Toneladas de peces muertos en nuestras costas

La aparición de 3 mil toneladas de peces muertos en las costas bonaerenses despertó la preocupación entre la población. En este artículo el biólogo Matías Pandolfi sintetiza tres hipótesis para explicar el incidente que incluyen el descarte pesquero, el estrés térmico y la contaminación. Dentro de la incertudumbre, se hace necesario impulsar un mayor diálogo entre investigadores científicos y dirigentes políticos, así como también una mayor rigurosidad en el manejo de la información por los medios periodísticos.

Por Matías Pandolfi 
(Dr en Ciencias Biológicas)
@MatíasPandolfi (Twitter)
Para ComAmbiental


La aparición de miles de peces muertos causó alerta. Foto: Revists Puerto.



Desde fines de enero comenzaron a aparecer peces muertos en las costas bonaerenses y uruguayas que se siguen acumulando día a día llegando a las 3 mil toneladas. La mayoría de los ejemplares corresponden a una especie conocida como saraca o lacha (Brevoortia aurea), pariente de los arenques y de las sardinas, que se distribuye desde el norte de Brasil (Bahía) hasta el norte del Golfo de San Matías (Río Negro). Esta especie se reproduce entre fines de octubre y fines de diciembre, posee una dieta basada en la filtración de fitoplancton y zooplancton y alcanza tallas máximas de hasta 41 cm. Si bien se las encuentra en el mar, como toleran distintas salinidades, también están presentes en la parte externa del Río de la Plata.

Se la comercializa en el mercado interno, marinada, y en menor escala como productos ahumados, salados y en conserva. La flota costera la utiliza frecuentemente como carnada. La saraca carece de demanda en el mercado interno y su poca comercialización se limita a mercados como África o China a un precio muy bajo. Sin embargo -según el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca- hay posibilidades para que pueda ser aprovechada e incluso ofrecida como alimento natural con múltiples beneficios para la salud.


Posibles explicaciones: La aparición masiva de peces muertos llevó a plantear varias hipótesis para tratar de explicar esta masiva mortandad. Muchas de ellas comenzaron a ser desechadas luego del primer informe que el Instituto Nacional de Investigación y Desarrollo Pesquero (INIDEP) publicó el día 19 de marzo en su portal (www.inidep.edu.ar)

Hipótesis 1: Los animales muertos han aparecido en la costa sin cola ni cabeza lo que invitó a pensar que habían sido descartados por barcos pesqueros que los tenían acopiados y procesados y que los devolvieron muertos al mar tras haber encontrado otra especie de mayor valor comercial. Pero es cierto que la cantidad de individuos encontrados superan los cálculos más razonables de posibles descartes. ¿Qué sentido tendría acopiar tantas cantidades de un pez de tan poco valor comercial? ¿Es posible que la explicación sea otra y que las colas y las cabezas se hayan desprendido de los cuerpos fácilmente durante el proceso de putrefacción? Según las investigaciones del INIDEP dada la magnitud del evento de mortandad de peces y la duración del mismo, que se inició a fines de del mes de enero y continúa en la actualidad, y en virtud del número y la ubicación de los barcos que operaron en el área, la acumulación de los peces muertos en la costa no sería producto del descarte de la flota pesquera comercial.

Hipótesis 2: No pueden descartarse aún otras hipótesis tales como la contaminación térmica, ya que estuvimos transitando varias semanas seguidas de mucho calor, y ya se habían registrado también peces muertos en aguas continentales de Córdoba (Lago San Roque). Las altas temperaturas disminuyen la concentración de oxígeno disuelto en el agua y esto provoca que los organismos acuáticos mueran ahogados por la dificultad de incorporarlo a través de sus branquias. Generalmente esto afecta más a los animales de metabolismo más activo o aquellos de mayores tallas que poseen una mayor demanda de oxígeno para sus actividades. El análisis de los parámetros físicos del agua mostró valores medios de temperatura que si bien están dentro de los rangos esperados para esta época del año, son algo más elevados que los valores climatológicos medios

Hipótesis 3: Se habló también de la probable presencia de alguna toxina o contaminante en el agua que a su vez podría tener diversos orígenes. De los análisis preliminares se pudo observar que la comunidad fitoplanctónica estuvo compuesta, casi exclusivamente, por diatomeas características del área costera y algunas especies de dinoflagelados, entre las que no se observó la presencia de especies productoras de toxina paralizante de moluscos.

