Tras un periodo de breve sanción, Paraguay se encamina a volver al Mercosur. Sin embargo, ¿la medida tuvo una profundidad ideológica o fue simplemente para cuidar las formas? Tras el discurso de la integración, los intereses de la República Unida de la Soja o, simplemente, la Mercosoja.
"Estamos contentas de que el Mercosur vuelva a integrarse", expresó hoy la Presidente Cristina Fernández, luego de su encuentro con su par de Brasil, Dilma Rousseff. Y fue el título de Telam. La frase hace referencia a las últimas elecciones en Paraguay, que volvieron a darle legitimidad democrática a ese país, según la mirada del bloque.
Sin embargo, todos parecen olvidarse que quien ganó fue el candidato del Partido Colorado, a quien el propio destituido Fernando Lugo había acusado de propiciar el juicio político. Se trata de Horacio Cartes, millonario empresario tabacalero, y también sojero. Por ello mismo, también desde ComAmbiental, se señaló el rol de las corporaciones del agronegocios en las sombras del golpe institucional.
"Hay una hipótesis muy fuerte, con indicios muy fuertes, de quien está detrás de todo esto es el pre-candidato Horacio Cartes, porque sabe que su candidatura no está prendiendo, y la única manera de avanzar es eliminando a los otros, y al proceso democrático iniciado en el 2008", expresó el propio Presidente Lugo a Telesur, un día antes del juicio político.
Por nuestra parte, debemos destacar desde una perspectiva crítica que en el mismo mes, junio de 2012, Cristina pasó de reunirse con Monsanto en Nueva York a expresar su solidaridad con el destituido Lugo. Más aún, tan sólo unos meses después, en agosto, la Presidente anunció la creación de un régimen de importación temporaria de porotos de soja de países limítrofes, incluyendo a Paraguay.
Aquella puede se entendida como una medida destinada a salvar el bache que había creado la suspensión y que beneficiaba a las corporaciones sojeras ligadas al "biocombustible", que operan a ambos lados de la frontera. Ahora, pasada la anomalía institucional, continúa este modelo de integración. En noviembre del año pasado, se anunció que por primera vez el Mercosur producía más soja que Estados Unidos.
Ver también:
ComAmbiental: Paraguay: el agronegocio va por todo (junio 2012)
ComAmbiental: "Biocombustible para la República Unida de la Soja" (agosto 2012)
Revista Mu "Patria grande y sojera".
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Mercosur o Mercosoja. Foto: Extraída de Agronoticias de FAO. |
"Estamos contentas de que el Mercosur vuelva a integrarse", expresó hoy la Presidente Cristina Fernández, luego de su encuentro con su par de Brasil, Dilma Rousseff. Y fue el título de Telam. La frase hace referencia a las últimas elecciones en Paraguay, que volvieron a darle legitimidad democrática a ese país, según la mirada del bloque.
Sin embargo, todos parecen olvidarse que quien ganó fue el candidato del Partido Colorado, a quien el propio destituido Fernando Lugo había acusado de propiciar el juicio político. Se trata de Horacio Cartes, millonario empresario tabacalero, y también sojero. Por ello mismo, también desde ComAmbiental, se señaló el rol de las corporaciones del agronegocios en las sombras del golpe institucional.
"Hay una hipótesis muy fuerte, con indicios muy fuertes, de quien está detrás de todo esto es el pre-candidato Horacio Cartes, porque sabe que su candidatura no está prendiendo, y la única manera de avanzar es eliminando a los otros, y al proceso democrático iniciado en el 2008", expresó el propio Presidente Lugo a Telesur, un día antes del juicio político.
Por nuestra parte, debemos destacar desde una perspectiva crítica que en el mismo mes, junio de 2012, Cristina pasó de reunirse con Monsanto en Nueva York a expresar su solidaridad con el destituido Lugo. Más aún, tan sólo unos meses después, en agosto, la Presidente anunció la creación de un régimen de importación temporaria de porotos de soja de países limítrofes, incluyendo a Paraguay.
Aquella puede se entendida como una medida destinada a salvar el bache que había creado la suspensión y que beneficiaba a las corporaciones sojeras ligadas al "biocombustible", que operan a ambos lados de la frontera. Ahora, pasada la anomalía institucional, continúa este modelo de integración. En noviembre del año pasado, se anunció que por primera vez el Mercosur producía más soja que Estados Unidos.
El "Mercado Común del Sur" fue creado en 1991 con el Tratado de Asunción que establecía "la libre circulación de bienes, servicios y factores productivos entre países". La soja transgénica fue aprobada primero en Argentina, en 1996. Como otro ejemplo, cuando fue el caso de la nube tóxica en el puerto de Buenos Aires, se descubrió que se trataba de un agroquímico chino que se dirigía hacia Asunción.
En el 2011, nos enterábamos que la producción de soja se duplicó en la última década y que el Mercosur produce la mitad de la producción mundial de soja, con unas 136 millones de toneladas. Es por ello que con estas tendencias la Asociación de la Cadena de la Soja Argentina (Acsoja) organizó el particular evento "Mercosoja 2011". En el mismo se promovió crear una "OPEP" sojera. Es decir, subir los precios regionales, para no pelearse entre socios como ocurrió en la crisis del 2008.
