DÍA DE LA MADRE TIERRA. Ayer en una jornada histórica la Ciudad de Buenos Aires fue el punto de confluencia de la Primera Marcha de Mujeres Originarias por el Buen Vivir. Participaron representantes de 36 pueblos originarios del país que llegaron desde diferentes provincias de lo que hoy es Argentina. La propuesta fundamental es reinvindicar y recuperar la relación más armónica que se encontraba en las culturas indígenas con la naturaleza, que hoy denominamos como conciencia ecológica. En el caso de los pueblos originarios, entidades como la Pacha Mama de los pueblos del norte están incorporadas en la cosmovisión y son parte central de su cultura. Por eso mismo, difundir esta lucha hoy -en el Día Mundial de la Tierra, también rebautizado de la Madre Tierra por propuesta de Bolivia en la ONU- se convierte en un mensaje oportuno y de esperanza para todos los habitantes de Nuestra América y del Planeta.
La marcha -convocada ayer para las 13 horas, y que comenzó a organizarse hace dos años- partió desde el monumento al genocida Julio Argentino Roca -autor de la llamada "Conquistas del Desierto" por la historia oficial- para concluir en el Congreso de la Nación. La coordinadora de la manifestación, Moira Millán, manifestó que se trata de un lugar y un tiempo oportuno, "mientras se disputan el poder los partidos de turno" se escuchó "la otra campaña en Argentina".
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Moira Millán dando su palabra en la Marcha. Foto: Amanda Fernández. |
La marcha -convocada ayer para las 13 horas, y que comenzó a organizarse hace dos años- partió desde el monumento al genocida Julio Argentino Roca -autor de la llamada "Conquistas del Desierto" por la historia oficial- para concluir en el Congreso de la Nación. La coordinadora de la manifestación, Moira Millán, manifestó que se trata de un lugar y un tiempo oportuno, "mientras se disputan el poder los partidos de turno" se escuchó "la otra campaña en Argentina".
Es decir, aquella que se genuinamente propone una transformación, más allá del consenso extractivista que predomina entre los principales partidos de la política institucional, ya sean del oficialismo o de la oposición mayoritaria. "En estos últimos 20 años de `democracia´ hay decenas de muertos en comunidades indígenas directamente vinculadas al extractivismo, ya sea por la contaminación, los homicidios y los dudosos `suicidios´ que a veces no se denuncian", explicaba la convocatoria.
El objetivo central de la Marcha por el Buen Vivir expresaba: "Establecer una relación de reciprocidad entre el estado argentino con las naciones originarias". Si bien la actual Constitución de la Nación Argentina debió reconocer la pre-existencia de los pueblos originarios, aún persiste una situación de sometimiento de diferentes maneras, que puede sintetizarse en el conflicto territorial. "36 naciones y un sólo acuerdo: el Buen Vivir es un derecho", decía una de las pancartas.
Por ello también afirman que en este siglo tampoco comenzó diferente para los pueblos indígenas: "Actualmente se ha retrocedido en términos de derechos fundamentales, sufriendo la avanzada voraz de las empresas extractivistas. Las reducciones territoriales a las comunidades continúan, y el hambre, la miseria y la muerte siguen siendo parte de nuestra realidad desde la instalación de este estado". En ese sentido, la Marcha se solidarizó en un "abrazo" al acampe de comunidades de Formosa.
Se tata de la visión de un país diferente, muy ajena a la idea instalada de que "Argentina es un país de inmigrantes", porque busca comprender las raíces más ancestrales de nuestra tierra. Así lo decían hace semanas: "La Argentina que no bajó de los barcos sino de los cerros, las pampas, el desierto, de los lagos viene caminando con voces femeninas con la multiplicidad de colores que conforman este país, ataviada de belleza milenaria".
Se trata de visualizar la realidad que se pretende esconder: "El sistema colonizador no entiende que todo cuanto le hace a nuestra tierra lo hace contra nuestro cuerpo, nuestro cuerpo territorio se está enfermando y debilitando junto con ella". La proclama está clara frente a las venas que siguen abiertas en Nuestra América, en un colonialismo que ahora adopta la forma del extractivismo. No pasarán, con mujeres tendrán que luchar.
El objetivo central de la Marcha por el Buen Vivir expresaba: "Establecer una relación de reciprocidad entre el estado argentino con las naciones originarias". Si bien la actual Constitución de la Nación Argentina debió reconocer la pre-existencia de los pueblos originarios, aún persiste una situación de sometimiento de diferentes maneras, que puede sintetizarse en el conflicto territorial. "36 naciones y un sólo acuerdo: el Buen Vivir es un derecho", decía una de las pancartas.
Por ello también afirman que en este siglo tampoco comenzó diferente para los pueblos indígenas: "Actualmente se ha retrocedido en términos de derechos fundamentales, sufriendo la avanzada voraz de las empresas extractivistas. Las reducciones territoriales a las comunidades continúan, y el hambre, la miseria y la muerte siguen siendo parte de nuestra realidad desde la instalación de este estado". En ese sentido, la Marcha se solidarizó en un "abrazo" al acampe de comunidades de Formosa.
No sólo se denuncia el extractivismo, sino que también se avanza en la propuesta de caminar por la senda del Buen Vivir. Se trata de un paradigma que ya está siendo discutido activamente en países como Bolivia y Ecuador. Las convocantes lo entiende como "la forma de entender nuestra relación con la Tierra y los demás, no solamente para los pueblos originarios sino para todos, comprendiendo la diversidad y la pluralidad".
Por eso se entiende la fuerza histórica y futura de la marcha: "Dos años llevó caminar este país, dos largos años de encontrarnos, de reconocernos, de escucharnos, de abrazarnos, de confiar en nuestra sabiduría de re apropiarnos de los sueños, de llorar nuestras penas añejas, de siglos, de postergación y dolor, pero volvemos a sonreír esperanzadas, de que no caminaremos solas, de un NUNCA MÁS una Argentina sin nosotras".
Se trata de visualizar la realidad que se pretende esconder: "El sistema colonizador no entiende que todo cuanto le hace a nuestra tierra lo hace contra nuestro cuerpo, nuestro cuerpo territorio se está enfermando y debilitando junto con ella". La proclama está clara frente a las venas que siguen abiertas en Nuestra América, en un colonialismo que ahora adopta la forma del extractivismo. No pasarán, con mujeres tendrán que luchar.
“Consejo de Mujeres Originarias por el Buen Vivir”. La llegada de la Marcha al Congreso tuvo como colorario un acto donde se presentó el proyecto de Ley que propone la creación de un Consejo de Mujeres Originarias, que estaría conformado por "dos consejeras [de cada pueblo] de acuerdo a su filosofía ancestral". También es relevante que se garantice el "carácter de ente autónomo y autárquico sin dependencia orgánica ni funcional de ningún estamento del Estado”. La iniciativa fue construida en estos dos años de trabajo previo y cuenta con el apoyo de personalidades como Osvaldo Bayer, Nora Cortiñas y Adolfo Pérez Esquivel. La propuesta central es que el Consejo garantice a través de políticas públicas la consecución del Buen Vivir como derecho de los pueblos.
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