En un extenso discurso de cuatro horas, la Presidente Cristina Fernández utilizó la oportunidad de la Apertura del Año Legislativo 2013 para dar su balance a semanas de que se cumplan 10 años desde que asumiera Néstor Kichner el gobierno el 25 de mayo de 2003. Con una retórica del crecimiento como fuente de legitimidad, expuso cifras como "el salario mínimo creció un 1338 por ciento", pero sin aclarar los datos de la inflación. Igualmente, el punto no dicho más importante es el lado oscuro de "El Modelo" extractivista: los pasivos ambientales, entendidos de una manera amplia.
La propia Cristina hizo una salvedad: En los noventa hubo crecimiento y eso no fue un éxito del país. Por esto sintetizó que el modelo kirchnerista es "crecimiento con inclusión". Por un lado, debe decirse que la salida de la crisis del 2001 fue un aprendizaje social, del cual el gobierno tiene mérito en acompañar muchas de las demandas que surgieron de aquel "argentinazo". Por otra parte, ya hemos planteado que la inclusión en un modelo basado en el énfasis del crecimiento económico (suba del PBI) llega fundamentalmente a través del "derrame", como continuidad del neoliberalismo.
Digamos más del "pasivo ambiental". Cuando hablamos de esto como el lado oscuro, o la externalidad del discurso oficialista, no nos referimos solamente a la pérdida de bosques nativos o la contaminación. Sino que como sociedad somos parte del ambiente, la deforestación está acompañada de desalojo de comunidades indígenas y campesinas. La contaminación y el abuso del agua que produce la mega-minería también significa la expulsión de pueblos en zonas semidesiérticas. Algo muy similar se plantea ahora con el inicio de la explotación del petróleo y gas "no convencional" en Patagonia.
Datos. Recuperemos ahora algunos pasajes del discurso donde se presenta la mirada del crecimiento basado en la extracción de "recursos naturales". Dijo la Presidente, como una crítica a un sector de "el campo" que "se sembró un 78% más en nuestro gobierno que cuando no les hacían pagar retenciones". Puede ser un reproche para el sector con el que disputa la renta agropecuaria, pero demuestra también la total coincidencia con el modelo de agricultura para la exportación de granos (agronegocios), principalmente de soja. La "inclusión social" que pueda hacerse de este modo es por lo menos parcial.
Un ejemplo claro de externalidad en el discurso de hoy fue la megaminería. A diferencia del año pasado, cuando el tema estaba en agenda, en este caso la Presidente eligió no hablar. Pero en el análisis se pueden observar dos conexiones. Una cuando habló del "Paso de Aguas Negras", en San Juan, que es funcional a la Barrick Gold y su proyecto "binacional" de Pascua Lama. Otra vez cuando hizo énfasis en que entregar computadoras es una política de Estado, y desde esa perspectiva no se entiende cómo todavía no contamos con la Ley de RAEE (Residuos de Aparatos Electrónicos y Electrónicos).
Para salir del extractivismo, es importante fomentar la producción local. Así parece pensarlo también la Presidente, que expresó: "La matriz de crecimiento es industrializar la Argentina". Sin embargo, por ejemplo cuando se habló de la reconstrucción del tren, encarada luego de la tragedia de Once, dio un dato totalmente contrastante. "Para el año que viene el Mitre y el Sarmiento van a estar totalmente renovados", con una inversión de "160 millones de dólares para empresa China". ¿Cómo se habla de política de reindustrialización, de capacidad ociosa, y se mandan a comprar los trenes a China?
Consumismo. En el libro Fundamentos de Economía Ecológica de Walter Pengue se escribe: "El economista no ve a la naturaleza y los ecosistemas, sólo el consumo y las pautas de crecimiento. Y así lo ven los estrategas del dominio global. Es la Economía ¡estúpido!, indicaba casi payasescamente un ex presidente norteamericano en la última década del siglo XX, para indicar lo obvio: El votante elige trabajo, seguridad y... consumo. Cada vez más, consumo. Y entonces, hay que darles eso". El consumismo es la otra cara del extractivismo, y ambos confluyen en la economía del crecimiento.
