"Hoy, nuestra Madre Tierra está herida y el futuro de la humanidad está en peligro", con estas palabras comienza el "Acuerdo de los Pueblos", la declaración final de la Cumbre de Tiquipaya (Cochabamba). El Encuentro, convocado por los líderes del ALBA en protesta contra el "Entendimiento de Copenhague", ponderó que "para enfrentar el cambio climático debemos reconocer a la Madre Tierra como la fuente de la vida".

Difundida justamente este 22 de abril, Día Internacional de la Tierra, una de las conclusiones más importantes es la necesidad de proclamar una Declaración Universal de los Derechos de la Madre Tierra en el marco de la ONU. Otras propuestas importantes fueron la creación de un Tribunal Internacional sobre Justicia Climática y el lanzamiento de un Referéndun Mundial donde se consulte sobre estos temas a los pueblos.
"Pachamama o Muerte". La Cumbre Mundial de los Pueblos sobre el Cambio Climático y los Derechos de la Madre Tierra fue convocada por el presidente de Bolivia, Evo Morales, ya en diciembre del año pasado. Lo hizo ante el fracaso de la última Conferencia de la ONU sobre Cambio Climático, la COP-15 en Copenhague, cuyo documento final fue acordado por Estados Unidos y las potencias emergentes del BRIC (Brasil, Rusia, India y China).
En su discurso, el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, había criticado duramente el proceso de negociaciones y se había plegado a la consigna de los grupos que protestaban en las calles: "Cambiemos el sistema, no el clima". "Pachamama o Muerte", fue el nuevo lema que propulsó ahora durante su presencia en Cochabamba, plegándose al diagnóstico de que la causa estructural de la crisis climática es el capitalismo.
"Bajo el capitalismo, la Madre Tierra se convierte en fuente sólo de materias primas y los seres humanos en medios de producción y consumidores, en personas que valen por lo que tienen y no por lo que son", menciona el texto de la Cumbre. Evo Morales, por su parte, mencionó en conferencia de prensa que la ideología política pasa a segundo plano, pero se mostró confiado en la creación de un socialismo comunitario, como el practicado por los pueblos indígenas, para devolver nuestra armonía con la madre naturaleza.
Discurso y Práctica."Yo felicito al gobierno boliviano por la iniciativa pero también espero que se abra a la crítica interna", fue la palabra de uno de los participantes. Y ese fue el espíritu de la Mesa 18, creada por fuera de la estructura oficial de 17 comisiones, que trabajó sobre conflictos socioambientales en relación con la minería, el petróleo y la deforestación.
Aunque el discurso oficial se justificó al decir que se trata de "asuntos internos" que no tienen relación con la problemática ambiental global, la política económica de los países del ALBA centrada en las regalías del petróleo y del gas tienen relación directa con el cambio climático. Un caso concreto denunciado por el prestigioso CONAMAQ es el proyecto Liquimuni, en el departamento de La Paz, donde se prevén explotaciones de hidrocarburos en YPFB y PDVSA.
"Se trata de un sistema imperialista de colonización del planeta", menciona el "Acuerdo de los Pueblos" con gran certeza. Y en ese sentido, sabemos que es justamente la política extractivista, que se intenta articular en toda América Latina a través del IIRSA, la que causa los mayores daños a la Madre Tierra para extraer sus bienes naturales y exportarlos a los países desarrollados.
"Descolonización de la Atmósfera". De todos modos, puede considerarse un avance la Cumbre porque significó una apuesta y un posicionamiento fuertes de los países convocantes en referencia a las negociaciones sobre Cambio Climático. En este sentido, es clara la confrontación entre los países del Sur, entre los gigantes emergentes del BRIC que apoyaron el Entendimiento de Copenhague y los países socialistas del ALBA que fueron sus críticos más fuertes.
El Acuerdo de los Pueblos señala: "Nuestra visión es, sobre la base del principio de las responsabilidades históricas comunes pero diferenciadas, exigir que los países desarrollados se comprometan con metas cuantificadas de reducción de emisiones que permitan retornar las concentraciones de gases de efecto invernadero en la atmósfera a 300 ppm y así, limitar el incremento de la temperatura media global a un nivel máximo de 1°C".
Luego de la Conferencia de los Pueblos, Evo Morales se comprometió a transmitir las decisiones tomadas, basadas en la idea de "deuda climática", a la próxima Cumbre de la ONU en Cancún en diciembre de este año. Entre las ideas, se destaca también "la creación de un Tribunal Internacional de Justicia Climática y Ambiental que tenga la capacidad jurídica vinculante de prevenir, juzgar y sancionar a los Estados, las Empresas y personas que por acción u omisión contaminen y provoquen el cambio climático".
Madre Tierra. En definitiva, podemos señalar como lo más positivo para el futuro, la posibilidad de fortalecer un movimiento activo de los pueblos en relación con el cambio climático, en donde las consideraciones políticas se articulen con la vida cotidiana. "Para garantizar los derechos humanos y restablecer la armonía con la naturaleza es necesario reconocer y aplicar efectivamente los derechos de la Madre Tierra", expresa el Acuerdo de los Pueblos, que los gobiernos de todo el mundo, incluidos los de América Latina, deben escuchar.
