Por Eduardo Soler
Hoy nos encontramos conmemorando un nuevo aniversario de la peor Dictadura Cívico- Militar que sufrió la Argentina, iniciada un 24 de marzo de 1976. Por eso es el Día Nacional de la Memoria, como homenaje a los 30 mil desaparecidos del terrorismo de Estado, pero también por otros actos que están cercanos a ser crímenes de lesa humanidad, como la instauración de un modelo de exclusión social que subsiste hasta la actualidad.
En su libro "Memoria Verde, historia ecológica de la Argentina", Antonio Brailovsky y Dina Foguelman invitan a pensar en el concepto de "fases de desarrollo", como "etapas de organización en las que el modelo de país difiere sustancialmente una de la otra". En dicha obra de 1991, indicaban que nos encontrábamos en la etapa de "modernización periférica", comenzada justamente en 1976, y que hoy podemos pensar en su continuidad.
Por supuesto, mucho ha cambiado, y justamente en una carta por el día de la Memoria, el premio nóbel de la Paz, Adolfo Pérez Esquivel, describe los avances en la política de derechos humanos, pero señala que ello es patrimonio del pueblo y no de un gobierno. Así, el presidente de SERPAJ (Servicios de Paz y Justicia) asegura en una carta abierta que "la lucha por los derechos humanos no es algo de un pasado acotado, son parte integral del presente".
En uno de los pasajes, el SERPAJ se pronuncia:
"Cuestionamos la continuidad de un modelo de concentración de la riqueza y saqueo instaurado por la dictadura militar (...). No podemos olvidar los graves problemas que el pueblo debe enfrentar, como son los emprendimientos mineros a cielo abierto, a manos de grandes corporaciones transnacionales que no sólo disponen de prebendas extraordinarias, también contaminan el agua y afectan la salud de nuestros pueblos. El veto presidencial a la ley de protección de los glaciares, ilustra esta complicidad.
La permisividad con la devastación de los recursos naturales no renovables, así como el apoyo a un sistema agroalimentario que ha perdido diversidad y soberanía alimentaria, con el consiguiente encarecimiento de los alimentos de consumo popular, contribuye al empobrecimiento. Un devastador proceso de expansión de las fronteras agropecuarias para atender a los mercados externos, ha destruido montes y bosques nativos, y expulsado y despojado a campesinos y pueblos originarios de sus tierras".
En Memoria Verde, se plantea que el modelo de 1976, en realidad, "vuelve a pensar en un país agroexportador" y considera que ya en esa época se produce el proceso de "modernización agraria", que no es más que la "introducción de la soja" a la par de un "proceso de concentración". Sabemos que con el menemismo se acentuó esta tendencia, con la soja transgénica y la minería trasnacional de exportación, en lo que Maristella Svampa denomina para la Argentina de hoy un "modelo extractivista".
Por ello, en la conferencia de prensa en el Congreso contra la mega-minería, muchos expresaron su preocupación de que los derechos humanos se refieran sólo a las víctimas de la Dictadura. Así, para la socióloga Norma Giarraca hoy debemos decir: "Basta de represión por la lucha por la tierra, el agua, los cerros mineros. Basta de indígenas, campesinos muertos y gente de todas las edades salvajemente golpeada, criminalizada. Vinculemos la lucha por los derechos humanos de ayer y las de hoy".
Y por ello la Asamblea El Algarrobo de Andalgalá manifestó hoy:
"Es necesario después de saber decir DERECHOS HUMANOS, saberlos poner en práctica, saber que los derechos humanos no pueden ser sólo parte de un mismo discurso por años, saber que los derechos humanos también alcanzan a la necesidad de salida urgente de la pobreza e indigencia, que estos también amparan el derecho legítimo de cada pueblo a vivir en un medio ambiente sano con aire y agua pura. A los derechos humanos se los pone en práctica, se los hace carne y realidad en acción directa al pueblo".
Por otra parte, Yiyo Galíndez de la Asambla SocioAmbiental de Catamarca, había denunciado en medios locales que uno de los representantes de Minera Alumbrera, figura como agente informante entre 1976 y 1980 en la Universidad Nacional de Tucumán. Según el comunicado, la empresa contaminante estaría acogiendo "en su seno representativo y operativo, a gente vinculada directamente al terrorismo de Estado durante la Dictadura Militar".
No sería la primera vez que se une contaminación con represión, ya que en la localidad jujeña de Ledesma sucedió la "Noche del Apagón", como se recuerda la cruel represión vinculada con la empresa azucarera, en la que terminó desaparecido el intendente del pueblo. En el 2005, su esposa Olga Arández murió de "bagazozis", luego de luchar por la memoria de su marido y contra el ingenio por emisión de contaminantes por desechos de caña de azúcar, que terminó con una orden judicial para el saneamiento de la industria.
Por ello, el año pasado la Unión de Asambleas Ciudadanas expresó durante su reunión en Jujuy: "Derechos Humanos y derechos a un ambiente sano van de la mano. Ledesma viola ambos derechos hace un centenario". Y el comunicado agregó: "Minería a cielo abierto, monocultivos (de soja, caña, maíz, etc), agrocombustibles, contaminación urbana y criminalización de la protesta fueron los temas centrales en la discusión, como manifestaciones concretas de un mismo modelo hegemónico".
Claro, por fortuna no todo sigue igual, y aunque la criminalización de la protesta es un peligro que debe cuidarse, la vida en democracia permite organizar las demandas en defensa de los derechos ambientales, consagrados en la Reforma Constitucional de 1994. Así lo expresó Silvana Buján, miembro de la RENACE, en un seminario sobre cultura sustentable: "Debemos aprovechar que estamos en una democracia que permite hacer muchas cosas", a través de la movilización y de las demandas judiciales.
Queda, por lo tanto, mucho por hacer, pero también un camino posible que transitar: para ello se hace necesario apuntar al corazón del modelo extractivista, que produce el saqueo y la contaminación de los principales bienes naturales, entre ellos el agua dulce, del que esta semana también celebramos su día. Porque el derecho a un ambiente sano es uno de los principales derechos humanos, y también es una forma de darle derechos a la madre naturaleza.
Comentarios
http://asanoa.blogspot.com/2010/03/justo-en-el-dia-de-la-memoria.html
Por fortuna ya han sido liberados:
http://www.catamarcaya.com/notas.php?id_nota=23233
Saludos
Saludos
La entidad financiera fomenta entre sus colaboradores internos la importancia
del cuidado y la preservación de medio ambiente, con la proyección de la película AVATAR
en una función especial para 100 de sus colaboradores
Más de la nota:
http://noticiasbancoexterior.blogspot.com/2010/03/raul-baltar-exterior-realiza-jornada-de.html