A un año de las inundaciones sufridas en las ciudades de Buenos Aires y de La Plata, la Comisión de Cambio Climático de la Legislatura porteña organizó una jornada con la participación de políticos, académicos y vecinos afectados. Entre los distintos testimonios, quedó la sensación bien fundada de que una inundación con consecuencias trágicas puede repetirse, ya que no se atienden las causas profundas de este desastre ambiental. Los especialistas señalan que las "medidas no estructurales" ,más que las mega-obras, pueden salvar vidas si se articulan con la participación ciudadana.
"Entubando los arroyos, creamos una falsa sensación de seguridad". La frase no es tan inusual dentro del pensamiento crítico ambiental. Sin embargo, en la boca de una ingeniera civil, tal vez adopta otro sentido. Durante la jornada, María Eva Koutsovitis, prosecretaria del Departamento de Hidráulica de la Facultad de Ingeniería (UBA), expulso desde el punto de vista del técnico pero sin alejarse de una visión social. Así lo entiende, porque: "el plan de contingencia es exitoso sólo cuando los vecinos participan". Desde su visión, este fue el punto más positivo del último año: los vecinos afectados se convirtieron en genuinos expertos en inundaciones.
Los vecinos agrupados por barrios afectados, entonces, protagonizaron por ejemplo los reclamos hechos ayer, a un año de las inundaciones. Luis Poli, de Parque Chas, explicó que "el discurso del que se inundó es muy distinto del que no se inundó". En este punto, remarcó el silencio de los grandes medios y de los partidos políticos principales frente a la problemática. "Te estás enfrentando a las empresas", fue una de las frases que escuchó en su lucha. Y es que las inundaciones tiene como problema de fondo la especulación inmobiliaria, que suma riesgo a un territorio de por sí inundable, como es la Ciudad de Buenos Aires.
Desde la presidencia de la Comisión de Cambio Climático, el legislador Pablo Bergel, quien convocó la jornada, expresó su solidaridad y aseguró para el bloque Verde Alameda se trata de un tema prioritario. "Nuestro compromiso es sacar la Comisión a los barrios, hacerla funcionar en las comunas junto a vecinos, especialistas comprometidos, comuneros y diputados de todos los partidos que nos quieran acompañar en esta problemática que atraviesa transversalmente toda la agenda de la ciudad". Estuvieron presentes y dieron su palabra cuatro comuneros de diferentes zonas de la Ciudad, que coincidieron en las dificultades de llevar adelante su tarea.
Por el bloque kirchnerista, estuvo presente el legislador Gabriel Fucks, quien contó su experiencia al frente de Cascos Blancos, un organismo del gobierno nacional para asistir en situaciones de emergencia. Desde su punto de vista, hizo una autocrítica al señalar que en estos once años de crecimiento, no se pudo dar el debate hacia un desarrollo sustentable. En ese marco, "no se pudo construir un sistema de emergencia, que se comió un crédito de 30 mil millones". También, expresó que falta discutir una Ley de Ordenamiento Territorial, y que el tema fue abordado en forma poco inteligente por el actual Ministro de Defensa, Agustín Rossi.
En el plano local, Roque Pedace, uno de los referentes en el estudio de las políticas climáticas en el país, señaló que este año debe implementarse la Ley de Cambio Climático de la Ciudad. Destacó que la reglamentación debe incluir la participación de las comunas para generar un Plan de Adaptación. En ese marco, un punto clave será definir las zonas de riesgo de un índice alto de peligrosidad. Señaló que los estudios encargados por el gobierno porteño no toman en cuenta la variabilidad climática, que aumentó la frecuencia de tormentas en la Ciudad, por lo cual el mapa de zonas riesgosas para la inundación puede variar. Si esto no se modifica, el problema no se resuelve.
Del mismo modo, Koutsovitis recordó que "un evento climático extraordinario por sí solo no determina la tragedia". Y esto se puede aplicar tanto a lo sucedido en Buenos Aires como en La Plata. Las llamadas "medidas estructurales", promocionadas como "mega-obras" se imponen con un nivel de riesgo desconocido, es decir, que "las soluciones técnicas no son discutidas". De este modo, las denominadas "medidas no estructurales" pueden salvar más vidas. Por ejemplo, consolidar redes de alerta y planes de contingencia, no necesita presupuestos millonarios, pero sí "requiere voluntad política". Esto es lo que los vecinos afectados reclaman a las autoridades: poder participar.
