En la reunión anual del Consejo de las Américas en Buenos Aires, el presidente de YPF, Miguel Galuccio, volvió a confirmar que el objetivo de su gestión es "convertir a Argentina en un exportador de petróleo". Para lo cual, la única alternativa posible es avanzar sobre el gas y petróleo no convencionales, que tienen un impacto ambiental mucho mayor al hidrocarburo tradicional. El paradigma de los commodities de la escuela neoliberal, se confirma con la alianza con multinacionales como Chevron, el socio elegido como "partner estratégico".
Por Eduardo Soler
Cuando el gobierno dice defender "el modelo", es cada vez más claro que se refiere al extractivismo. Ayer una vez más, el Jefe de Gabinete Juan Abal Medina expresó: "El modelo de desarrollo con inclusión social es el proceso de crecimiento más importante de nuestra historia". La frase es confusa, pero en la práctica significa que para realizar "inclusión social" debe sí o sí crecer la economía, una variante de la teoría del derrame. El problema es que esta perspectiva busca asegurar la renta de las corporaciones, hipotecando así el futuro con la venta del patrimonio actual. La obsesión de obtener "saldos exportables" con el petróleo y el gas es un ejemplo paradigmático.
Las palabras de ayer del CEO de la empresa mixta vuelven a confirmarlo: “El objetivo fundamental es lo que llamamos el nuevo paradigma energético, que es convertir a la Argentina de importador hoy neto de gas, fuel y gasolina en exportador de petróleo, para lo cual tenemos los recursos debajo nuestro”. Como destaca Alejandro Bercovich en su nota del día, su empresa necesita “socios financieros para desarrollar el [petróleo] no convencional de manera rentable”. Justamente, en la última reunión del Consejo de las Américas en su sede, la Presidente Cristina Fernández se dedicó a tirarle flores a Monsanto, y a Chevron. Más aún, explicó que no se estatizó YPF para que pueda cotizar en la bolsa y así recibir inversores.
El gobierno nacional decidió quitar a Repsol porque la empresa dejó de hacer exploraciones en Argentina, dejaron en claro los funcionarios frente a los empresarios. Esto es inaceptable desde el modelo extractivista y por ello Página/12 hace énfasis hoy en que "YPF relanza el camino de la exploración" con una inversión de 277 millones de dólares para ampliar la frontera hidrocarburífera del país. No aclara que el grueso de esta frontera implica ir hacia lo no convencional que es, como ya dijimos, el mismo paso de la minería tradicional a la mega-minería contaminante con uso de sustancias químicas. Tampoco mencionan la alianza con la criminal Chevron y el objetivo explícito de exportar para que ingresen divisas, los benditos dólares, al país.
Ver también: Sección Hidrocarburos.
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