"El periodismo ambiental debe salir de la catástrofe"

Serio, comprometido, inteligente: No son elogios que se le regalarían a cualquier colega aunque esta nota se escriba en el día del periodista. Pero es el recuerdo que me dejó durante la entrevista realizada hace unos meses en la sede de la Fundación Patagonia Natural, en Puerto Madryn.

Allí Diego Perez, de quien estamos hablando, trabaja como asesor en casos como el de la creación de un grupo promotor de la memoria ambiental para remediar la contaminación en San Antonio Oeste, que ya tiene su documental. Es además un periodista con años de experiencia en la temática ambiental, su especialidad es la radio, y estas son sus palabras.

-¿Cómo llegaste al periodismo ambiental?
-En Patagonia, todo el proceso de comunicación y el periodismo siempre está ligado al ambiente, tanto en la política, la economía, la sociedad, estamos todos vinculados a la cuestión ambiental. Por ejemplo, en la sustentabilidad de la pesca, en la no desertificación en la producción lanar, en los residuos si se vive en las ciudades, en las industrias que traen beneficios pero generan impactos. En Patagonia hablar de ambiente es hablar de casi todas las cosas, que están vinculadas al ambiente. Se nota en la comunidad.


-¿Y a nivel nacional qué sucede?
-Lentamente va tomando otra entidad quizá. Yo creo que por primera vez se da que un gobierno, lo haga bien o mal, el hecho de que exista un problema ambiental como un problema político nacional es la primera vez que ocurre. Eso también es bueno desde el punto de vista de la generación de un espacio de debate en la comunidad. Hoy muchas cosas a nivel nacional también pasan por lo ambiental. Me parece que la actitud del presidente fue la de tomar los problemas y cabalgar sobre ellos. Y creo que el problema de las papeleras específicamente ha sido un caso que saltó de entrada en su gobierno. Y él ha tratado de “manejarlo” o trató de integrarlo a una política. El hecho de que Picolotti esté ahí es una muestra de que el gobierno ha tratado de consensuar ciertas cuestiones.

-¿Cómo ves la cobertura de los medios de las problemáticas ambientales?
-En relación a la cuestión de los medios de comunicación y el periodismo en general, yo tengo una observación que hacernos. Normalmente, nosotros para vender exharcerbamos los polos de las contradicciones, y esto en la vida cotidiana es realmente un problema. Porque en realidad las cosas no son blancas o negras sino que tienen una tonalidad de colores. Entonces, en la cuestión del periodismo y el ambiente también se repite mismo. A nosotros nos cuesta mucho, como comunicadores, dar información sobre el proceso y no sobre acontecimientos o datos aislados. En las grandes cadenas, se exige, un tipo de información que no entra en el formato de proceso sino en el de extraordinario.

Me parece que eso conspira mucho de la verdadera dimensión o percepción por parte de la población de los procesos ambientales, que son procesos largos, de décadas. La degradación del ambiente tarda muchos años, la recuperación del ambiente tarda muchos años. Y eso hay que tenerlo en cuenta porque los periodistas especializados en la cuestión ambiental deberíamos encontrar ciertos mecanismos para transmitir a la población estas cosas cotidianas que suceden, que acumuladas producen grandes hechos. Por ejemplo, a nivel macro cuando se habla de la transformación de la atmósfera, lo que está sucediendo con el cambio climático. Yo puedo usar un aerosol o un combustible fósil y no pasa nada; ahora, si lo hacemos millones, sí. ¿Cómo doy esta dimensión de lo micro y lo macro en una actividad? Esto nos cuesta mucho a los periodistas.

-¿Creés que el periodismo ambiental tiene algún desafío específico?
-El periodismo ambiental está a veces muy ligado a la cuestión de las catástrofes. Ocurre la catástrofe, entonces vamos, cargamos las cámaras, estamos tres días embarrados, llenos de petróleo, nos metemos en el lugar y producimos un gran documento, muchas veces. Con mucho sacrificio. Y mostramos las consecuencias del impacto. Ahora, se terminó eso y al otro día los mismos periodistas vamos a cubrir un accidente en tal lugar. Y después vamos a cubrir a una escuela que pasó tal cosa, y después vamos a cubrir a veces hasta deportes. Entonces, primero, está el periodista que sufre esto, que va de un lado para el otro, y tiene que ver ya con una cuestión editorial, un modo de vida de los periodistas, y un modo empresario de resolver este problema, falta de especialización.

Pero además, el propio medio se “olvida” de continuar informando sobre lo que está sucediendo. Digo, ¿cuántos de nosotros, excepto algunos especialistas en el tema, quedamos enganchados en saber qué pasó en este derrame del Río de la Plata con el petróleo, cómo evaluacionó, la gente que estuvo ahí, cómo se recuperó o no el lugar. ¿Cuántos de nosotros sabemos sobre las distintas cosas que están pasando y no tenemos proceso? Me parece que este es el gran desafío que involucra a todos. A veces seguimos catástrofes, en general los periodistas ambientales venimos de la catástrofe, porque fue lo primero que llamó la atención y entró en el formato de comunicación habitual. Venimos de la catástrofe pero necesitamos, para que no haya más catrástrofes, y cumplir nuestro rol de comunicadores sociales, necesitamos formar además de informar.

