BREVE. Todos los segundos sábados de mayo se celebra el Día Internacional del Comercio Justo. Se trata de una forma alternativa de intercambio de bienes económicos que promueven una relación comercial justa entre los productores y los consumidores, apoyada por distintas organizaciones sociales y por las Naciones Unidas. Para superar las críticas que tiene el concepto, es necesario considerar cómo instaurar o recuperar una lógica de relaciones y vínculos solidarios. Un mercado real y no una abstracción donde predomina el capital y el dinero.
Entre las diversas críticas a este concepto, consideramos la principal saber si se trata de una manera de crítica al sistema consumista, o un segmento del mismo mercado para consumidores más "responsables" pero que responden a las mismas empresas que tienen productos "sustentables". Para superar estas cuestiones, el Comercio Justo debiera considerarse también como un intercambio entre productor / consumidor y productor / consumidor. Es decir, incorporar a las economías no mercantiles, donde el comercio también es una forma de "trueque" entre dos trabajos, aunque esté mediada generalmente por el uso del dinero, que no necesariamente sea así. Es decir, fomentar vínculos.
De tal forma, el Día llama a reflexionar también por lo que consideramos Justo. Y en tal sentido, considerar como las características de este comercio que consideren la sustentabilidad ambiental, así como el respecto por el derecho del trabajador, deben ir en un mismo sentido. Como expresamos en una nota reciente, porque es el Capital el que explota de forma conjunta a la naturaleza ("recurso natural") y al hombre ("recurso humano"). Por lo tanto, hablar de Comercio Justo debiera apuntar al intercambio de bienes y productos, donde no intervenga la acumulación de capital, pues sino sería reproduciendo la lógica del sistema, aunque en menor escala. El objetivo, otra vez: recuperar los vínculos.
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Algunas imágenes del FestEco del año 2012. |
Entre las diversas críticas a este concepto, consideramos la principal saber si se trata de una manera de crítica al sistema consumista, o un segmento del mismo mercado para consumidores más "responsables" pero que responden a las mismas empresas que tienen productos "sustentables". Para superar estas cuestiones, el Comercio Justo debiera considerarse también como un intercambio entre productor / consumidor y productor / consumidor. Es decir, incorporar a las economías no mercantiles, donde el comercio también es una forma de "trueque" entre dos trabajos, aunque esté mediada generalmente por el uso del dinero, que no necesariamente sea así. Es decir, fomentar vínculos.
De tal forma, el Día llama a reflexionar también por lo que consideramos Justo. Y en tal sentido, considerar como las características de este comercio que consideren la sustentabilidad ambiental, así como el respecto por el derecho del trabajador, deben ir en un mismo sentido. Como expresamos en una nota reciente, porque es el Capital el que explota de forma conjunta a la naturaleza ("recurso natural") y al hombre ("recurso humano"). Por lo tanto, hablar de Comercio Justo debiera apuntar al intercambio de bienes y productos, donde no intervenga la acumulación de capital, pues sino sería reproduciendo la lógica del sistema, aunque en menor escala. El objetivo, otra vez: recuperar los vínculos.
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