En ese encuentro tuvo las palabras finales el entonces ministro de Agricultura de Argentina, Julián Domínguez, quien no se sonrojó al decir: “Estoy convencido de que ustedes están haciendo Patria cuidando la tierra para las futuras generaciones”. El diputado Agustín Rossi no se quedó al atrás al afirmar que en el Mercosur “la soja ha permitido la integración geográfica y la inclusión social. Y no desplazó producciones importantes, sino que suplió la caída y dinamizó la manera de hacer agricultura”.
No es casual la presencia de dirigentes del oficialismo en Mercosoja 2011, aunque no tienen prensa ni oficialista ni opositora, cada uno por sus razones. Unos porque el discurso público se contrapone firmemente con el discurso privado, dicho en reuniones con grupos empresarios. En otros porque se celebra el mito de que el gobierno está contra el campo, para promover una oposición aún más dócil.
En definitiva, este tipo de negociaciones está alentada por los gobiernos progresistas de Brasil y Argentina, que lideran, en ese orden, el Mercosur. Porque otro tema a resaltar es que la integración aún continúa con sus fuertes asimetrías, que arrastra desde los noventa. Una razón de peso que explica el recelo de otro presidente progresista, Pepe Mujica, para decir "esta vieja terca es peor que el tuerto".
Ambos fueron juntos a la asunción del Presidente de Venezuela Nicolás Maduro. Allí, como se encarga de remarcar Raúl Zibechi, fue el presidente conservador de Colombia, Juan Manuel Santos, uno de los más veloces en reconocer a su par chavista, a pesar de la negativa de Estados Unidos. Es cierto, la integración latinoamericana tiene una lógica propia, la del IIRSA extractivista, al parecer.
Queda decir que Venezuela fue justamente incorporado al Mercosur en este tiempo, aprovechando que Paraguay estaba suspendido, ya que la Legislatura de este país trababa el ingreso de los caribeños hace años. Tal vez sea la única razón objetiva que explique la sanción, porque de por sí el golpe institucional en el país de los guaraníes quedó solo institucionalizado. Un trámite de 9 meses.
En el 2011, nos enterábamos que la producción de soja se duplicó en la última década y que el Mercosur produce la mitad de la producción mundial de soja, con unas 136 millones de toneladas. Es por ello que con estas tendencias la Asociación de la Cadena de la Soja Argentina (Acsoja) organizó el particular evento "Mercosoja 2011". En el mismo se promovió crear una "OPEP" sojera. Es decir, subir los precios regionales, para no pelearse entre socios como ocurrió en la crisis del 2008.
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Domínguez en el encuentro auspiciado por Clarín y La Nación. Foto: Diazdecampo |
En ese encuentro tuvo las palabras finales el entonces ministro de Agricultura de Argentina, Julián Domínguez, quien no se sonrojó al decir: “Estoy convencido de que ustedes están haciendo Patria cuidando la tierra para las futuras generaciones”. El diputado Agustín Rossi no se quedó al atrás al afirmar que en el Mercosur “la soja ha permitido la integración geográfica y la inclusión social. Y no desplazó producciones importantes, sino que suplió la caída y dinamizó la manera de hacer agricultura”.
No es casual la presencia de dirigentes del oficialismo en Mercosoja 2011, aunque no tienen prensa ni oficialista ni opositora, cada uno por sus razones. Unos porque el discurso público se contrapone firmemente con el discurso privado, dicho en reuniones con grupos empresarios. En otros porque se celebra el mito de que el gobierno está contra el campo, para promover una oposición aún más dócil.
En definitiva, este tipo de negociaciones está alentada por los gobiernos progresistas de Brasil y Argentina, que lideran, en ese orden, el Mercosur. Porque otro tema a resaltar es que la integración aún continúa con sus fuertes asimetrías, que arrastra desde los noventa. Una razón de peso que explica el recelo de otro presidente progresista, Pepe Mujica, para decir "esta vieja terca es peor que el tuerto".
Ambos fueron juntos a la asunción del Presidente de Venezuela Nicolás Maduro. Allí, como se encarga de remarcar Raúl Zibechi, fue el presidente conservador de Colombia, Juan Manuel Santos, uno de los más veloces en reconocer a su par chavista, a pesar de la negativa de Estados Unidos. Es cierto, la integración latinoamericana tiene una lógica propia, la del IIRSA extractivista, al parecer.
Queda decir que Venezuela fue justamente incorporado al Mercosur en este tiempo, aprovechando que Paraguay estaba suspendido, ya que la Legislatura de este país trababa el ingreso de los caribeños hace años. Tal vez sea la única razón objetiva que explique la sanción, porque de por sí el golpe institucional en el país de los guaraníes quedó solo institucionalizado. Un trámite de 9 meses.
Ver también:
ComAmbiental: Paraguay: el agronegocio va por todo (junio 2012)
ComAmbiental: "Biocombustible para la República Unida de la Soja" (agosto 2012)
Revista Mu "Patria grande y sojera".
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