Y muerto el verde sólo torres crecerán

Lo que está en juego, en relación al desarrollo urbano, es la centralidad de la Ciudad de Buenos Aires. Mientras ahí se mantiene la población estable y hay cada vez más edificios privados, en el conurbano y en las villas de asentamiento la población sigue aumentando. El problema de la vivienda no es la falta de viviendas, sino el modelo. En esta entrevista con Jair Caetano Pérez Gorospe y Félix Cariboni, del Espacio Chico Mendes, hablamos sobre Desarrollo Urbano y vulneración del Derecho a la Ciudad: especulación inmobiliaria, proceso de gentrificación, pérdida de espacios públicos y de identidad de los barrios. Y sus consecuencias para el ambiente: sobrepoblación en el conurbano y villas de emergencia, colapso de los servicios públicos e inundaciones antes inusuales.


Por Mariana Dei Castelli

Los modelos de "Ciudad Global" proliferan en el mundo. Foto: Arquine.

En el negocio fue el Pacto Pro-K. Tanto Jair como Félix acuerdan en señalar este acuerdo como un hito en el desarrollismo urbano. Sancionado a fines del año pasado en la Legislatura, consistió en la entrega de alrededor de 150 hectáreas de la Capital Federal al Gobierno Nacional. De los cinco terrenos, dos están destinados al Plan Procrear y los otros tres están destinados a la especulación inmobiliaria de privados para realizar torres en altura. Casualmente, o no, estos últimos están en Caballito, Liniers y Palermo. Los dos restantes, destinados a Procrear, están ubicados en terrenos desvalorizados de la zona sur, en Parque Patricios y Pompeya.

Los integrantes del Espacio Chico Mendes aclararon que el Banco Hipotecario, que es el que va a entregar los créditos para el plan Procrear con fondos del Anses, desde que se privatizó en 1997 no tiene fines sociales, sino simplemente de lucro. Y otra vez, casualmente, o no, el principal accionario del banco hipotecario es Eduardo Elsztain, presidente del grupo Irsa, la empresa que más desarrollo y especulación inmobiliaria genera en la Ciudad. “Lo que hubiera sido lógico es, si tienen fondos que son de toda la sociedad, entregarlos a través del Banco Nación, con créditos blandos, sin intereses, para que la gente pueda pagarlos cómodamente. No, van a ser fondos que van a ser trasladados a través del Banco Hipotecario entregados en préstamo a gente de clase media, que van a tener que pagar durante 10 o 20 años con intereses, para que el grupo destinatario de la creación de las viviendas se llene los bolsillos con nuestra plata”, comentó Jair.

Tanto en Palermo como en Caballito, en los terrenos cedidos se van a construir Shoppings a cargo de la empresa Irsa, en contra de la voluntad de los vecinos que habían presentado proyectos: para un Parque del Bicentenario, en el caso de Caballito, y para un lago aliviador con espacios verdes, en Palermo. De esta manera se vulnera el derecho de los vecinos a decidir sobre la planificación de la ciudad en la que habitan.

“El proyecto de la ciudad global se está dando en todo el mundo. Acá es bastante exponencial. Uno no puede ponerse en contra de un partido político en particular, sino que acá lo que hay es una connivencia política, del partido que sea. Todos se sientan con los mismos denominadores en común que son las corporaciones nacionales o extranjeras”, explicó Jair. En el caso de Buenos Aires y del Área Metropolitana el común denominador es la empresa Irsa, la que tiene el mayor beneficio con los terrenos públicos para la construcción, aunque también participan los grupos Techint y Constantini.

“Para poder terminar con este tipo de cosas, que están planeadas de antemano, y que implican justamente el avasallamiento sobre nuestro derecho a la ciudad, necesitamos una democratización, participación realmente popular o ciudadana. Es la única manera de evitar estas cosas”, afirmaron los integrantes de Chico Mendes. 

También admitieron que hay que hacer una autocrítica desde las organizaciones sociales, que nunca antes se plantearon el problema de la ciudad. "Entonces la ciudad la piensa otro, la planifica otro, y la construye otro, y muchas veces en detrimento de los sectores populares y no tan populares. El problema también es que la ciudad tiene la capacidad de asimilar rápidamente esas construcciones, y después, una vez que tenés construido un shopping, ¿qué hacés? ¿Vas a derrumbar el shopping? Esto es lo peor de todo porque no se puede volver atrás. Es acumulación por desposesión pero en el sentido más estricto del término”, aseveró Félix.

