Para los medios masivos, la noticia del día es el 150° Aniversario de la Corte Suprema de Justicia de la Nación. (En eso coinciden La Nación y Página/12). Debe buscarse entre los medios "alternativos", para conocer la triste realidad de que otro niño qom murió este lunes en Formosa. (En eso coinciden también los diarios masivos, en casi no hablar del tema). La lectura que aquí proponemos tiene que ver con la relación que puede hacerse entre ambas noticias.
La Corte Suprema. No es que no sean importantes las palabras del Presidente de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, Ricardo Lorenzetti. Para Página/12, que antes del acto había titulado "Lorenzetti abre el fuego", pasado el alerta titula ahora "Con frases para todos los gustos". Mientras, La Nación pone el Juez de su lado al destacar: "Advirtió la Corte que su misión es hacer cumplir la Constitución". Más allá de la rencilla política, como se dijo la coincidencia es que es la noticia de tapa. Y reiteramos, no es que sus palabras no sean importantes. Entre ellas, habló de buscar consensos básicos, e incluyó entre ellos la defensa del ambiente, uno de los caballitos de batalla del Presidente (de la CSJN).
En efecto, la palabra de Lorenzetti, se inscribe dentro de una línea de ampliación de la Democracia a través del Poder de la Justicia: "Durante muchos años la Corte fue un lugar para pocos, cuando debió ser para todos, cuando debió ser la casa de todos los argentinos, sin distinciones. Por eso hemos insistido tanto en que concurran a esta sala, en audiencias públicas, los pueblos originarios, los organismos de derechos humanos, las organizaciones ambientales, los habitantes de las villas, los niños que habitan en las orillas del Riachuelo. Todos los ciudadanos, ricos o pobres, de la Capital Federal o del interior, tienen iguales oportunidades de acceso a la Justicia".
La Suprema Injusticia. Sin embargo, el acceso a la Justicia aún dista mucho de lo ideal expresado por el Juez en su discurso de ayer. El mismo día, la Agencia de Noticias Walsh informaba que "un niño qom fue al basural a recoger alimentos y murió aplastado por la rueda de un camión volcador en la zona de San Antonio, en Formosa Capital". La situación fue trágica: "El niño, miembro de la familia Burgos del barrio Nam Qom, llegó al basurero y se subió al camión con el fin de conseguir el mejor `alimento´ para llevar a su casa. El camionero retrocedió el pesado rodado, el niño cayó al piso y las ruedas lo aplastaron. Murió en el acto". Félix Díaz pidió: "Justicia social a todos los pueblos indígenas".
El motivo de esta nota no es indilgar este caso al Juez o la Corte, sino indicar justamente que hablar de una genuina Justicia no puede resolverse en el ámbito institucional del "Poder Judicial". Mucho más, si consideramos que no se trata de un caso aislado, como recuerda AW: "El año recién comienza y ya perdieron la vida tres jóvenes qom de Formosa: enero se llevó a Daniel Asijak, de 16 años de edad, que murió en la ruta por causas no del todo esclarecidas aún; los primeros días de febrero, la desnutrición y tuberculosis se llevó a Pablo Sanagachi, de 19 años. En los últimos días de este mes, en su entusiasmo por encontrar la "mejor comida", el cuerpo de un niño quedó tendido en un basural".
Injusticia y Colonialidad. Ocurre en estos casos que Argentina no puede salir de las condiciones de "colonialidad" en la que se encuentra. Por cierto que es una tarea de gran complejidad, porque se remite a las bases mismas en que se fundó la nación. Pero no menos necesaria y urgente. Como admitió el propio Lorenzetti, la CSJN fue una de las instituciones clave, un Poder que administró la Justicia para pocos: una elite criolla, contra las mayorías populares, incluidas las hoy llamadas "minorías étnicas". Pero aún hoy, el Poder Judicial no puede garantizar cuestiones básicas como el derecho al territorio de los pueblos originarios, despojados en el proceso de colonización.
En el caso del niño muerto este lunes confluyen al menos tres fuentes de discriminación. La discriminación "racial" o étnica, se solapa con la condición de pobres (favorecida por la anterior). Y éstas con la discriminación ambiental, pues son los pobres quienes son relegados a tener que alimentarse con los desperdicios de los demás. (Por supuesto, esto no constituye una crítica a los cartoneros, sino reconocer que este trabajo debe realizarse en condiciones dignas, cuya primera condición es la seguridad, y ejercida por adultos). Debe ser política de Estado revertir esta situación, y para ello no basta el Poder Judicial. La Justicia necesita de un buen gobierno para todos.
Por Eduardo Soler
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Lorenzetti dedicó parte de su exposición al tema ambiental. Foto: CIJ. |
La Corte Suprema. No es que no sean importantes las palabras del Presidente de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, Ricardo Lorenzetti. Para Página/12, que antes del acto había titulado "Lorenzetti abre el fuego", pasado el alerta titula ahora "Con frases para todos los gustos". Mientras, La Nación pone el Juez de su lado al destacar: "Advirtió la Corte que su misión es hacer cumplir la Constitución". Más allá de la rencilla política, como se dijo la coincidencia es que es la noticia de tapa. Y reiteramos, no es que sus palabras no sean importantes. Entre ellas, habló de buscar consensos básicos, e incluyó entre ellos la defensa del ambiente, uno de los caballitos de batalla del Presidente (de la CSJN).