Ver también:
Buenos Aires ES una ciudad inundable (octubre 2012)
Inundación y "naturalización" de la catástrofe (abril 2014)
Colectivo Tinta Verde: "Balances que hacen agua" (2-4-2014)
Uno de los momentos de la Jornada en la Legislatura. Foto: ComAmbiental |
"Entubando los arroyos, creamos una falsa sensación de seguridad". La frase no es tan inusual dentro del pensamiento crítico ambiental. Sin embargo, en la boca de una ingeniera civil, tal vez adopta otro sentido. Durante la jornada, María Eva Koutsovitis, prosecretaria del Departamento de Hidráulica de la Facultad de Ingeniería (UBA), expulso desde el punto de vista del técnico pero sin alejarse de una visión social. Así lo entiende, porque: "el plan de contingencia es exitoso sólo cuando los vecinos participan". Desde su visión, este fue el punto más positivo del último año: los vecinos afectados se convirtieron en genuinos expertos en inundaciones.
Los vecinos agrupados por barrios afectados, entonces, protagonizaron por ejemplo los reclamos hechos ayer, a un año de las inundaciones. Luis Poli, de Parque Chas, explicó que "el discurso del que se inundó es muy distinto del que no se inundó". En este punto, remarcó el silencio de los grandes medios y de los partidos políticos principales frente a la problemática. "Te estás enfrentando a las empresas", fue una de las frases que escuchó en su lucha. Y es que las inundaciones tiene como problema de fondo la especulación inmobiliaria, que suma riesgo a un territorio de por sí inundable, como es la Ciudad de Buenos Aires.
Desde la presidencia de la Comisión de Cambio Climático, el legislador Pablo Bergel, quien convocó la jornada, expresó su solidaridad y aseguró para el bloque Verde Alameda se trata de un tema prioritario. "Nuestro compromiso es sacar la Comisión a los barrios, hacerla funcionar en las comunas junto a vecinos, especialistas comprometidos, comuneros y diputados de todos los partidos que nos quieran acompañar en esta problemática que atraviesa transversalmente toda la agenda de la ciudad". Estuvieron presentes y dieron su palabra cuatro comuneros de diferentes zonas de la Ciudad, que coincidieron en las dificultades de llevar adelante su tarea.
Por el bloque kirchnerista, estuvo presente el legislador Gabriel Fucks, quien contó su experiencia al frente de Cascos Blancos, un organismo del gobierno nacional para asistir en situaciones de emergencia. Desde su punto de vista, hizo una autocrítica al señalar que en estos once años de crecimiento, no se pudo dar el debate hacia un desarrollo sustentable. En ese marco, "no se pudo construir un sistema de emergencia, que se comió un crédito de 30 mil millones". También, expresó que falta discutir una Ley de Ordenamiento Territorial, y que el tema fue abordado en forma poco inteligente por el actual Ministro de Defensa, Agustín Rossi.
En el plano local, Roque Pedace, uno de los referentes en el estudio de las políticas climáticas en el país, señaló que este año debe implementarse la Ley de Cambio Climático de la Ciudad. Destacó que la reglamentación debe incluir la participación de las comunas para generar un Plan de Adaptación. En ese marco, un punto clave será definir las zonas de riesgo de un índice alto de peligrosidad. Señaló que los estudios encargados por el gobierno porteño no toman en cuenta la variabilidad climática, que aumentó la frecuencia de tormentas en la Ciudad, por lo cual el mapa de zonas riesgosas para la inundación puede variar. Si esto no se modifica, el problema no se resuelve.
Del mismo modo, Koutsovitis recordó que "un evento climático extraordinario por sí solo no determina la tragedia". Y esto se puede aplicar tanto a lo sucedido en Buenos Aires como en La Plata. Las llamadas "medidas estructurales", promocionadas como "mega-obras" se imponen con un nivel de riesgo desconocido, es decir, que "las soluciones técnicas no son discutidas". De este modo, las denominadas "medidas no estructurales" pueden salvar más vidas. Por ejemplo, consolidar redes de alerta y planes de contingencia, no necesita presupuestos millonarios, pero sí "requiere voluntad política". Esto es lo que los vecinos afectados reclaman a las autoridades: poder participar.
Ver también:
Buenos Aires ES una ciudad inundable (octubre 2012)
Inundación y "naturalización" de la catástrofe (abril 2014)
Colectivo Tinta Verde: "Balances que hacen agua" (2-4-2014)
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