Cuando ya se inició la carrera hacia octubre de este año para obtener la presidencia de la Nación, cuatro organizaciones ambientalistas comenzaron su propia campaña. Buscan conseguir un millón de votos electrónicos que se manifiesten a favor de que el Senado promulgue la Ley de Bosques Nativos, que dicta la moratoria a los desmontes hasta que se realice un ordenamiento territorial en cada provincia.
El proyecto cuenta con media sanción de la Cámara de Diputados desde marzo pero ha ocasionado una disputa de intereses entre campesinos e indígenas contra grandes empresas madereras o sojeras. Mañana se realizará una Jornada Técnico Política sobre la temática, en la que participarán tanto adherentes (ONGs ambientalistas, Secretaría de Medio Ambiente) como opositores (FUNDESNOA, COFEMA) a la Ley de Presupuestos Mínimos de Bosques Nativos.
La problemática del desmonte apareció ayer en el programa CQC, cuando uno de sus noteros viajó hasta el norte del país para una de las misiones de la patrulla de los jaguares de Greenpeace. Allí se destacó el papel de los bosques en la regulación de los ciclos hídricos, ya que cuando se deforesta un espacio tiene menor capacidad de absorver las lluvias naturalmente y esto puede ocasionar grandes inundaciones tierras abajo.
"La idea es sumar a más organizaciones de todo el país, necesitamos que la ciudadanía en todo el país se exprese reclamando por la Ley de Bosques, que es la única alternativa para enfrentar la grave situación por la que atraviesan los bosques nativos en la Argentina", explicaron los organizadores. Ellos son: Fundación Vida Silvestre Argentina, Fundación Ambiente y Recursos Naturales (FARN), Fundación Proteger (Santa Fe) y Greenpeace Argentina.
Los "votos" o, más bien, firmas electrónicas, pueden realizarse aquí. También hay otra serie de alternativas, como imprimir planillas para juntarlas entre los amigos o los vecinos y, a la vez, seguir concienciando a más ciudadanos. El comunicado de las organizaciones recuerda que, según datos oficiales, "en los últimos cuatro años la Argentina perdió 1.193.206 hectáreas de bosques nativos, en las provincias de Chaco, Córdoba, Formosa, Salta, Santa Fe, y Santiago del Estero", una tasa muy por encima del promedio mundial.
El proyecto cuenta con media sanción de la Cámara de Diputados desde marzo pero ha ocasionado una disputa de intereses entre campesinos e indígenas contra grandes empresas madereras o sojeras. Mañana se realizará una Jornada Técnico Política sobre la temática, en la que participarán tanto adherentes (ONGs ambientalistas, Secretaría de Medio Ambiente) como opositores (FUNDESNOA, COFEMA) a la Ley de Presupuestos Mínimos de Bosques Nativos.
La problemática del desmonte apareció ayer en el programa CQC, cuando uno de sus noteros viajó hasta el norte del país para una de las misiones de la patrulla de los jaguares de Greenpeace. Allí se destacó el papel de los bosques en la regulación de los ciclos hídricos, ya que cuando se deforesta un espacio tiene menor capacidad de absorver las lluvias naturalmente y esto puede ocasionar grandes inundaciones tierras abajo.
"La idea es sumar a más organizaciones de todo el país, necesitamos que la ciudadanía en todo el país se exprese reclamando por la Ley de Bosques, que es la única alternativa para enfrentar la grave situación por la que atraviesan los bosques nativos en la Argentina", explicaron los organizadores. Ellos son: Fundación Vida Silvestre Argentina, Fundación Ambiente y Recursos Naturales (FARN), Fundación Proteger (Santa Fe) y Greenpeace Argentina.
Los "votos" o, más bien, firmas electrónicas, pueden realizarse aquí. También hay otra serie de alternativas, como imprimir planillas para juntarlas entre los amigos o los vecinos y, a la vez, seguir concienciando a más ciudadanos. El comunicado de las organizaciones recuerda que, según datos oficiales, "en los últimos cuatro años la Argentina perdió 1.193.206 hectáreas de bosques nativos, en las provincias de Chaco, Córdoba, Formosa, Salta, Santa Fe, y Santiago del Estero", una tasa muy por encima del promedio mundial.
Un informe del ingeniero Ulises Martínez Ortiz (FVSA) a ComAmbiental había manifestado que "la expansión de la superficie agropecuaria es la principal causa de desaparición de ecosistemas naturales" y esto se debe principalmente a la producción sojera que tiene cosechas récords sin devolver los nutrientes al suelo. La desertificación tiene la paradoja de que "es el mismo uso agropecuario no sustentable el causante de la pérdida de su principal recurso productivo: el suelo".
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