Venezuela busca la madurez chavista

En un resultado más ajustado de lo que se preveía, el candidato chavista Nicolás Maduro ganó ayer la presidencia de Venezuela con 50,66 por ciento de los votos. El candidato opositor, Henrique Capriles, obtuvo el 49,0 por ciento y hasta el momento se niega a reconocer su derrota. Preocupado por la caída en la performance electoral, Maduro habló de mejorar la eficiencia. Desde ComAmbiental habíamos destacado las voces críticas sobre el modelo económico, en ocasión de la muerte del líder Hugo Chávez. Son cuestiones estructurales que hacen a la sustentabilidad en todo sentido, también político.

Nicolás Maduro con el famoso sombre del "pajarito". Foto: Voz del Sandinismo.

La sustentabilidad del modelo chavista (6/3/2013)

El adiós a Hugo Chavez es sin dudas el tema de la semana. Sucedió en Venezuela, pero repercute en América Latina y el mundo. En un país polarizado, supo construir un modelo popular basado en la apropiación de la renta petrolera. Ahora, mientras se debate la sucesión política dentro del chavismo, la pregunta del futuro es otra. ¿Cómo sostener a largo plazo un modelo que depende del petróleo?

Desde el periodismo económico se dieron datos. Para Alejandro Bercovich, por caso: "Venezuela redujo su pobreza del 49% en 1999 al 27% en 2010, según datos de la CEPAL. La mayor caída en la región en ese período". Y también: "Como contracara, Venezuela no logró superar su monoproducción petrolera". Un análisis similar realizó José Natanson, que destacó que el país caribeño es la tercera cuenca petrolera del mundo, la primera de "occidente", y que importa el 70 por ciento de los alimentos.

Puede recordarse que como propuesta para suplir este déficit, desde el gobierno argentino lo recomendaron el asesoramiento del Grupo Grobo, para llevar el paquete de la soja transgénica. Si bien se firmó un primer acuerdo, el proyecto no se concretó, porque finalmente saltaron las diferencias entre la visión del agronegocio de Grobocopatel con la visión de una agricultura social de Chávez. El gobierno de Venezuela impulsa hoy una serie de políticas que por ejemplo logró consolidar la producción de arroz.

Y es que, a pesar de su disputa geopolítica, Estados Unidos es el principal socio comercial, que incluye la compra de alimentos. Desde la Ecología Política, este dato es el principal para incorporar a Venezuela en la perspectiva de la "soberanía nacional". Es decir, se discute el neocolonialismo sobre los "recursos naturales" que hacen las potencias del Norte. Pero no se cambia el modelo extractivista sino que se lucha por la renta económica como forma de poder distribuir estos ingresos en el pueblo.

En este marco se pueden dar los debates a mediano plazo. Por supuesto, se trata de una cuestión estructural, de la forma en que Venezuela fue incorporada en el sistema-mundo del capitalismo insustentable. Pero debe realizarse, como el propio Chávez expresara alguna vez, cómo pensar Venezuela cuando se acabe el petróleo. Y no sólo en la continuidad de la política energética. Sino el modelo económico integral, que garantice la soberanía alimentaria, y el bienestar social en general.

Otra vez, es en el plano internacional donde la figura de Chávez se destacó. Fue protagonista del rechazo de América Latina a firmar el tratado de libre comercio con Estado Unidos (ALCA), en épocas de George Bush. Como gesto simbólico, años después le regaló el libro "Las venas abiertas de América Latina" al nuevo presidente Barak Obama. En la cumbre de Copenhague de cambio climático, se hizo eco de los movimientos sociales: "Si el planeta fuera un banco, ya lo hubieran salvado".



El ahora presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, fue el orador principal durante el Funeral de Estado que despidió a Hugo Chávez. En su discurso, expresó que la Constitución es su testamento político. Y entre los cinco objetivos que dejó como tarea a futuro, se destaca: “Contribuir con la preservación de la vida en el planeta y la salvación de la especie humana”.

Se trata de la misión más importante, según expresó el propio Maduro, porque: "No existirá ni capitalismo ni socialismo ni ninguna de nuestras religiones si no somos capaces, desde donde estemos, de salvar nuestro planeta. Tenemos que eliminar las bombas nucleares, las fuerzas de destrucción y de contaminación de ríos, de mares, de calentamiento del planeta, porque de lo contrario no habrá futuro. Queda de nuestra parte hacerlo".

En nuestra nota de perspectiva sobre el legado de Chávez remarcábamos su prédica en los foros internacionales sobre cambio climático, en el que se hizo eco de los movimientos sociales: "Si el planeta fuera un banco, ya lo hubiesen salvado". Sin embargo, un análisis más completo también nos lleva a considerar la sustentabilidad propia del modelo en Venezuela, con gran dependencia del petróleo, que precisa de su renta para realizar sus políticas sociales. 

Justamente, todo ello fue uno de los puntos en la profunda columna escrita por Boaventura de Sousa Santos, aquel que habla de la Ecología de Saberes, y quefue publicada ayer en Página 12. En ella menciona puntos de su legado: la redistribución de la riqueza, la integración regional, el anti-imperialismo, el socialismo del siglo XXI y el Estado Comunal. También los desafíos: la unión cívico- militar, el régimen político, y el extractivismo, con el cual concluimos esta nota: 

"El extractivismo. La Revolución Bolivariana profundizó la dependencia del petróleo y los recursos naturales en general, un fenómeno que, lejos de ser específico de Venezuela, está hoy presente en otros países administrados por gobiernos que consideramos progresistas, como Brasil, Argentina, Ecuador o Bolivia. La dependencia excesiva de los recursos naturales bloquea la diversificación de la economía, destruye el medioambiente y, sobre todo, constituye una agresión constante a las poblaciones indígenas y campesinas, en cuyos territorios se encuentran esos recursos, contaminando sus aguas, desconociendo sus derechos ancestrales, violando el derecho internacional que exige la consulta a las poblaciones, expulsándolas de sus tierras, asesinando a sus líderes comunitarios. Hace apenas unos días asesinaron a un gran líder indígena de la Sierra de Perijá (Venezuela), Sabino Romero, referente de una lucha con la que me solidarizo desde hace años. ¿Sabrán los sucesores de Chávez enfrentar este problema?"

ACTUALIZACIÓN 10/3. Incorporamos la opinión de Miguel Bonasso sobre el tema, comparando los modelos de Venezuela y Argentina: "Hay, es cierto, una similitud de ambos modelos en materia económica: ninguno de los dos logró cambiar la matriz productiva. Venezuela sigue siendo petróleo-dependiente y Argentina agroexportadora. Pero aún en esa falencia compartida hay diferencias a favor de los bolivarianos: la renta petrolera está absolutamente en manos del Estado y ha servido para el desarrollo social; Argentina se está condenando a un neocolonialismo agrario, minero y “petrolero no convencional”, que no beneficia a las grandes mayorías sino –por caso- a Monsanto, la Barrick o Chevron".

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