Ver todo el documento: "Acuerdo de los Pueblos" (Cochabamba, 22 de abril).

Difundida justamente este 22 de abril, Día Internacional de la Tierra, una de las conclusiones más importantes es la necesidad de proclamar una Declaración Universal de los Derechos de la Madre Tierra en el marco de la ONU. Otras propuestas importantes fueron la creación de un Tribunal Internacional sobre Justicia Climática y el lanzamiento de un Referéndun Mundial donde se consulte sobre estos temas a los pueblos.
"Pachamama o Muerte". La Cumbre Mundial de los Pueblos sobre el Cambio Climático y los Derechos de la Madre Tierra fue convocada por el presidente de Bolivia, Evo Morales, ya en diciembre del año pasado. Lo hizo ante el fracaso de la última Conferencia de la ONU sobre Cambio Climático, la COP-15 en Copenhague, cuyo documento final fue acordado por Estados Unidos y las potencias emergentes del BRIC (Brasil, Rusia, India y China).
En su discurso, el presidente de Venezuela, Hugo Chávez, había criticado duramente el proceso de negociaciones y se había plegado a la consigna de los grupos que protestaban en las calles: "Cambiemos el sistema, no el clima". "Pachamama o Muerte", fue el nuevo lema que propulsó ahora durante su presencia en Cochabamba, plegándose al diagnóstico de que la causa estructural de la crisis climática es el capitalismo.
"Bajo el capitalismo, la Madre Tierra se convierte en fuente sólo de materias primas y los seres humanos en medios de producción y consumidores, en personas que valen por lo que tienen y no por lo que son", menciona el texto de la Cumbre. Evo Morales, por su parte, mencionó en conferencia de prensa que la ideología política pasa a segundo plano, pero se mostró confiado en la creación de un socialismo comunitario, como el practicado por los pueblos indígenas, para devolver nuestra armonía con la madre naturaleza.
Discurso y Práctica."Yo felicito al gobierno boliviano por la iniciativa pero también espero que se abra a la crítica interna", fue la palabra de uno de los participantes. Y ese fue el espíritu de la Mesa 18, creada por fuera de la estructura oficial de 17 comisiones, que trabajó sobre conflictos socioambientales en relación con la minería, el petróleo y la deforestación.
Aunque el discurso oficial se justificó al decir que se trata de "asuntos internos" que no tienen relación con la problemática ambiental global, la política económica de los países del ALBA centrada en las regalías del petróleo y del gas tienen relación directa con el cambio climático. Un caso concreto denunciado por el prestigioso CONAMAQ es el proyecto Liquimuni, en el departamento de La Paz, donde se prevén explotaciones de hidrocarburos en YPFB y PDVSA.
"Se trata de un sistema imperialista de colonización del planeta", menciona el "Acuerdo de los Pueblos" con gran certeza. Y en ese sentido, sabemos que es justamente la política extractivista, que se intenta articular en toda América Latina a través del IIRSA, la que causa los mayores daños a la Madre Tierra para extraer sus bienes naturales y exportarlos a los países desarrollados.
"Descolonización de la Atmósfera". De todos modos, puede considerarse un avance la Cumbre porque significó una apuesta y un posicionamiento fuertes de los países convocantes en referencia a las negociaciones sobre Cambio Climático. En este sentido, es clara la confrontación entre los países del Sur, entre los gigantes emergentes del BRIC que apoyaron el Entendimiento de Copenhague y los países socialistas del ALBA que fueron sus críticos más fuertes.
El Acuerdo de los Pueblos señala: "Nuestra visión es, sobre la base del principio de las responsabilidades históricas comunes pero diferenciadas, exigir que los países desarrollados se comprometan con metas cuantificadas de reducción de emisiones que permitan retornar las concentraciones de gases de efecto invernadero en la atmósfera a 300 ppm y así, limitar el incremento de la temperatura media global a un nivel máximo de 1°C".
Luego de la Conferencia de los Pueblos, Evo Morales se comprometió a transmitir las decisiones tomadas, basadas en la idea de "deuda climática", a la próxima Cumbre de la ONU en Cancún en diciembre de este año. Entre las ideas, se destaca también "la creación de un Tribunal Internacional de Justicia Climática y Ambiental que tenga la capacidad jurídica vinculante de prevenir, juzgar y sancionar a los Estados, las Empresas y personas que por acción u omisión contaminen y provoquen el cambio climático".
Madre Tierra. En definitiva, podemos señalar como lo más positivo para el futuro, la posibilidad de fortalecer un movimiento activo de los pueblos en relación con el cambio climático, en donde las consideraciones políticas se articulen con la vida cotidiana. "Para garantizar los derechos humanos y restablecer la armonía con la naturaleza es necesario reconocer y aplicar efectivamente los derechos de la Madre Tierra", expresa el Acuerdo de los Pueblos, que los gobiernos de todo el mundo, incluidos los de América Latina, deben escuchar.
Ver todo el documento: "Acuerdo de los Pueblos" (Cochabamba, 22 de abril).
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