Privatización encubierta del agua en Misiones

La dificultad del acceso al agua potable en Misiones se hizo explícita en dos noticias: el desenvolvimiento de la empresa Aguas Misioneras Sociedad del Estado y la muerte de tres bebés mbya guaraníes.  

Por Natalia Aparicio y Mariana Dei Castelli.


Agua, ¿bien común? Foto: Pelota de trapo.

El acceso al agua potable está consagrado por nuestra Constitución Nacional como un derecho humano fundamental. Sin embargo, en la práctica no se cumple y Misiones –que se encuentra sobre la tercera reserva mundial que es el Acuífero Guaraní– es paradójicamente la provincia más rezagada.
Según datos del INDEC, Misiones está última en la lista con un 66% de las viviendas con acceso a la red de agua potable. Pero si se computa el servicio de cloacas, según el Instituto para el Desarrollo Social Argentino, la cifra desciende a 18%, cuando la media nacional es del 51% y Capital Federal lleva la delantera con el 96%.

Agua de las Misiones y la Teoría del Derrame. En 2009, en Misiones se aprobó una ley presentada por el actual presidente de la legislatura provincial y ex gobernador, Carlos Rovira, por la que se creó la empresa Aguas Misioneras Sociedad del Estado.

La empresa comercializa agua embotellada, bajo el nombre de “Agua de las Misiones”, y como contrapartida, debe reinvertir el 55% de sus utilidades en planes sociales y obras para promover un uso racional y sustentable del agua. Otro 40% debe destinarse al Ministerio de Ecología para financiar proyectos ambientales. No obstante, desde su puesta en marcha en diciembre de 2010, no invirtió más que para publicitar su producto.

Así lo confirmaron voceros de la empresa, cuando la revista local Superficie hizo un pedido de información sobre la ejecución de los fondos públicos. Argumentaron que la empresa todavía está en una etapa de terminación de las inversiones y que no cuenta con los recursos suficientes que demuestren una rentabilidad distribuible. Sin embargo, admitieron que hubo una facturación anual de más de dos millones de pesos y que se destinó más de un millón a la publicidad.

Por otro lado, señalaron que no se extrae agua del Acuífero Guaraní porque es "hiper-mineralizada", aunque no aclararon de dónde proviene el líquido vital que se vende.

Agua que mata. Mientras el agua es comercializada por una empresa estatal que no distribuye sus ganancias, Misiones tiene varias zonas en situación de emergencia hídrica. Hace un mes, tres bebés mbya guaraníes murieron en la aldea Kaagui Porá, por haber ingerido agua contaminada de una vertiente.

A pesar de que esa fuente era legendaria y segura para la comunidad, hoy está contaminada con residuos de agroquímicos, fumigaciones, desmontes e incluso desechos cloacales. Tomar esa agua puede provocar –como pasó en este caso– diarreas fatales. En la aldea donde vivían los bebés de nueve, once y dieciséis meses, hay un sólo pozo perforado al que apenas acceden las familias cercanas y cuando la bomba se rompe la única fuente es la vertiente.

Ante esta situación el gobierno de Misiones, a cargo de Maurice Closs, negó que las muertes hayan sido a causa del agua contaminada y los ministros justificaron que “es un virus normal en esta época”. Sin embargo, al día siguiente enviaron un tanque de agua potable para la comunidad, aceptando implícitamente el problema.

¿Discursos que hacen agua? En este sentido, cabe reflexionar. A través de la creación de la Empresa Aguas Misioneras Sociedad del Estado se comercializa el agua que, al tratarse de un bien común debería estar garantizada para cualquier persona, algo que todavía no sucede. Y ya que la empresa estatal no retribuye sus ganancias al Estado en beneficio de todos los habitantes de la provincia, su negocio pasa a significar una privatización encubierta del agua.
 
Columna emitida en Vuelta Cangrejo, por FM La Tribu, el 20 de noviembre de 2013.

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