El Espacio Chico Mendes integra ahora un nuevo proyecto social llamado “Es nuestra la ciudad”. Se trata de un grupo integrado por varias organizaciones sociales que están trabajando e investigando estos temas. “Discutimos el derecho a la ciudad y empezamos a cuestionar estas leyes. Entonces es la parte pública pero también la institucional para tratar de derogar esas leyes”, adelantaron.

Felix y Jair aseguran que hoy “el Estado es el mercado inmobiliario”, sea nacional o provincial. “Sobre todo el sector del PRO, son la garantía para el mercado inmobiliario. El papel del Estado es regular el avance inmobiliario y acá lo que pasa es todo lo contrario”.

Algunos proyectos inmobiliarios.

- “En la zona de Vicente López hay un esquema de venta de la costa, una privatización encubierta en la cual han entregado terrenos, han cambiado las zonificaciones para poder construir en altura y más de lo que corresponde. Antes nunca se inundaba la zona baja de Vicente López y en los últimos tres años se inunda porque saltan las alcantarillas. Y eso es culpa de la sobreconstrucción innecesaria. Por ejemplo hay un complejo de ocho torres llamada Horizons (de Irsa y Cyrela, de Brasil) en terrenos públicos que fueron vendidos aunque era parte del club. Hoy, de ese grupo de torres sólo el 20 por ciento está habitado, en el resto de las torres no vive nadie. Es inversión en ladrillo, nada más que eso. No hay una función social. Ni siquiera se alquilan los lugares, están vendidos y están vacíos. Además de eso no se tiene en cuenta dónde se construye, eran todos terrenos que hacían que permear el agua y hoy esos terrenos están todos tapados. Lo mismo pasa con el Vial Costero”.

- En la Zona Sur el proyecto Bernal-Quilmes-Berazategui, “Costa del Plata” del grupo Techint: “En este momento el proyecto está frenado porque acaban de declarar Reserva Ecológica Natural a la selva marginal de Quilmes. Pero la realidad es que, como pasó con Laguna de Rocha donde se decidió desafectar parte de la Reserva, lo mismo puede pasar en este caso”.

- En la ex Ciudad Deportiva de la Boca se quiere construir el barrio Solares de Santa María. “Es una tierra que le donó el gobierno nacional al Club Boca Juniors para que haga su Ciudad Deportiva, y para funciones sociales y públicas. El club nunca hizo eso, y se sabe que cuando es una donación no se usa para lo que está previsto se debe devolver. El club no sólo no lo devolvió sino que se lo vendió a Irsa. Hoy en día, la Villa Rodrigo Bueno que está al lado se podría trasladar a la ex Ciudad Deportiva, ya que pagándole de vuelta los 50 millones a Irsa, que fue por lo que se vendió, insumiría mucho menos dinero que trasladarla a otro lugar. Pero no hay voluntad política”.

- En la Isla Demarchi, se pretende vender los terrenos nacionales donde se hace el balizamiento y las ejecuciones de construcciones navales para hacer, por un lado, un polo audiovisual y, por el otro, viviendas que están bajo un proyecto del grupo Irsa. “Y además de todo no son viviendas para vivir, no son para uso social, no tienen un valor de uso sino un valor de cambio. O sea, se construyen casas con otros propósitos y esto genera un montón de consecuencias en las ciudades, beneficiando a corporaciones y encima pensando en un mercado global de competencia de ciudades”.

Impacto en los barrios.

Jair y Felix aseguran que una de las consecuencias de este tipo de desarrollo inmobiliario tiene que ver con el impacto en los territorios. Por ejemplo, Caballito es el barrio más densamente poblado de la Ciudad de Buenos Aires. Y esto genera justamente colapsos en los servicios públicos, como la poca presión del agua, problemas con las cloacas, entre otros. En Palermo, en cambio, la población se mantiene estable. Es decir que, como nos explicaron, “hay superconstrucciones pero no se sabe para qué se construye. Es la idea del ladrillo como reserva de valor. Ya no es más la función social de la propiedad, que es para vivir, y termina siendo mera especulación inmobiliaria. Entonces construimos, colapsan los servicios y encima hace que en los barrios aumenten los alquileres, y esto genera expulsión directa o indirecta”.

Con esto se refieren a lo que se llama gentrificación: el proceso premeditado por el cual el barrio se renueva por otra población con mayor poder adquisitivo que la población original. Esto está sucediendo con varios de los barrios de la capital, como Barracas, Palermo, Villa Crespo, Villa Urquiza. Y generalmente quienes son expulsados de manera directa, (a través de desalojos forzosos), o indirecta (porque no pueden pagar los alquileres), terminan viviendo en el Conurbano o en Villas y trabajando en la Capital.