"El aire acondicionado es un bien aspiracional", dijo hoy la Presidente, ya que significan un ascenso social. Desde la perspectiva ambiental, podemos decir: Más consumo de energía, más emisiones de gases invernadero, más calor, más necesidad de aire acondicionado. Se trata del círculo vicioso del cambio climático. Pero no solamente eso: Cristina volvió a apostar hoy a la energía nuclear, las mega-represas y el petróleo no convencional. Todas fuentes de energía sucia. Otra vez, los pasivos ambientales no se contabilizan, ni siquiera de forma económica. Y sin mencionar los daños a la salud.
Dice Pengue: "Un país puede deforestar todo su territorio e incorporarlo a la producción agropecuaria, y el PBI de ese año, crecerá". Esto ocurrió en Argentina, sobre todo por la sojización, a pesar del dicho de Cristina de que "los árboles son sagrados". Dice Pengue: "Un país puede incluir todas sus inversiones en tecnologías para tratamiento de la contaminación. A mayor contaminación, mayor PBI". Esto lo constató hoy la propia Cristina: "Estamos poniendo millones de pesos por ACUMAR". Esto confirma que el daño ambiental es el lado oscuro del crecimiento económico, con costos a la salud humana.
La tarea. Poner en escena esta "externalidad" del discurso del crecimiento económico es la principal tarea del ambientalismo, como movimiento social donde confluyen ONGs y asambleas. "Yo creo que hemos salido del infierno", expresó hoy la Presidente. Si con este discurso se deja de hablar tanto de la mala herencia, avanzamos en la posibilidad de discutir el futuro de Argentina a largo plazo. Desde la Ecología Política, se trata de puntualizar que el modelo del crecimiento esconde la destrucción de territorios y de la población marginada. Además de que hipoteca la economía de los que vienen.
Ver también.
ComAmbiental: "El plan industrial y la discusión del crecimiento" (5/10/2011)
ComAmbiental: "Agobierno: De la 125 al abrazo con Monsanto" (24/7/2012)
ComAmbiental: "Primero hay que cuidar la especie humana" (2/3/2012)
ANÁLISIS
Por Eduardo Soler
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Presidente habló 4 horas con la retórica del crecimiento. Foto: Presidencia. |
La propia Cristina hizo una salvedad: En los noventa hubo crecimiento y eso no fue un éxito del país. Por esto sintetizó que el modelo kirchnerista es "crecimiento con inclusión". Por un lado, debe decirse que la salida de la crisis del 2001 fue un aprendizaje social, del cual el gobierno tiene mérito en acompañar muchas de las demandas que surgieron de aquel "argentinazo". Por otra parte, ya hemos planteado que la inclusión en un modelo basado en el énfasis del crecimiento económico (suba del PBI) llega fundamentalmente a través del "derrame", como continuidad del neoliberalismo.
Digamos más del "pasivo ambiental". Cuando hablamos de esto como el lado oscuro, o la externalidad del discurso oficialista, no nos referimos solamente a la pérdida de bosques nativos o la contaminación. Sino que como sociedad somos parte del ambiente, la deforestación está acompañada de desalojo de comunidades indígenas y campesinas. La contaminación y el abuso del agua que produce la mega-minería también significa la expulsión de pueblos en zonas semidesiérticas. Algo muy similar se plantea ahora con el inicio de la explotación del petróleo y gas "no convencional" en Patagonia.
Datos. Recuperemos ahora algunos pasajes del discurso donde se presenta la mirada del crecimiento basado en la extracción de "recursos naturales". Dijo la Presidente, como una crítica a un sector de "el campo" que "se sembró un 78% más en nuestro gobierno que cuando no les hacían pagar retenciones". Puede ser un reproche para el sector con el que disputa la renta agropecuaria, pero demuestra también la total coincidencia con el modelo de agricultura para la exportación de granos (agronegocios), principalmente de soja. La "inclusión social" que pueda hacerse de este modo es por lo menos parcial.
