El Tribunal del Mercosur le dio la razón a Uruguay pero no sancionó a la Argentina por el bloqueo de los puentes internacionales. El laudo abrió las puertas tanto al descontento como a la satisfacción, la incertidumbre, la indiferencia y al mismo tiempo la provocación.
Justicia justa o no, surgieron preguntas. ¿Es necesario cortar rutas para defender el desarrollo sustentable? ¿Existe el ambientalismo dentro de la ley? ¿Con qué derecho se puede contaminar, privar a otros de su ambiente y su estilo de vida saludables? ¿Qué justifica ocupar un camino internacional e interrumpir la comunicación de manera unilateral?
Cualquier respuesta sería totalmente ambigua. Sí Y No. Cualquiera Y Ninguno. Todo Y Nada. Entonces ¿seguirán las obras de las pasteras? ¿volverán los piquetes?
Por el momento, la construcción de las plantas de celulosa sigue en marcha en tanto el Tribunal de la Haya no diga lo contrario ni se abstengan las fuentes de financiamiento. En cuanto a los cortes de ruta, "nos sirvieron para estar en todos los medios y para que el tema se hiciera una causa nacional, ya que gracias a los cortes vino el Presidente", declaró con cierta vergüenza en Página 12, Osvaldo Moussou, coordinador de la Asamblea Ambiental de Gualeguaychú.
Sin embargo, según advirtió Clarín los cortes no se repetirán -al menos por ahora- debido a este precedente judicial y porque la propia Asamblea no confía en que ese mecanismo de protesta detenga las obras. Hecho que alivia la preocupación del Mercosur por una posible "inseguridad jurídica" difundida en La Nación.
Cambio de estrategias
Los cortes de rutas internacionales ganaron enemigos ya que afectaron los intereses económicos en ambas orillas, tensaron las relaciones entre los pueblos ribereños, transgredieron el Tratado del Mercosur y, como se explicitó en la sentencia, "fueron perdiendo legitimidad" en tanto "fueron acumulando agresiones al derecho de otras personas (...) por períodos extensos y en la época de mayor intercambio comercial y turístico".
La Nación tituló Uruguay evalúa presentar reclamo por indemnizaciones para dar cuenta de que los ánimos siguen caldeados. Quizá por ello, los gualeguaychuenses eligieron otras formas de hacer oír sus denuncias al mundo.
Por ejemplo, una comitiva visitó Finlandia y se entrevistó con la prensa y las autoridades finlandesas. Juan Veronesi, uno de los asambleístas que viajó, resaltó -según Clarín- que "el gobierno de ese país europeo reconoció que es parte del conflicto y que debe intervenir para buscar una solución".
Además la delegación se presentó ante la organización económica internacional OECD Watch, junto a representantes de la empresa Botnia y del banco que otorga las garantías a las inversiones de Finlandia en el mundo.
De acuerdo con el sitio de CEDHA, la gira por Finlandia tuvo resultados "aplastantes": los medios locales les dieron micrófono y difundieron las denuncias de los ambientalistas sobre los riesgos de contaminación para las comunidades ribereñas. Además, lograron el apoyo de organismos ecologistas de Finlandia que se comprometieron a iniciar campañas contra la empresa en ese país.
Pero eso no es todo. La Asamblea está organizando la acción "No veranee en Uruguay". Si bien se sumaron nuevos actores y se desarrollaron más espacios para el debate, la lucha promete ser larga.
Según el informe que presentó Greenpeace, "La escalada de la celulosa en la región", el aumento incesante de la demanda de pulpa celulosa ejercerá una fuerte presión por ampliar las plantaciones y su procesamiento, sobre todo en Sudamérica donde las condiciones climáticas y socioeconómicas son "favorables".
El conflicto no está dirigido a una determinada empresa sino que indaga más profundo y pone en jaque un modelo de producción que, parece que recién nos damos cuenta, avasalla los derechos de los demás presentes y futuros.
