Pescando merluza, pescando problemas

"La merluza no está en peligro de extinción, los que pueden desaparecer son los pescadores". La frase es de Guillermo Cañete, coordinador del Programa Marino de la Fundación Vida Silvestre Argentina (FVSA), quien advierte que de seguir así: "En dos años no habrá más pesca de merluza". Es que este pez ha sufrido una grave sobreexplotación en los últimos años, sobre todo a partir de los permisos que el gobierno argentino entregó a la Unión Europea durante los años 90.



Por eso mismo, y aprovechando que la FVSA es miembro de la red internacional de la World Wide Foundation (WWF), también se planean acciones con la filial de España. Este país es el principal destino de exportaciones (32 por ciento) de la merluza que se extrae del Mar Argentino, dentro de las 200 millas que regula el Estado Nacional según la CONVENMAR. En el marco del Día Mundial de los Océanos, que se celebra hoy, la ONG llama a "poner la merluza en boca de todos", para estar alertas frente a esta problemática socioambiental que necesita una política sustentable.


La pesca y sus dilemas. Sobrepesca y "mala-pesca" son las dos amenazas que sufre la merluza común. En primer lugar, la depredación que tiene que ver con la sobreexplotación del recurso. En segundo caso, el despilfarro mediante el cual muchas veces se descartan capturas cuando se está buscando otro producto más rentable, como el langostino, con la anuencia de la falta de controles. Esto ayuda a un fenómeno paralelo que tuvo su pico en el año 2000: el aumento de aves marinas, que afecta a las ballenas en la Patagonia.

Pero, sobre todo, se trata de la conjunción de ambos factores (cantidad y calidad), porque ante la baja de la población de adultos, empezaron a pescarse cada vez más juveniles de merluza, que llegaron al 60% de las capturas. Esto es muy grave porque así no pueden cumplir su rol biológico clave, la reproducción. La solución sería sencilla, a través de la tecnología de las redes para pesca selectiva, que solo atrapan a los ejemplares adultos. Pero es a lo que se han negado los empresarios y lo que consintió hasta ahora el gobierno nacional.

Para Cañete, sucede que "hay un mercado para el pescado chico, al plato". Por ello, la FVSA lanzó una campaña en estas Pascuas, que hoy renueva en el Día de los Océanos, en el que convocó a comprar filetes de más de 25 centímetros con el lema: "Medí tu compromiso con la merluza". La medida busca generar conciencia en el consumidor, pero sobre todo también para que actúe como ciudadano, ya que sólo entre el 5 y el 10 por ciento de la merluza se destina al mercado interno.

Un problema global. Y por eso mismo, resulta imprescindible enfocar una fuerte campaña en Europa, sobre todo en países como España que tienen un gran consumo de pescado. "La WWF denuncia el saqueo de los mares en el Día Mundial de los Océanos", es el principal titular de la ONG mundial. Allí no solo figura la depredación pesquera sino también el creciente peligro de la explotación petrolera en alta mar, entre otros. "Se está trabajando en paralelo con WWF España, para aprovechar la potencialidad de ser una red internacional", le comentó Cañete a ComAmbiental.

El desafío es muy grande, justamente, porque como señala WWF España: "las prácticas destructivas e ilegales (...) han llevado al agotamiento a más del 80% de las pesquerías europeas". De hecho, existe un conflicto actual entre los pescadores de Asturias y de Galicias por un fuerte recorte de los permisos de pesca de merluza en el litoral español. Esta es la gran razón por la que estos países necesiten operar en aguas internacionales y también en los mares nacionales, los más productivos, a través de distintos acuerdos comerciales.

Política e intereses. En Argentina, fue el gobierno menemista quien abrió las aguas a la pesca extranjera, a través de Felipe Solá, entonces secratario de Agricultura y Pesca. Gracias a sus políticas tuvo que declararse en 1999 la "emergencia nacional" para la merluza. El actual gobierno kirchnerista no modificó mucho esta política. El año pasado Cristina Fernández reglamentó la Ley de Pesca, oportunidad en la que se alegró porque "hace 5 años solamente teníamos la posibilidad de captura en 90 mil toneladas (de merluza) y hoy estamos en 270 mil".

Como corolario, en los últimos 20 años se redujo el 80 por ciento de la población de merluza. Esto, según advierte la FVSA, puede llevar en dos años al colapso total de "la columna vertebral de la pesca argentina". Se trata de una actividad de la que viven unas 20 mil familias en todo el ciclo económico. Por ello, el artículo de IPS de Marcela Valente destaca muy bien la voz del Sindicato de Obreros Marítimos Unidos, cuyo secretario general teme por la fuente de trabajo.

La polémica principal se planteó el último diciembre, cuando a partir de un cambio en las estadísticas, la subsecretaría de Pesca dirigida por Norberto Yahuar, autorizó la captura de 290 mil toneladas de merluza este 2010. Según la ONG CeDePesca, esto definió un "escenario de muy alto riesgo" porque con la metodología tradicional el número debió ser 170 mil. Con un diagnóstico similar, la FVSA pide reducir en un 30 por ciento lo estipulado, y si bien Cañete admite el costo a corto plazo, es mejor que "un 100 por ciento menos" si sigue la tendencia.

"El mar necesita que lo miren". Alguno habrá podido pensar que es una suerte que el argentino promedio no coma merluza (una persona consume 9 kilos de pescado frente a los 60 de carne roja en el año), porque de este modo no existe peligro sobre este animal. Sin embargo, parece que esta cultura alimentaria hace más bien que la opinión pública no esté interesada en las riquezas del mar y por lo tanto quedan desprotegidas frente a los intereses mencionados.

Alguna vez el EcoCentro y el Conicet presentaron un ciclo de conferencias titulado "el mar necesita que lo miren". Y justamente, en un planeta que debería llamarse Agua por su composición, las extensas superficies que ocupan los océanos del planeta son poco percibidos socialmente. También esto es responsabilidad del periodismo, que ayer celebró su día en Argentina, un país hoy inundado por la marea mundialista.

Para más información, leer el comunicado de prensa de FVSA: Vida Silvestre advierte que en dos años no habría más pesca de merluza


Fuente de la imagen: Fundación Vida Silvestre.

Comentarios

Eduardo dijo…
sí, no se come mucho. pero la merluza está bastante cara !! por ser producto de exportación , no?
Anónimo dijo…
Este blog ha sido eliminado por un administrador de blog.
PS dijo…
Hemos eliminado el comentario anterior por ser descalificante. Pedimos omitir las malas palabras y brindar fundamentos.
Anónimo dijo…
La merluza está cara porque tiran al mar 10000 kilos por dia para mantener el precio alto, la empresa que hace esto se llama

CONARPESA y tienen intereses en ella los KK, Solá etc. 1 millón de chicos que pasan hambre podrían comer pescado barato pero

al gobierno no le importa.

http://www.periodicotribuna.com.ar/6981-el-kirchnerismo-avala-la-depredacion-pesquera.html

http://www.periodicotribuna.com.ar/autores/156-roberto-maturana
PS dijo…
Gracias por el aporte.