El gobierno uruguayo abandó el diálogo por las pasteras

Casi sin palabras, los principales diarios argentinos anunciaron recientemente la decisión del gobierno uruguayo (y no de "Uruguay", como dicen los títulos) de suspender las lentas negociaciones con el gobierno argentino por la instalación de dos plantas de celulosa en Fray Bentos. La decisión fue defendida por el canciller Reinaldo Gargano quien transmitió el mensaje del presidente Tabaré Vazquez.

Infobae se enfoca en que al mismo tiempo la empresa Botnia detiene la construcciones de sus obras por 10 días, sin destacar demasiado que este lapso corresponde al feriado largo que habitualmente tiene el país oriental por Semana Santa.

Clarín detalló que el diálogo que se cierra es el que mantenían los dos González: Gonzalo, el secretario de la presidencia uruguayo y Alberto, el jefe de gabinete argentino. Recordó el clima tenso diplomático por la insistencia de Néstor Kirchner de ir a la Corte Internacional de La Haya y la de Vázquez de recurrir a la Organización de los Estados Americanos.

La Nación por su parte lo vinculó al nuevo corte del puente internacional por parte de la Asamblea de Gualeguaychú. Informó también que Montevideo presentó ahora denuncias al Consejo del Mercosur y que se diluye así la posibilidad de un estudio de impacto conjunto.

Greenpeace había realizado una protesta este mediodía frente a la Casa de Gobierno en la que manifestantes con broches en sus narices expresaba que "algo huele mal".

Y algo olía mal, por cierto. Pero es que la solución a esta controversia es difícil porque dos gobiernos nacionales deben ponerse de acuerdo sobre un asunto que involucra a los dos. Pero el medio ambiente requiere responsabilidad internacional, responsabilidad intergeneracional y responsabilidad interespecies.

Ahora solo los pueblos de la región tienen la obligación de ser ellos quienes retomen el diálogo. Porque el impacto y los problemas ya empezaron hace tiempo.

SECCIÓN: Agua/Papeleras

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