-¿Cómo te posicionás en ese debate que dice que el periodista debe solo informar y no concienciar o educar?
Yo creo que no hay manera de no educar. Me parece que quienes consideran que si uno informa solamente informa, es una visión restringida de lo que hacen. Yo, en la medida que digo algo, estoy informando y formando conciencia respecto de un tema. En el caso particular del periodismo ambiental más aún, yo estoy abriendo un espectro nuevo de la vida de las personas. Por ejemplo, en cuestiones de la contaminación, si yo mañana informo “el tolueno derramado en tal lugar”, yo tengo que explicar qué es el tolueno. Entonces, no solamente estoy informando sino formando.

-Un tema relacionado: ¿Cuál pensás que es la relación entre ser periodista y ser ambientalista?
-Yo lo vinculo mucho a una cuestión personal. A veces uno dice "el ambientalismo como una especie de militancia política" que no me parece mal, por el contrario, me parece que son forman nuevas en esta sociedad global, posmoderna, que ha encontrado mucha gente de darle sentido a sus vidas. Me preocupa un tema importante como es el ambiente, y por lo tanto trabajo para que eso mejore, y dentro de eso me dedico al periodismo. No me parece mal en tanto y en cuanto la posición ideológica esté explícita. Creo que acá hay una cuestión muy clara: todos tenemos ideología. ¿En qué consiste el profesionalismo del periodista? En primer lugar, hacerle conocer al lector quién está hablando, y a partir de ahí el lector tomará sus recaudos.

-¿Esto no puede ocasionar el privilegio de unas fuentes por sobre otras?
-Siempre que uno adopta una posición tiene virtudes y defectos. Entonces si uno tiene acceso a las ONGs también es cierto que tiene el "riesgo" de comprar todo lo que son las políticas de cada una de las organizaciones y no tamizarlo, o no tener la certeza suficiente y publicar cosas que son sesgadas. Yo creo que uno puede ser profesional en la medida que recibe información, la procesa a través de un ojo propio, una ideología, que la explicita y a su vez se la conoce uno mismo. Uno tiene que conocer las bases epistemológicas de las que habla. Y a partir de ahí tener la seguridad de chequear lo que uno hace. Después, si uno tiene un corazoncito más verde, o no, habría que explicitarlo. Creo que si uno es honesto el lector se da cuenta inmediatamente que uno está poniendo su opinión y su información, y creo que es muy sensato discriminar entre ambas a pesar de que ambas están cargadas de ideología.

-En este sentido: ¿Cuál sería la mejor opción, desarrollar una sección ambiental o incorporarla como un eje transversal?
-A mí me parece que como un ideal la cuestión ambiental tiene que ver con un enfoque, que está vinculada a una forma de vida, por lo cual habría que hacer dos cosas. Si yo tuviera que decidir yo le pondría una perspectiva mucho más holística de la información, me parece que en el fondo hay una cuestión ambiental, el ser humano no es una cosa aislada sino que es en tanto y en cuanto se conforma en una comunidad. Ahora, después sí, tomaría ciertos aspectos relacionados con la cuestión ambiental en una sección. Habría que ver qué estilo tendría.

-¿Cuál creés que es la situación actual del periodismo ambiental?
-En principio creo que el periodismo ambiental es muy incipiente, ha habido algunos destacados que se ha lanzado y han hecho cosas importantes. Pero todavía creo que nos falta muchísimo, creo que deberíamos tener un proceso de formación más específico de periodismo ambiental vinculado a la temática más general de los procesos en Argentina. Por ejemplo, podemos hablar de chagas, que es un problema tremendo y tiene que ver con el ambiente, como muchas enfermedades. En esta nueva etapa estamos incorporando más cuestiones del ambiente y la salud, que antes aparecían como desdobladas: un río contaminado y la salud de la gente. Ahora se está volviendo algo mucho más concreto, como en la atención sobre el Matanza-Riachuelo. Esta ideal del "pensar globalmente y actuar localmente" creo que uno lo podría invertir y hacer las dos cosas. Me parece que va en los dos sentidos.

-¿Qué le dirías a un joven que quiere ser periodista ambiental?
-Yo diría que en primer lugar hagan una buena revisión de los postulados ambientales. Como todo, la cuestión ambiental tiene distintas variantes y tonos. Uno debería ver cómo se posiciona uno como persona en la cuestión ambiental, y a partir de ahí ver cómo se posiciona como comunicador y periodista.

Pérez está trabajando también desde la la educación y en pocos días se iniciarán las clases de la especialización en Comunicación y Medio Ambiente. Es deseable que personas como él, y como nuestro primer entrevistado Sergio Rinaldi trabajen en la formación, para transmitir su experiencia como periodistas ambientales en Argentina, cada uno en su rincón del país. Así, habrá una esperanza para que el periodismo pueda cumplir su rol de formador de conciencia ambiental, y entre el cinco y el siete de junio, quizás alguna vez se pueda festejar el día del Periodismo Ambiental.

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