El Editorial de la Semana
"Aguante Argentina, aguante Gualeguaychú", estas fueron las primeras palabras públicas de la secretaria de Medio Ambiente de Argentina, Romina Picolotti, luego del fallo de la Corte de la Haya. Y no parece ser una buena frase.
Más allá de que fueron dichas frente a la Asamblea de Gualeguaychú, o justamente por eso, no es la mejor postura para solucionar un conflicto de esta naturaleza. Si esta es la posición de la más alta jerarquía ambiental de nuestro país, queda claro que los estados nacionales son incompetentes ante este tipo de problemáticas.
Lo que debería buscarse, en una línea parecida a la de Greenpeace entre los actores que se pronunciaron luego del fallo, y la que sostiene desde hace tiempo ComAmbiental, es el diálogo. No se trata de que un país triunfe sobre el otro, sino de que el ambiente es uno solo, y no entiende de fronteras políticas; mucho menos de nacionalismos. El río une, no separa.
Si tiene razón Picolotti en los argumentos de fondo, acerca de que sí o sí la contaminación se producirá ("el daño ambiental se va a consumar, esto es inevitable") el "Aguante Argentina" está lejos de ser la mejor forma de convencer al pueblo de Fray Bentos de este peligro.
La vida real no es un tribunal y mucho menos una cancha de fútbol. En Picolotti está depositada toda la confianza del sector ambientalista para que de una buena vez se pueda empezar a trabajar en las problemáticas. La autoridad se demuestra con hechos, no con frases de este estilo.
SECCIÓN: Comunicación: Política Ambiental - Pasteras
"Aguante Argentina, aguante Gualeguaychú", estas fueron las primeras palabras públicas de la secretaria de Medio Ambiente de Argentina, Romina Picolotti, luego del fallo de la Corte de la Haya. Y no parece ser una buena frase.
Más allá de que fueron dichas frente a la Asamblea de Gualeguaychú, o justamente por eso, no es la mejor postura para solucionar un conflicto de esta naturaleza. Si esta es la posición de la más alta jerarquía ambiental de nuestro país, queda claro que los estados nacionales son incompetentes ante este tipo de problemáticas.
Lo que debería buscarse, en una línea parecida a la de Greenpeace entre los actores que se pronunciaron luego del fallo, y la que sostiene desde hace tiempo ComAmbiental, es el diálogo. No se trata de que un país triunfe sobre el otro, sino de que el ambiente es uno solo, y no entiende de fronteras políticas; mucho menos de nacionalismos. El río une, no separa.
Si tiene razón Picolotti en los argumentos de fondo, acerca de que sí o sí la contaminación se producirá ("el daño ambiental se va a consumar, esto es inevitable") el "Aguante Argentina" está lejos de ser la mejor forma de convencer al pueblo de Fray Bentos de este peligro.
La vida real no es un tribunal y mucho menos una cancha de fútbol. En Picolotti está depositada toda la confianza del sector ambientalista para que de una buena vez se pueda empezar a trabajar en las problemáticas. La autoridad se demuestra con hechos, no con frases de este estilo.
SECCIÓN: Comunicación: Política Ambiental - Pasteras
Comentarios
Hoy vi en la tapa de Noticias que la comparaban con María Julia. Espero que haya sido simplemente un exabrupto y que la próxima la piense dos veces. Estoy convencida que la única salida es el diálogo.