Una caminata por territorio e identidad

Ayer fue un día histórico. Concluyó en Plaza de Mayo, entre el Cabildo y la Casa Rosada, a días del Bicentenario Argentino, la Marcha de los Pueblos Originarios con el lema "Caminando por la Verdad, hacia un Estado Plurinacional". Entre sus principales reinvindicaciones, se destacan el derecho a la identidad cultural, la preservación de su cosmovisión y sus formas de vida, que no pueden ser posibles sin que se cumpla con el derecho al territorio, hoy vulnerado por terratenientes sojeros y empresas mineras.



Por ello, en el marco del pedido de un Pacto con el Estado con los Pueblos Originarios, se demandó el cumplimiento de la ley 26.160, del 2006, que impide el desalojo de pueblos indígenas y un relevamiento de sus territorios ancestrales, pero que el año pasado sufrió una nueva prórroga en sus plazos. La presidenta Cristina Fernández recibió a representantes de organizaciones indígenas y anunció la creación de una Comisión de Análisis de la Propiedad Comunitaria Indígena, que dependerá del Ministerio de Desarrollo social.


Reparación de la Pacha-Mama. Uno de los punto principales del documento que sirvió como fundamento a la marcha, fue el pedido explícito de respecto a la Madre Tierra. En coincidencia con el Encuentro de los Pueblos convocado por el presidente de Bolivia Evo Morales, pidieron por un Tribunal de Justicia Climática y Ambiental "que instale la salud y la vida de nuestra Madre naturaleza por encima del Código de Minería, de la destrucción de los desmontes, y del avance destructor de la industria Sojera".

Asimismo, refiriéndose a un tema de agenda política, reclamaron "la intangibilidad de los Glaciares, fuente sagrada del recurso Agua", aunque sin referenciar un proyecto de ley en particular. En el mismo sentido, otro fuerte reclamo fue la derogación del código de minería, que viene de la época menemista, y que dio lugar al avance de las empresas trasnacionales que hoy ponen en peligro comunidades indígenas de la Cordillera de los Andes.

Pero también su declaración principal sobre la identidad cultural está enraizada con la Madre Tierra. Por ello, señalan como su patrimonio: "Conocimientos, saberes y prácticas que sostienen nuestros sistemas de salud, nuestros sistemas de producción, y nuestros sistemas educativos, que sostienen identidades basados en principios éticos y morales, que pueden ser alternativas para una sociedad que hoy en día esta acostumbrada a un sistema basado en la violencia, el consumismo y la explotación de nuestra madre naturaleza".

Pueblos y pueblos. Llegaron luego de ocho días de marcha en tres columnas que salieron desde distintos puntos del país, en búsqueda de hacer visibles los reclamos de 30 pueblos indígenas. Darío Aranda expresó en Página 12 que se trata de "un sector organizado, pero atomizado", y por ello hubo también organizaciones que se opusieron a la conducción de la marcha, impulsada por la Confederación Mapuche de Neuquén, la Unión de los Pueblos de la Nación Diaguita (UPND de Tucumán), la Coordinadora de Organizaciones Kollas Autónomas (Kollamarka de Salta) y el Consejo de Autoridades Indígenas de Formosa.

Uno de los puntos de controversia fue el apoyo que le brindó a la marcha la organización jujeña Tumac Amaru, que dirige Milagro Sala, quien tiene vínculos con el kirchnerismo. Sin embargo, los pedidos que se realizaron al gobierno nacional fueron muy importantes y algunos de ellos que se oponen a políticas centrales del gobierno nacional, como el apoyo a la mega-minería. Esto también quedó claro en el artículo principal del periodista de Página 12.

Así las cosas, el esperado encuentro con la Presidenta dejó al menos un sabor agridulce para las organizaciones de los pueblos originarios. Del discurso de los representantes presentes, Fernández destacó su conformidad con que "se sientan argentinos" y les expresó que "discriminación y olvido no son solo patrimonio o sufrimiento de los pueblos originarios", sino que también es algo que afectó a los inmigrantes en Argentina y el mundo. "Gracias por el homenaje", concluyó en tono autorreferencial.

Culturas originarias. Las palabras de la Presidenta Fernández no contemplaron como era debido la preexistencia de los pueblos indígenas reconocida por la Constitución Nacional, que establece la preponderancia de sus reclamos como forma de reparación histórica. La comparación de su sufrimiento con el de los inmigrantes se parece al discurso que menciona que antes de la conquista española también existían guerras entre los pueblos indígenas. Todo ello no deja de ser una justificación que intenta suavizar el hecho histórico del genocidio colonial.

Asimismo, la falta de información y el temor a quienes fueran considerados como los "enemigos" de la "civilización", hacen también que la sociedad desconfíe de sus reclamos por los territorios ancestrales. De todos modos, el conflicto en realidad se establece mayormente con los poderes económicos concentrados, tanto con los grandes terratenientes como con las corporaciones mineras, así como con los distintos Estados Provinciales que acompañan este sistema de propiedad privada.

Es necesario destacar nuevamente que los pueblos originarios no quieren eregirse como "dueños de la tierra" sino que ellos son "parte de la tierra", por lo que el territorio es imprescindible para mantener su identidad comunitaria. A su vez, a lo largo de su historia, que va mucho más allá de los 200 años, han aprendido a convivir con ese entorno natural de forma tal de construir una cultura ambiental con prácticas y saberes ancestrales. Esto constituye un patrimonio muy rico, que hoy está menospreciado, y del que podríamos aprender para superar esta crisis ecológica.

Un Mensaje de Paz. "El Bicentenario debe ser la oportunidad histórica para generar el acto de reivindicación que las naciones originarias esperan en el silencio de sus montes, cordilleras, estepas, valles y montañas. Un silencio que ha sido interrumpido por el tronar de motosierras que todo desmonta, el rugido de topadoras y explosivos de las mineras que todo lo vuelan, el ingreso de petroleras que todo lo envenenan, la penetración de iglesias y sectas que todo lo convierten, partidos políticos y ofertas electorales que quiebran toda la unidad comunitaria".


Ver también: Informe del INADI Nº 3: Pueblos Indígenas – Originarios
ComAmbiental (Archivo): Pueblos indigenas .

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