Mega-Mineria: insustentable, contaminante, de alto impacto ambiental

Decir que la mega-minería contamina es una verdad comprobada, pero en ciertos contextos puede resultar también una simplificación del problema. No se trata sólo de extremar los recaudos ambientales, a través de la gestión empresarial y control sindical o estatal, sino que la actividad es intrínsecamente perjudicial. Partiendo de la base de que la minería es insustentable porque extrae un recurso no renovable, los impactos ecológicos se explican por la escala de la actividad, que consume una gran cantidad de agua y energía.


Imágenes de contaminación megaminera. Fuente: Proyecto PIEB

22 de julio. Día Mundial de Lucha Contra la MegaMinería

Si bien ya han sido argumentadas ampliamente las razones del No a la mega-minería, destacamos aquí sobre todo la falacia que presenta el discurso de la "minería sustentable". Si consideramos que el significado principal de ser sustentable significa la continuidad en el tiempo, no es posible concebir que la minería -en general- lo sea, porque se trata de un recurso no renovable. Es por ello que se considera una actividad económica extractiva, y no productiva.

No obstante ello, el movimiento ambientalista no hace foco en la minería tradicional, sino en lo que se denomina la mega-minería a cielo abierto. Y una cuestión es consecuencia de la otra, ya que por tratarse de un recurso no renovable, estamos llegando al punto del límite total de la minería a nivel general. Es decir, que a diferencia de antaño, las vetas minerales actuales son de "baja ley", lo cual significa que existe el mineral (oro, cobre, plata) en una proporción muy pequeña en la montaña. Eso explica que sea necesario hacer grandes explosiones y la dimensión de lo que es una "mega" minería.

Desde este punto de vista, el debate sobre la contaminación también puede inducir a error. Cuando se habla de esto, se suele pensar en la contaminación directa, concreta, como también ocurre por ejemplo con las roturas del mineraloducto de La Alumbrera. No obstante, aunque pueda pensarse que las empresas sean obligadas a medidas de gran seguridad que no produzcan ningún accidente, esto no significa que la actividad no contamine. Se trata de un impacto ambiental, en cierto modo, más indirecto.

Por caso, las grandes cantidades de agua que la mega-minería necesita son contaminadas con químicos (necesarios para separar el metal disperso en toneladas de rocas) que pretenden ser conservados en "diques de cola". Del mismo modo que un repositorio nuclear no hace desaparecer la contaminación sino que la contiene, también este material debe ser controlado por años para que no se produzcan derrames severos. Pero de todos modos contamina, por las infiltraciones en los suelos, que no pueden controlarse del todo en zonas sísmicas.

En la misma línea del impacto ambiental, en el mismo nivel del gran consumo de agua (una sola minera tiene permitido el abuso de 100 millones de litros por día, en un territorio semi-desértico), sino también de energía. Se han estimado diferentes cálculos y comparaciones, por las cuales por ejemplo de no existir la mega-minería en el país nos podríamos ahorrar el riesgo de construir nuevas centrales de energía nuclear. En este ejemplo, ya sí hablamos de un impacto indirecto, pero que también debe considerarse entre las razones del rechazo.

Por último, las comunidades afectadas hablan también de una "contaminación social" producida por las empresas mineras. Esto es así porque la llegada de una gran corporaciones transnacional a pequeños pueblos (en Argentina, la mayoría en la zona cordillerana) genera un desequilibrio de fuerzas muy grande. Desde la Asamblea de Esquel, expresaron para la jornada de hoy: "La democracia y las instituciones gubernamentales se deterioran por el enorme poder corruptor que ejercen las grandes corporaciones". 

Sin embargo, las comunidades organizadas en Asambleas lograron frenar o poner en jaque a estos gigantes. Eso significa también enfrentarse a los gobiernos, en un contexto en que la mayoría de los grandes partidos está aliado con las corporaciones mineras. Y la razón de la fuerza popular está en las razones para oponerse a la mega-minería, resguardando las condiciones de vida y de sustentabilidad para su pueblo.


Leer también:
ComAmbiental: Elecciones: Mega-Minería para -casi- todos (22-7-2015). 

Comentarios

victoria dijo…
claro, corto y veraz, Gracias