Un ejemplo claro de externalidad en el discurso de hoy fue la megaminería. A diferencia del año pasado, cuando el tema estaba en agenda, en este caso la Presidente eligió no hablar. Pero en el análisis se pueden observar dos conexiones. Una cuando habló del "Paso de Aguas Negras", en San Juan, que es funcional a la Barrick Gold y su proyecto "binacional" de Pascua Lama. Otra vez cuando hizo énfasis en que entregar computadoras es una política de Estado, y desde esa perspectiva no se entiende cómo todavía no contamos con la Ley de RAEE (Residuos de Aparatos Electrónicos y Electrónicos).
Consumismo. En el libro Fundamentos de Economía Ecológica de Walter Pengue se escribe: "El economista no ve a la naturaleza y los ecosistemas, sólo el consumo y las pautas de crecimiento. Y así lo ven los estrategas del dominio global. Es la Economía ¡estúpido!, indicaba casi payasescamente un ex presidente norteamericano en la última década del siglo XX, para indicar lo obvio: El votante elige trabajo, seguridad y... consumo. Cada vez más, consumo. Y entonces, hay que darles eso". El consumismo es la otra cara del extractivismo, y ambos confluyen en la economía del crecimiento.
"El aire acondicionado es un bien aspiracional", dijo hoy la Presidente, ya que significan un ascenso social. Desde la perspectiva ambiental, podemos decir: Más consumo de energía, más emisiones de gases invernadero, más calor, más necesidad de aire acondicionado. Se trata del círculo vicioso del cambio climático. Pero no solamente eso: Cristina volvió a apostar hoy a la energía nuclear, las mega-represas y el petróleo no convencional. Todas fuentes de energía sucia. Otra vez, los pasivos ambientales no se contabilizan, ni siquiera de forma económica. Y sin mencionar los daños a la salud.
Dice Pengue: "Un país puede deforestar todo su territorio e incorporarlo a la producción agropecuaria, y el PBI de ese año, crecerá". Esto ocurrió en Argentina, sobre todo por la sojización, a pesar del dicho de Cristina de que "los árboles son sagrados". Dice Pengue: "Un país puede incluir todas sus inversiones en tecnologías para tratamiento de la contaminación. A mayor contaminación, mayor PBI". Esto lo constató hoy la propia Cristina: "Estamos poniendo millones de pesos por ACUMAR". Esto confirma que el daño ambiental es el lado oscuro del crecimiento económico, con costos a la salud humana.
La tarea. Poner en escena esta "externalidad" del discurso del crecimiento económico es la principal tarea del ambientalismo, como movimiento social donde confluyen ONGs y asambleas. "Yo creo que hemos salido del infierno", expresó hoy la Presidente. Si con este discurso se deja de hablar tanto de la mala herencia, avanzamos en la posibilidad de discutir el futuro de Argentina a largo plazo. Desde la Ecología Política, se trata de puntualizar que el modelo del crecimiento esconde la destrucción de territorios y de la población marginada. Además de que hipoteca la economía de los que vienen.
Justicia. La Presidente anunció también distintos proyectos de Ley con el objetivo de la "democratización de la Justicia". Deben analizarse las propuestas puntuales, pero parece digna de apoyar. Por ejemplo, esperamos contribuya a dar Justicia en casos como los juicios para pueblos fumigados. Por otra parte, Cristina también criticó las medidas cautelares en causas patrimoniales pero aclaró que se justifican en causas ecológicas: "Si el es impacto ambiental, es irreparable". El ejemplo claro aquí es Barrick Gold, que tiene una medida cautelar contra la Ley de Glaciares para proteger su patrimonio. Y mientras tanto, el impacto de la megaminería avanza sin control.
Ver también.
ComAmbiental: "El plan industrial y la discusión del crecimiento" (5/10/2011)
ComAmbiental: "Agobierno: De la 125 al abrazo con Monsanto" (24/7/2012)
ComAmbiental: "Primero hay que cuidar la especie humana" (2/3/2012)
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