Según el INIDEP: “No se ha podido establecer aún la causa de la mortandad de peces. Ante la ausencia de algún factor evidente al cual atribuir el fenómeno, y como consecuencia de la complejidad de los análisis que se están llevando a cabo y de todas las posibles variables implicadas, se requiere de mayor tiempo de trabajo para profundizar en la investigación.” Son muchos los datos ambientales que hay que recolectar acerca de las condiciones climáticas en los días de las apariciones: viento, temperatura del agua y salinidad. Esos datos deben ser contrastados con datos bioquímicos del agua y con datos biológicos de las biopsias de piel, branquias, hígado y sistema digestivo de los animales muertos cuya obtención se demora mucho más cuando la putrefacción de los cuerpos está muy avanzada.

Falta de articulación e irresponsabilidades políticas: El 11 de marzo, frente a la aparición de un comunicado falso que circuló por las redes sociales el INIDEP publicó en su portal una desmentida aclarando que las conclusiones sobre lo sucedido serían informadas a la población una vez que haya recabado la suficiente información, tal como sucedió 8 días después. Lo preocupante fue que en el punto 5 de ese comunicado se deja constancia de que el INIDEP no había recibido requerimiento oficial alguno para la realización de estas investigaciones pero que tomaron cartas en el asunto dada la conmoción que produjo el caso en la opinión pública. Es de destacar el compromiso asumido por el INIDEP y la preocupación que tenemos muchos científicos al respecto pero es necesario replantear urgente nuestras políticas ambientales.

Hay que lograr una mejor articulación entre el poder político y los investigadores para poder actuar de manera conjunta, rápida y efectiva ante estas catástrofes ambientales. Los Diputados Provinciales tardaron más de un mes en debatir los Proyectos de Declaración y de Solicitud de Informes para investigar acerca de este fenómeno que comenzó a fines de enero. Es una reacción muy tardía que pone de manifiesto el lugar que ocupan los problemas ambientales en la agenda política.

La naturaleza nos está pasando la factura de la fiesta del consumo del sistema capitalista agravado por el modelo extractivista de los recursos naturales que caracteriza a la gran mayoría de los partidos políticos de nuestra región. Incendios, inundaciones y mortandades masivas de animales no son sólo consecuencias del cambio climático. Son hechos que se agravan cuando se carece de tres cosas fundamentales: (1) conciencia ambiental, (2) prevención a través de políticas ambientales inteligentes y (3) velocidad de respuesta y articulación entre los diferentes actores ante la aparición del problema.

Irresponsabilidades mediáticas: Estamos en un año electoral. Vemos desfilar diariamente a diferentes candidatos por todos los medios sin hablar jamás de políticas ambientales más allá de un par de eslóganes clásicos sin profundidad, sin precisión y sin conocimientos. Hace no mucho, muchos periodistas reclamaban a viva voz que “querían preguntar” y en general cuando suceden estas cosas los científicos somos los entrevistados e interpelados y la clase política hace mutis por el foro. Si esas ganas de preguntar son tan reales, como manifestaron con énfasis, quizás ya sea hora de que el periodismo empiece a hacer las preguntas pertinentes y que la sociedad desde distintos ámbitos empiece a interpelar a sus dirigentes. Y sería deseable también que los medios de comunicación chequeen con profesionalismo sus fuentes de información ya que por este tema han circulado informes falsos tanto del INIDEP como del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca que aún siguen colgados de portales de noticias, contradiciéndose con las información oficial y sin ninguna desmentida o aclaratoria posterior.

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