También hay una pérdida de la identidad de los barrios. “La gente de los barrios de casas bajas está siendo invadida por las torres, como pasa en Villa Pueyrredón, Villa del Parque y Villa Devoto. No es el barrio donde uno creció, ya no lo siente su lugar, se siente invadida, le taparon el sol, le hicieron un túnel de viento y tiene ventanas alrededor. Se pierden relaciones sociales. Y es un tema muy importante porque no hay una consulta popular vinculante al respecto”. En muchos casos son lugares donde no se podía construir porque la zonificación lo prohibía. Entonces se modificaron las zonificaciones adredemente y siempre de la forma legal, aunque en algunos casos sin audiencia pública".

Por otra parte, Félix y Jair afirman que, a diferencia de nuestros padres o abuelos, hoy es difícil llegar a comprar una casa, con crédito hipotecario o con ahorros: “Cada vez tenemos más inquilinos y menos dueños. Hay mayor cantidad de dueños de la especulación, que son pocos, y que tienen las viviendas ociosas. La mayoría somos como esclavos de un inquilinato al eternum”.

Espacios verdes

El desarrollo inmobiliario está generando también que no haya lugar donde se escurra el agua y terminen generandose las inundaciones porque se tapan los aliviadores, como va a pasar o ya esta pasando con algunos de los proyectos como en la Laguna de Rocha, en Santa Catalina, el barrio Mitre e incluso en Villa Martelli a causa de Tecnópolis. Es decir, lugares donde hace pocos años no se sufrían inundaciones. Y todo esto en un contexto en el que hubo varios muertos este año en Buenos Aires y La Plata, justamente a causa de inundaciones. “O sea, ya vamos a esa locura: todo el espacio verde que tenemos de parques, plazas o espacios libres, que son justamente aliviadores, se los tapa con cemento o se los aprisiona con más tierra para levantar el terreno, y eso hace que las aguas no drenen, no escurran, y después sufrimos las consecuencias”, explicó Jair.

Un claro ejemplo de esto es el Parque Roca. A través del pacto Pro-K se entregaron 37 hectáreas para hacer el “Centro Logístico de carga Sud” de empresas privadas de transporte que van a tener 20 años de exención de todo tipo de impuestos y van a cementar el terreno. Ese lugar es parte del Parque IndoAmericano donde hace pocos años hubo dos fallecidos a causa de la represión de la Policía Federal y la Metropolitana que actuaron en conjunto. Lo llamativo de esto es que quienes estaban ocupando el terreno lo hicieron porque la villa en que vivían estaba siendo contaminada, entre otras cosas por un depósito de automóviles. “Para ellos, que no fueron reubicados, no hay ese terreno público ni barrios, pero sí para hacer un terreno cementado de 37 hectáreas para empresas de transporte. Entonces, además de que hay pocos espacios verdes, los pocos que hay se quitan para privados, ni siquiera para planes sociales”, comentó Jair.

Como nos explicaron, los espacios verdes no sólo cumplen la función de drenar el agua, de ser absorbentes, sino que también se necesitan espacios verdes de recreación, para un buen vivir, para una vida sana, para una buena calidad de vida, para llevar a los chicos a la plaza donde puedan jugar y correr. En nuestra calidad de vida influye el entorno.

En relación a esto hay que destacar un nuevo modelo de plazas en la Ciudad que es la Plaza Seca. Se cementan las plazas, no hay drenaje ni son permeables, se hacen bloques de cemento con un poco de tierra y alguna planta. Lo mismo con los bancos que se hacen de hormigón. Se construyen estacionamientos abajo y se enreja el parque. “La plaza ya no cumple la misma función que antes. Y detrás de eso hay un gran negocio con las constructoras de estas plazas, una de ellas es Creaurban, justamente de la familia Macri. Entonces el cemento es un gran negocio”, dijo Jair, y Félix concluyó: “Hay un paradigma mundial que no es en beneficio de lo público, es justamente lograr que no haya más espacios públicos para generar que la gente utilice espacios privados y consuma más. Es, justamente, lo que pasa con los shoppings”.


Escuchar la columna radial de Mariana Del Castelli y Natalia Aparicio en "Vuelta Cangrejo" (La Tribu):
Desarrollo Urbano, COM Ambiental



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El extractivismo urbano (16-4)
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