Vínculos de interés
Página 12: El tribunal criticó pero no impuso sanciones
Asamblea Ambiental de Gualeguaychú
SECCIÓN: Pasteras Bosques
Justicia justa o no, surgieron preguntas. ¿Es necesario cortar rutas para defender el desarrollo sustentable? ¿Existe el ambientalismo dentro de la ley? ¿Con qué derecho se puede contaminar, privar a otros de su ambiente y su estilo de vida saludables? ¿Qué justifica ocupar un camino internacional e interrumpir la comunicación de manera unilateral?
Cualquier respuesta sería totalmente ambigua. Sí Y No. Cualquiera Y Ninguno. Todo Y Nada. Entonces ¿seguirán las obras de las pasteras? ¿volverán los piquetes?
Por el momento, la construcción de las plantas de celulosa sigue en marcha en tanto el Tribunal de la Haya no diga lo contrario ni se abstengan las fuentes de financiamiento. En cuanto a los cortes de ruta, "nos sirvieron para estar en todos los medios y para que el tema se hiciera una causa nacional, ya que gracias a los cortes vino el Presidente", declaró con cierta vergüenza en Página 12, Osvaldo Moussou, coordinador de la Asamblea Ambiental de Gualeguaychú.
Sin embargo, según advirtió Clarín los cortes no se repetirán -al menos por ahora- debido a este precedente judicial y porque la propia Asamblea no confía en que ese mecanismo de protesta detenga las obras. Hecho que alivia la preocupación del Mercosur por una posible "inseguridad jurídica" difundida en La Nación.
Cambio de estrategias
Los cortes de rutas internacionales ganaron enemigos ya que afectaron los intereses económicos en ambas orillas, tensaron las relaciones entre los pueblos ribereños, transgredieron el Tratado del Mercosur y, como se explicitó en la sentencia, "fueron perdiendo legitimidad" en tanto "fueron acumulando agresiones al derecho de otras personas (...) por períodos extensos y en la época de mayor intercambio comercial y turístico".
La Nación tituló Uruguay evalúa presentar reclamo por indemnizaciones para dar cuenta de que los ánimos siguen caldeados. Quizá por ello, los gualeguaychuenses eligieron otras formas de hacer oír sus denuncias al mundo.
Por ejemplo, una comitiva visitó Finlandia y se entrevistó con la prensa y las autoridades finlandesas. Juan Veronesi, uno de los asambleístas que viajó, resaltó -según Clarín- que "el gobierno de ese país europeo reconoció que es parte del conflicto y que debe intervenir para buscar una solución".
Además la delegación se presentó ante la organización económica internacional OECD Watch, junto a representantes de la empresa Botnia y del banco que otorga las garantías a las inversiones de Finlandia en el mundo.
De acuerdo con el sitio de CEDHA, la gira por Finlandia tuvo resultados "aplastantes": los medios locales les dieron micrófono y difundieron las denuncias de los ambientalistas sobre los riesgos de contaminación para las comunidades ribereñas. Además, lograron el apoyo de organismos ecologistas de Finlandia que se comprometieron a iniciar campañas contra la empresa en ese país.
Pero eso no es todo. La Asamblea está organizando la acción "No veranee en Uruguay". Si bien se sumaron nuevos actores y se desarrollaron más espacios para el debate, la lucha promete ser larga.
Según el informe que presentó Greenpeace, "La escalada de la celulosa en la región", el aumento incesante de la demanda de pulpa celulosa ejercerá una fuerte presión por ampliar las plantaciones y su procesamiento, sobre todo en Sudamérica donde las condiciones climáticas y socioeconómicas son "favorables".
El conflicto no está dirigido a una determinada empresa sino que indaga más profundo y pone en jaque un modelo de producción que, parece que recién nos damos cuenta, avasalla los derechos de los demás presentes y futuros.
Vínculos de interés
Página 12: El tribunal criticó pero no impuso sanciones
Asamblea Ambiental de Gualeguaychú
SECCIÓN: Pasteras Bosques
Comentarios
me parece que el problema viene desde hace mucho tiempo, y los ambientalistas que cortaron los puentes hace unos meses podrian haber hecho algo antes..
igualmente, no estoy para nada de acuerdo con la construccion de las papeleras..