de Residuos de Aparatos Eléctricos y Electrónicos. Se trata de una cuestión de mínima racionalidad, en tanto que para algunos minerales existe más disponibilidad en la basura electrónica que en las montañas, por eso se habla de "minería urbana". El proyecto presentado por Daniel Filmus y apoyado por Greenpeace tiene un tratamiento demorado, justamente, por el lobby empresarial que se ve perjudicado ante esta medida de mínima responsabilidad ambiental. Recién en mayo del año pasado obtuvo media sanción en el Senado, pero luego no tuvo el quórum necesario en Diputados.

La importancia de la educación. Según señala el oficialista "Cuyo Minero", cuando en noviembre del año pasado asumió el nuevo presidente de la CAEM, Martín Dedeu, éste expresó su deseo de que “desde los ámbitos educativos se contribuya a despejar cualquier duda que tengan con información seria y académica”. Curiosamente, o no, ese mismo mes ComAmbiental denunciaba la censura a los manuales de Educación Ambiental, por la propia acción de los lobby minero y sojero. Se trata justamente de un material "con información seria y académica", preparados por profesionales de la educación del Estado Nacional, y frenado por meros intereses corporativos.

En ese entonces, el propio gobernador de San Juan, José Luis Gioja, salió al cruce de los manuales, preparados por la Secretaría de Ambiente y el Ministerio de Educación de la Nación. La Cámara no tuvo necesidad de expedirse públicamente. O sí, porque Barrick es socia de la CAEM, al igual que las empresas estatales, como la YMAD de Bajo La Alumbrera. Hoy esta coalición entre empresas y gobiernos financia una campaña publicitaria que busca defender intereses económicos y seguir vendiendo los beneficios de una sociedad consumista. Para todo ello, la educación molesta, y por ello la Corporación mega-minera prepara incluso sus propios "libros educativos".

"Un casamiento sin anillos", es una de las frases del discurso publicitario. Si aplicamos el paradigma de las 3Rs, la cuestión tiene al menos tres soluciones. La primera, como se dijo, es que el oro se utiliza fundamentalmente para fines especulativos, y bastaría con liberarlos para aplicarlos a esta práctica ceremonial. La segunda es la reutilización de anillos de la familia, que pasarían entonces ser una herencia y una tradición más sustentable, como ya fue expresado en ComAmbiental; y algo similar es el reciclaje de joyas. La tercera tiene que ver con el reemplazo, ya que existen cada vez más alternativas para fabricar anillos con materiales nobles en madera, que no tienen tanto impacto ecológico, y expresan del mismo modo, o aún mejor, el compromiso por el amor y por la vida.

Ver también: "Mega-Minería: Las razones del NO".

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