Elecciones y Solidaridad

La campaña electoral concluye sin que el debate avance en problemas estructurales, ocasionados por el modelo económico extractivista. Las principales discusiones se establecen en torno a disputas meramente partidarias o en cuestiones abordadas con un discurso electoralista, como la demanda por "seguridad". El llamado a votar por el propio interés parece estar en el fondo de la cuestión, mediado por la interpretación de los candidatos sobre el llamado "interés popular". Mientras tanto, el interés privado de las grandes corporaciones permanece mayoritariamente incuestionable. Y eso se traduce en el regreso del individualismo como ideología.

Por Eduardo Soler

Una historieta de Los Pitufos para reflexionar sobre la política. Fuente: The watcher.

"Yo voto por MI", dice un spot electoral haciendo un juego de palabras con el candidato oficialista en la Provincia de Buenos Aires, Martín Insaurralde. En una de las últimas acciones, el gobierno nacional hizo un nuevo sorteo del programa "PROCREAR" con el cual el gobierno empezó a abordar el problema de la vivienda, sobre todo dirigido a sectores de clase media urbana.

El voto por uno mismo es legítimo, pues en principio considerar el propio interés no resulta hipócrita. Sin embargo, proponemos no dejar de observar que los créditos del Estado se financian,  por ejemplo, con la renta sojera. Es decir, dinero público que se consigue, a su vez, con el desplazamiento de campesinos e indígenas que se quedan sin vivienda, sin sustento económico, sin su forma de vida.

Ello no significa que las principales oposiciones electorales cuestionen el núcleo de este modelo económico. De hecho, se debate más el incidente mediatizado de un legislador (Juan Cabandié) que temas profundos como el agronegocio que, junto con la megaminería y el fracking, forman parte del modelo extractivista. La campaña sigue la lógica del rating.

"Vengo a proponerles un sueño", resalta el discurso oficialista. No puede dejarse de reconocer algunos avances para los sectores populares de la década kirchnerista. Sin embargo, estos se realizaron en el marco de la lógica del "derrame", porque la condición de fondo es el crecimiento económico, que se sostiene en las "ganancias extraordinarias" de las corporaciones.

Frente a ello, la frase "Nuestros sueños no entran en sus urnas" circula en los muros virtuales y reales. Las iniciativas partidarias que discuten puntos del modelo extractivista no son del todo inexistentes, pero en general aparece como un dato de color (verde) o un discurso políticamente correcto. Después de todo: ¿Quién no quiere "cuidar el ambiente"?

En este sentido, una genuina consideración de la solidaridad es necesaria. En el caso de la "conciencia ecológica nacional", significa que "El Desarrollo" no puede ser un justificativo para que se creen territorios sacrificables, ante el avance de la "frontera productiva" (de la soja, de la minería, del petróleo). La solidaridad ambiental es con el futuro, pero también con el presente.


Ver también:
Conciencia Ambiental y Nacional, en lucha (septiembre 2013)¿Y qué PASÓ con la Pacha? (agosto 2013)
¿Quién me va curar el ambiente partido? (junio 2013)
El aparato político y la energía de la polarización (abril de 2013)

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