En efecto, la palabra de Lorenzetti, se inscribe dentro de una línea de ampliación de la Democracia a través del Poder de la Justicia: "Durante muchos años la Corte fue un lugar para pocos, cuando debió ser para todos, cuando debió ser la casa de todos los argentinos, sin distinciones. Por eso hemos insistido tanto en que concurran a esta sala, en audiencias públicas, los pueblos originarios, los organismos de derechos humanos, las organizaciones ambientales, los habitantes de las villas, los niños que habitan en las orillas del Riachuelo. Todos los ciudadanos, ricos o pobres, de la Capital Federal o del interior, tienen iguales oportunidades de acceso a la Justicia".
La Suprema Injusticia. Sin embargo, el acceso a la Justicia aún dista mucho de lo ideal expresado por el Juez en su discurso de ayer. El mismo día, la Agencia de Noticias Walsh informaba que "un niño qom fue al basural a recoger alimentos y murió aplastado por la rueda de un camión volcador en la zona de San Antonio, en Formosa Capital". La situación fue trágica: "El niño, miembro de la familia Burgos del barrio Nam Qom, llegó al basurero y se subió al camión con el fin de conseguir el mejor `alimento´ para llevar a su casa. El camionero retrocedió el pesado rodado, el niño cayó al piso y las ruedas lo aplastaron. Murió en el acto". Félix Díaz pidió: "Justicia social a todos los pueblos indígenas".
El motivo de esta nota no es indilgar este caso al Juez o la Corte, sino indicar justamente que hablar de una genuina Justicia no puede resolverse en el ámbito institucional del "Poder Judicial". Mucho más, si consideramos que no se trata de un caso aislado, como recuerda AW: "El año recién comienza y ya perdieron la vida tres jóvenes qom de Formosa: enero se llevó a Daniel Asijak, de 16 años de edad, que murió en la ruta por causas no del todo esclarecidas aún; los primeros días de febrero, la desnutrición y tuberculosis se llevó a Pablo Sanagachi, de 19 años. En los últimos días de este mes, en su entusiasmo por encontrar la "mejor comida", el cuerpo de un niño quedó tendido en un basural".
Injusticia y Colonialidad. Ocurre en estos casos que Argentina no puede salir de las condiciones de "colonialidad" en la que se encuentra. Por cierto que es una tarea de gran complejidad, porque se remite a las bases mismas en que se fundó la nación. Pero no menos necesaria y urgente. Como admitió el propio Lorenzetti, la CSJN fue una de las instituciones clave, un Poder que administró la Justicia para pocos: una elite criolla, contra las mayorías populares, incluidas las hoy llamadas "minorías étnicas". Pero aún hoy, el Poder Judicial no puede garantizar cuestiones básicas como el derecho al territorio de los pueblos originarios, despojados en el proceso de colonización.
En el caso del niño muerto este lunes confluyen al menos tres fuentes de discriminación. La discriminación "racial" o étnica, se solapa con la condición de pobres (favorecida por la anterior). Y éstas con la discriminación ambiental, pues son los pobres quienes son relegados a tener que alimentarse con los desperdicios de los demás. (Por supuesto, esto no constituye una crítica a los cartoneros, sino reconocer que este trabajo debe realizarse en condiciones dignas, cuya primera condición es la seguridad, y ejercida por adultos). Debe ser política de Estado revertir esta situación, y para ello no basta el Poder Judicial. La Justicia necesita de un buen gobierno para todos.
Palabra de Lorenzetti. Un párrafo del discurso de ayer tuvo dedicación exclusiva al tema ambiental: "La protección del ambiente, incorporada en el artículo 41 de la Constitución, ha sido un tema central en esta Corte. Hemos enfrentado el problema de la contaminación del Riachueloen un megaproceso que incluye a cinco millones de personas, cientos de empresas, varios municipios y estados. Lo hemos hecho con prudencia, señalando que se viola la Constitución cuando se contamina un río y se afecta la salud de los niños, pero dejando en manos de la administración la decisión de cómo limpiar ese río y de qué forma sancionar a las empresas involucradas. Lo mismo hemos hecho en numerosos conflictos ambientales a lo largo y ancho del país. En este tema, el escenario del mundo no es promisorio, porque las grandes corporaciones internacionales presionan sobre los gobiernos para explotar los recursos naturales, y hay un claro retroceso: por eso hablamos del principio de no regresión en materia ambiental. Es falso prometerles a los jóvenes un futuro que no tendrán si no cuidamos estos recursos; la lucha es ahora y debemos ser firmes, como lo hemos expresado con relación a la ley de glaciares".
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