Cinco días sin subte hacen evidente que la Ciudad de Buenos Aires necesita de este servicio para evitar una situación de colapso. Asimismo, en distintos órdenes, el juicio contra los sindicalistas de la Unión Ferroviaria, así como un nuevo descarrilamiento en la línea Mitre, hacen necesario pensar cómo resolver la crisis del tren. Todo ello porque el récord de venta de automóviles, difundido como buena noticia, aumenta una problemática que no puede resolverse sin una planificación más integral.
"El automovil ofrece el ejemplo contradictorio de un objeto de lujo desvalorizado por su propia difusión. Pero esta desvalorización práctica aún no ha causado su desvalorización ideológica: el mito del atractivo y las ventajas del auto persisten, mientras que los transportes colectivos, si se expandieran, pondrían en evidencia una estridente superioridad". La cita es un fragmento del ensayo "Ideología del Automóvil", publicado en 1973 bajo la autoría de André Gorz. Sin embargo, puede aplicarse perfectamente a una Ciudad invadida por los autos ante la ausencia del servicio subterráneo.
La medida de fuerza de los "metro-delegados" se inscribe dentro de una disputa política, en la cual todo parece indicar que el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires tiene la responsabilidad de gestionar el servicio público. Hoy se cumplirá el quinto día sin servicio de subte, algo que no solamente aumentó el número de pasajeros para las líneas de colectivos. También, más personas sacaron su automóvil a la calle, haciendo el tránsito casi imposible en las horas pico de ingreso y egreso del trabajo.
Así, debiera hacerse evidente el diagnóstico de Gorz: "un objeto de lujo desvalorizado por su propia difusión". Todos quieren uno o dos autos en su casa, una forma de transporte privado que no hace más que volver aún más difícil el tránsito de todos. Especialmente, de aquellos que no tienen, por elección o falta de poder adquisitivo, su propio automóvil. Se trata de un clásico problema del uso de un bien común, y en ese sentido puede compararse con el uso de la atmósfera. El abuso tanto de las calles, como el abuso en la emisión de gases contaminantes, generan el problema del cambio climático.
Por supuesto, para que el automóvil sea más fácilmente visibilizado como un lujo insustentable y no como una necesidad vital, debe asegurarse que el transporte colectivo sea lo que debe ser: un servicio público de excelencia. Los subtes y sobre todo los ferrocarriles del área metropolitana parecen indicar lo contrario. Para el diputado Pino Solanas, el accidente del lunes en el Mitre: “es el fruto de décadas de desinversión y falta de mantenimiento". Y volvió a señalar que es urgente "la reconstrucción del sistema ferroviario", como ya se hizo evidente desde la tragedia de Once.
"Paro de subtes y descarrilamiento en el Mitre: el transporte público de pasajeros, el más económico y ecológico, no es prioridad en el país", escribió este lunes la organización Los Verdes en las redes sociales. Por la misma vía, su director Juan Carlos Villalonga ironizó: "Es un descarrilamiento del tren de la alegría y la liberación. En cambio el subte no anda culpa de la cadena del desanimo". Mientras tanto, para aguantar la situación, la bicicleta sigue siendo una opción saludable, que debiera complementarse con subtes y colectivos para todos y todas.
Ver también:
ComAmbiental: La tragedia del tren Sarmiento: civilización y barbarie (23/2/2012)
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"Espacio requerido para transportar 60 personas". Demostración del problema. |
"El automovil ofrece el ejemplo contradictorio de un objeto de lujo desvalorizado por su propia difusión. Pero esta desvalorización práctica aún no ha causado su desvalorización ideológica: el mito del atractivo y las ventajas del auto persisten, mientras que los transportes colectivos, si se expandieran, pondrían en evidencia una estridente superioridad". La cita es un fragmento del ensayo "Ideología del Automóvil", publicado en 1973 bajo la autoría de André Gorz. Sin embargo, puede aplicarse perfectamente a una Ciudad invadida por los autos ante la ausencia del servicio subterráneo.
La medida de fuerza de los "metro-delegados" se inscribe dentro de una disputa política, en la cual todo parece indicar que el gobierno de la Ciudad de Buenos Aires tiene la responsabilidad de gestionar el servicio público. Hoy se cumplirá el quinto día sin servicio de subte, algo que no solamente aumentó el número de pasajeros para las líneas de colectivos. También, más personas sacaron su automóvil a la calle, haciendo el tránsito casi imposible en las horas pico de ingreso y egreso del trabajo.
Así, debiera hacerse evidente el diagnóstico de Gorz: "un objeto de lujo desvalorizado por su propia difusión". Todos quieren uno o dos autos en su casa, una forma de transporte privado que no hace más que volver aún más difícil el tránsito de todos. Especialmente, de aquellos que no tienen, por elección o falta de poder adquisitivo, su propio automóvil. Se trata de un clásico problema del uso de un bien común, y en ese sentido puede compararse con el uso de la atmósfera. El abuso tanto de las calles, como el abuso en la emisión de gases contaminantes, generan el problema del cambio climático.
Por supuesto, para que el automóvil sea más fácilmente visibilizado como un lujo insustentable y no como una necesidad vital, debe asegurarse que el transporte colectivo sea lo que debe ser: un servicio público de excelencia. Los subtes y sobre todo los ferrocarriles del área metropolitana parecen indicar lo contrario. Para el diputado Pino Solanas, el accidente del lunes en el Mitre: “es el fruto de décadas de desinversión y falta de mantenimiento". Y volvió a señalar que es urgente "la reconstrucción del sistema ferroviario", como ya se hizo evidente desde la tragedia de Once.
"Paro de subtes y descarrilamiento en el Mitre: el transporte público de pasajeros, el más económico y ecológico, no es prioridad en el país", escribió este lunes la organización Los Verdes en las redes sociales. Por la misma vía, su director Juan Carlos Villalonga ironizó: "Es un descarrilamiento del tren de la alegría y la liberación. En cambio el subte no anda culpa de la cadena del desanimo". Mientras tanto, para aguantar la situación, la bicicleta sigue siendo una opción saludable, que debiera complementarse con subtes y colectivos para todos y todas.
Ver también:
ComAmbiental: La tragedia del tren Sarmiento: civilización y barbarie (23/2/2012)
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