"Primero hay que cuidar a la especie humana", expresó la Presidente en el Congreso Nacional

Con un discurso de tono fuertemente antropocéntrico, que no tiene en cuenta que el cuidado del ambiente es también el cuidado del ser humano, la Presidenta Cristina Fernández dejó inauguradas las sesiones ordinarias del Congreso Nacional. Asimismo, frente a declaraciones del diputado que presidirá la Comisión de Minería sobre posibles cambios en la Ley de Glaciares, la mandataria volvió a manifestar: "Yo vivo a 80 kilómetros de los glaciares, y ustedes saben que defendí a los glaciares en el conflicto con Chile". ¿Cuidar la soberanía o la propiedad del "recurso", es lo mismo que cuidar los bienes comunes de los argentinos?

¿Debe discutirse qué significa un buen vivir? Foto: Presidencia de Nación.

"Es muy lindo cuidar a la flora y la fauna, pero primero hay que cuidar a la especie humana, que tenga trabajo, que tenga agua, que tenga casa", expresó Fernández en uno de los momentos más aplaudidos por los militantes y dirigentes oficialistas presentes en el Congreso (leer el recuadro). En líneas generales, el tono autocrítico no estuvo presente. Tampoco en temas sensibles de la actualidad, como la política de transporte público. En un momento, la Presidenta se refirió a la doble moral o la doble vara. Tal vez puede aplicarse a su discurso, cuando se congratula del gran crecimiento de la industria automotriz y luego la menciona como una de las causas de la crisis ferroviaria. También al criticar siempre "el mundo que se derrumba" y argumentar que debemos ser mineros "porque así lo hacen los desarrollados".

Agro. En otro de los pasajes, volvió a ponderar el Plan Estratégico Agroalimentario, que ya fue motivo de alerta porque significa la posibilidad de nuevos avances sobre territorios campesino-indígenas. Esto es así, porque se postula una mayor cantidad de soja cultivada, algo que puede lograrse entre otras cosas por la reciente innovación tecnológica para desarrollar plantas más resistentes a la sequía. En otro fragmento del discurso, la Presidenta agradeció la sanción de la Ley contra la Extranjerización de las Tierras. Una de las críticas justamente fue que el principal problema no es ese, sino los desalojos practicados por terratenientes nacionales. La satisfacción ante la hidrovía también da cuenta del impulso al país agro-minero-exportador.

Minería. "Hay pueblos que tienen mucho orgullo de ser pueblos mineros y no pueden ser estigmatizados", fue otro de los pasajes más polémicos de la jornada. Se refirió en todo momento a "su provincia", Santa Cruz, con los casos de Río Turbio y San Julián. No se refirió a pueblos que con mayor certeza se oponen a que se practique la mega-minería. Ayer mismo, se dio una concentración masiva en la capital de La Rioja, donde más de diez mil personas volvieron a afirmar que "El Famatina no se toca". Al mismo tiempo, volvió a pedirle a las empresas, que las ganancias se inviertan en las localidades donde operan. Este parece ser el frente donde se articulará el "debate en serio" sobre minería, como ya adelantamos desde ComAmbiental.

Transporte. Sin embargo, el fragmento más inusual llegó cuando defendió la política ferroviaria. Tomando como referencia un artículo de El Cronista Comercial que pedía el ingreso de empresas extranjeras, exclamó que cuando quiso realizar el tren bala "a mí me mataron por intentar que Alstom hiciera un tren modelo para transporte de pasajeros entre Buenos Aires-Rosario", y agregó: "propios y ajenos". La Presidenta tomó el artículo periodístico como si fuera el principal pedido de la sociedad, cuando es justamente lo contrario. Es decir, se reclama la presencia del Estado para garantizar el transporte colectivo como un servicio de interés público. Algo que es fundamental para cualquier política ambiental de Estado.

"Les pido que me ayuden", terminó su discurso la Presidenta. Las asambleas contra la megaminería, los pueblos fumigados, los damnificados por la crisis ferroviaria, piden que los escuchen. En esto sí podemos comprometernos a trabajar.


Crecimiento o igualdad (o el problema de los dos pollos)
Por Eduardo Soler.
Desde la perspectiva ambiental, se suele decir que un indicador mentiroso es el PBI (Producto Bruto Interno), ya que no mide el bienestar de un país, sino solo los movimientos contables, en términos de consumo, y no cuenta los activos y pasivos naturales. Pues bien, otro indicador más mentiroso aún es el PBI per capita, que no visibiliza siquiera el "nivel de vida" económico del promedio de los habitantes, sino que promedia el ingreso de todos los habitantes, resultando un número exorbitante para el gran común de la sociedad. Por caso, este número era muy alto en la década de los 90´s.

Pues bien, cuando la Presidenta afirma "es muy lindo cuidar la flora y la fauna, pero primero hay que cuidar a la especie humana" está haciendo una simplificación dentro de un sistema económico, que prácticamente coloca como incuestionables ciertos privilegios sociales. Según el Fondo Monetario Internacional, Argentina es uno de los países con mayor ingreso per capita. La cifra alcanza el monto de 15.900 dólares anuales. Está claro que si este número fuera el que manejaran todos los argentinos, bastaría y sobraría para poder garantizar los bienes básicos como alimentación, servicios públicos y vivienda.

Sin embargo, ya es una convención que el promedio puede implicar que si dos personas comieron dos pollos, una comió dos y la otra ninguno. ¿Cuál sería la situación entonces? Desde el actual modelo, el problema consiste en ir a cazar otro pollo, y nunca cuestionarse que hay una persona que come dos, cuando esto no es necesario sino que se trata de un exceso. Parece simplista pero es ilustrativo. Por cierto que la Presidenta anunció que se había logrado bajar el índice GINI, pero esto resulta insuficiente aún. O más bien, un camino correcto, sería pensar primero en redistribuir, antes que en extraer de un sistema natural, en muchos casos al borde de la crisis ambiental.

Nota de actualización. La frase sobre el promedio corresponde a un pensamiento de Umberto Eco: "La estadística es aquella ciencia por la que, si un hombre come dos pollos y otro ninguno, dos hombres comieron un pollo".

Comentarios

Hugo dijo…
Que alguien le avise a la presidenta que sin flora y fauna, ESTARIAMOS EN GRAVES PROBLEMAS y no solo de tipo laboral, viviendas, incluso no estaría ella. Muy bueno el articulo y el blog.
myrian dijo…
¿La presidente es muy ignorante o nos toma por estúpidos? A quien va dirigido ese dislate. Señora un ecosistema está formado por seres vivos y elementos no vivos que interactúan equilibradamente.Ningun elemento es mas que otro.¡APRENDA!